China responde con músculo militar tras la salida de Pelosi de Taiwán
La presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, finalizó la visita a Taiwán dejando un escenario de alta tensión abierto a la escalada, en el que China respondió con maniobras militares ue cercan la isla, incluyen lanzamientos de misiles y ponen a Taipei en máxima alerta.
«Aquellos que ofenden a China serán castigados», prometió el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, tras la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, que dejó ayer la isla tras agitar las aguas geoestratégicas de la región.
Las «acciones militares selectivas» con las que respondió el Ejército chino comenzaron, no obstante, una vez que Pelosi había salido de Taiwán, con una serie de maniobras militares en seis zonas alrededor de la isla, que incluirán «disparos de munición real de largo alcance» en el estrecho de Taiwán, que separa la isla de China continental.
Para Pekín, se trata de «una medida necesaria y legítima para responder a las graves provocaciones de ciertos políticos estadounidenses y separatistas taiwaneses».
Según las coordenadas publicadas por el Ejército chino, se llevarán a cabo a 20 kilómetros de la costa taiwanesa y prácticamente rodearán la isla, y se desarrollarán entre hoy –cuando Pelosi ya se encuentra en Corea del Sur– y el domingo.
Aunque ya con la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU lejos del lugar, la respuesta evoca la crisis de 1995-1996, la última vez en la que Pekín disparó misiles en el estrecho de Taiwán, que considera su «provincia rebelde» pendiente de reunificar. De hecho, sponen el cierre del espacio marítimo y aéreo de las zonas donde se efectúan, y, según el diario oficial chino “Global Times”, «serán, probablemente, superiores en escala a las de la crisis de 1996».
«Servirán no solo como advertencia a Estados Unidos y los secesionistas de Taiwán, sino como ensayos para el ELP (Ejército de Liberación Popular) para reunificar la isla por la fuerza», señala el diario citando expertos.
Paralelamente, medios estatales chinos confirmaron el martes más maniobras militares entre el martes y el sábado en el mar de China Meridional (a más de 1.000 kilómetros de Taiwán) y entre el lunes y el jueves en el mar de Bohai, en el norte de China.
Por otro lado, los dos portaaviones de la Armada china, el Lianoning y el Shandong, se encuentran fuera de sus bases desde el domingo y el lunes, respectivamente.
Además, las autoridades de Taiwán informaron de que ayer otros 27 aviones militares chinos (tras los 21 del día anterior) ingresaron a la zona de identificación de defensa aérea de la isla (ADIZ), un área más extensa que su espacio aéreo.
El embajador de EEUU en Pekín, Nicholas Burns, convocado para recibir la protesta del Gobierno chino, defendió que Pelosi «tiene derecho a viajar a Taiwán» y pidió evitar una escalada y mantener abiertas las líneas de comunicación
Importaciones vetadas
Además de las maniobras militares, China ha respondido a la visita de Pelosi prohibiendo la importación de productos de más de cien exportadores de la isla, entre ellos ciertos tipos de pescado, frutas cítricas y brotes de bambú congelado. También proscribió las exportaciones a Taiwán de arena, un componente clave en la fabricación de semiconductores, una de las principales exportaciones de la isla.
A su vez, Taipei ha sufrido varios ciberataques desde el martes, entre ellos a los servicios digitales de la oficina de la Presidencia y la página web del Ministerio de Exteriores.
China ha querido dar así una respuesta contundente aunque medida para evitar coincidir con la presencia de Pelosi en la isla, lo que deja un escenario abierto a la desescalada pero no exento de un alto riesgo de descontrol.
Pelosi, de hecho, ha abierto la puerta a posibles nuevos desafíos a Pekín, como el que ya anuncian diputados británicos con más visitas. A la vez, Taipei dispara sus alarmas y EEUU también moviliza sus Fuerzas Armadas.
«Ante las amenazas militares deliberadamente aumentadas, Taiwán no retrocederá», afirmó la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen. «Seguiremos (...) defendiendo la democracia», señaló durante su encuentro con Pelosi, a quien agradeció haber «dado pasos concretos para mostrar (su) apoyo inquebrantable a Taiwán en este momento crítico».
Nancy Pelosi, que se encuentra ya en Corea del Sur, afirmó que, «aunque China evita que líderes taiwaneses participen en foros globales, no puede impedir que líderes mundiales viajen a Taiwán a apoyar su floreciente democracia»
El Ministerio de Defensa de la isla advirtió de que «algunas de las áreas de maniobra de China invaden las aguas territoriales de Taiwán» y que su Ejército «protegerá la seguridad nacional» ante lo que China avisó de que tomará «represalias enérgicas» si el Ejército taiwanés intenta interrumpir sus ejercicios militares. «Si las fuerzas taiwanesas entran voluntariamente en contacto (con el Ejército chino) y accidentalmente disparan un tiro, (el Ejército chino) tomará represalias vigorosas y corresponderá al lado taiwanés asumir todas las consecuencias», señaló una fuente del Ministerio a AFP.
También Japón mostró su preocupación por los ejercicios chinos y aseguró que algunos invadirían su zona económica exclusiva (ZEE).
EEUU se suma a la escalada militar con varios buques de guerra en la zona: el grupo del portaaviones Ronald Reagan, con el destructor USS Higgins y los cruceros con misiles guiados USS Antietam y USS Chancellorsville, además el barco anfibio USS Tripoli.
Pelosi, la tercera mayor autoridad en EEUU, aseguró que había llegado a la región «en paz». Antes de salir hacia Seúl, se reunió con varios disidentes que han estado bajo la mira de Pekín. En todo momento, el Gobierno de Joe Biden ha buscado desvincularse de la visita y ha subrayado que es una decisión personal de la presidenta de la Cámara Baja.