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Interview
Davyth Hicks
Secretario general de la Red Europea por la Igualdad Lingüística

«El objetivo general es que la gente pueda vivir su vida en su lengua»

La ONU envió al Gobierno francés una carta pidiéndole explicaciones por la decisión del Consejo Contitucional sobre el sistema de inmersión al considerar que puede suponer una vulneración de los derechos humanos.

Davyth Hicks, secretario general de la Red Europea por la Igualdad Lingüítica (en el centro), durante una comparecencia en la que también participó Paul Bilbao, a la derecha. (NAIZ)

En una comunicación oficial dirigida al Gobierno francés, tres relatores de la ONU han pedido explicaciones sobre la decisión del Consejo Constitucional contra el artículo de la ley Molac relativo al sistema de educación inmersivo, como el de las ikastolas, que fue declarado anticonstitucional en mayo de 2021. En la misiva fechada el 31 de mayo, los miembros de las Naciones Unidas consideran que «la adopción y la aplicación de dicha decisión puede acarrear vulneraciones importantes de los derechos humanos de las minorías lingüísticas en Francia».

En entrevista a GARA, el secretario general de ELEN, Davyth Hicks, hace un análisis de la situación en el Estado francés y sobre las consecuencias de la comunicación oficial.

La comunicación oficial es un paso importante para las lenguas minorizadas del Estado francés. ¿Qué opina de esta decisión? ¿Es la respuesta que ustedes esperaban?

Esta comunicación es muy útil para la campaña que se está llevando a cabo para la protección y plena recuperación de las lenguas territoriales en el Estado francés. Es bueno que los relatores especiales de la ONU hayan apoyado la hoja de alegaciones de ELEN, y planteen las cuestiones que expusimos en esa carta.

Estamos prestando especial atención al desglose detallado de los diversos tratados de derechos humanos vinculantes ratificados por Francia que se están infringiendo. No solo se trata de tratados de protección de las lenguas territoriales, sino también del tratado de protección de los derechos del niño, por ejemplo. Esto nos da un mayor margen de actuación en el futuro, teniendo en cuenta que el Consejo de Europa y la UE, así como la ONU, están firmemente comprometidos con la defensa de los derechos del niño.

Otro problema para Francia es que la sentencia del Consejo Constitucional permite un trato diferenciado, por lo que está bien que los niños reciban educación de inmersión en inglés, pero no en una lengua territorial. Acogemos con especial satisfacción el amplio alcance de la declaración en cuanto a que solicita a Francia que proporcione información. Pide que facilite información sobre la situación actual de la legislación en materia de protección y promoción de las lenguas «regionales».

Pide también información sobre el trato diferenciado entre la inmersión en inglés y la inmersión en lengua regional, y pregunta sobre las medidas que está tomando el Gobierno para garantizar el acceso a la enseñanza de las lenguas territoriales y su uso en la vida pública y privada.

¿Qué espera del Gobierno francés? En su opinión, ¿cuál será su respuesta?

Será muy interesante ver la respuesta de Francia, sobre todo ver qué medidas se están tomando para apoyar las lenguas «regionales».

Observaremos con atención la respuesta y veremos si el nuevo Gobierno francés puede hacer algún progreso en este ámbito. El éxito de la Ley Molac fue un gran avance, mientras que el Tribunal Constitucional la censurase fue un revés. Además, ELEN se reunirá este mes con el relator especial de la ONU para las Minorías, Fernand de Varennes, para discutir los próximos pasos que se darán en este ámbito. Esperamos que el Estado francés responda en los próximos meses.

¿Qué cree que debería hacer el Gobierno francés?

En general, nos gustaría que Francia abandonara sus políticas jacobinas y excesivamente centralizadas, y se sumara a la práctica generalizada en Europa de proteger y desarrollar significativamente las lenguas territoriales en lugar de reprimirlas.

En toda Europa, la inmersión lingüística en el ámbito educativo es vista con normalidad y forma parte de las mejores prácticas para el proceso de recuperación total de las lenguas. Es hora de que Francia se sume a esa corriente que prevalece en la Europa del siglo XXI; no puede seguir socavando las lenguas que debería de proteger.

Aspiramos a una serie de medidas similares a las que protegen el euskera y el catalán en España, o el galés en Gales, para todas las lenguas territoriales del Estado francés.

Esto incluye las siguientes demandas: el estatus de cooficialidad para cada lengua territorial, el derecho a la inmersión lingüística territorial, y que la infraestructura educativa de inmersión esté integrada en el sistema educativo; y una serie de medidas de planificación lingüística que garanticen un mayor uso y una mayor cantidad de medios de comunicación.

Además, es necesario que se modifique la Constitución para que el apoyo a las lenguas territoriales, incluida la educación de inmersión y el estatus de cooficialidad, se incorporen a la Constitución francesa, y que los distintos gobiernos regionales obtengan las competencias necesarias para proteger sus lenguas territoriales.
El objetivo principal y la misión de ELEN es que la gente pueda vivir su vida en su lengua.

Si la respuesta del Gobierno francés es inadecuada, ¿han considerado otras formas de proceder?

El papel de ELEN es, junto con el resto de organizaciones miembro, hacer campaña por la plena protección, recuperación y bienestar de las lenguas territoriales europeas.

Como ONG internacional que trabaja por estas lenguas, disponemos de toda una serie de acciones que podemos desplegar en las diferentes instituciones internacionales.

Sin embargo, aunque la presión internacional puede ser eficaz, lo que más nos gustaría es que el Estado francés tomara las medidas necesarias por voluntad propia, y porque cree que es lo correcto. Nosotros, con nuestras organizaciones miembros en Francia, seguimos abiertos a respaldar a cualquier gobierno, región o municipio en sus esfuerzos por proteger y recuperar sus lenguas.

La otra gran pregunta es por qué tenemos que acudir a la ONU para conseguir algún movimiento en esta cuestión. Si la UE tiene como valor fundacional el respeto a la diversidad lingüística y la prohibición de la discriminación por razones lingüísticas en su Carta de Derechos Fundamentales, debería existir un cauce formal para hacer llamamientos a la acción contra los estados miembros que discriminan sistemáticamente sus lenguas territoriales, como Francia. Aún no tenemos una legislación clara e inequívoca por parte de la UE para proteger nuestras lenguas y garantizar los derechos lingüísticos.

¿Qué contacto tienen con otras asociaciones e instituciones que trabajan en defensa de las lenguas minorizadas en Francia?

Trabajamos estrechamente con nuestras organizaciones miembro en el Estado francés y nos guiamos a través de ellas. La carta de alegaciones fue redactada con nuestros miembros bretones, Kevre Breizh, con la aportación de nuestros miembros vascos, corsos, catalanes, flamencos, occitanos, criollos, alsacianos, galeses y saboyanos, y del Colectivo Pour Que Vivent Nos Langues.

El Gobierno llegó a publicar en diciembre una circular para regular la aplicación del sistema de educación inmersiva «anticonstitucional». Ha sido una presión política importante para ello.

Las organizaciones que componen ELEN estuvieron al frente de las negociaciones con el Gobierno que condujeron a la publicación de la circular de la Educación Nacional. La circular pretendía aclarar la posición del Estado sobre la educación de inmersión. El problema es que no es una ley, lo que significa que la educación de inmersión lingüística territorial sigue siendo vulnerable.

En la entrevista que ofreció a GARA en agosto del pasado año dijo que «Francia es el peor país de Europa en la protección de sus lenguas». ¿Sigue pensando lo mismo?

Eso no ha cambiado, por desgracia. Podemos seguir diciendo con total seguridad que Francia está a la cabeza de los estados europeos que debilitan sus lenguas territoriales, antes prósperas, pero ahora en peligro, y también en debilitar su propia diversidad lingüística y el rico patrimonio cultural que ello conlleva.

¿En qué otros temas o ámbitos está trabajando ELEN en estos momentos?

Los grandes temas en este momento incluyen, por ejemplo, el apoyo a la campaña para la realización de exámenes en euskera en Iparralde, la imposición del 25% de español en Cataluña que socava el modelo de inmersión en catalán, la ley audiovisual española, la aplicación de la legislación sobre la lengua irlandesa en el norte de Irlanda y el impacto negativo de las segundas residencias en Gales y Cornualles. El Colectivo Pour Que Vivent Nos Langues realizó un gran trabajo de interpelación a los candidatos electorales antes de las elecciones a la Asamblea Nacional francesa, por lo que también haremos un seguimiento.

A nivel europeo, nuestra labor de promoción incluye la elaboración de un informe sobre la Directiva de Servicios Audiovisuales y de Medios de Comunicación, y la forma en que puede ser útil para garantizar una mayor producción de contenidos en las lenguas territoriales, el desarrollo de la igualdad lingüística digital y el seguimiento de nuestras recomendaciones a la Conferencia sobre el Futuro de Europa. Además, estamos ocupados organizando nuestra primera escuela de verano sobre lenguas minorizadas con la Universidad de Valencia para finales de julio.