Las maniobras militares chinas agitan el statu quo en Taiwán
Las grandes maniobras chinas alrededor de Taiwán, que teminaron ayer con tres días de retraso y en las que navíos de guerra han rodeado la isla y cazas la han sobrevolado, han ofrecido un «aperitivo» sin precedentes de la que sería una verdadera campaña militar de Pekín contra la antigua Formosa.
China ha impuesto paralelamente sanciones económicas y ha multiplicado los esfuerzos para aislar a Taipei del resto del mundo, iniciativas todas ellas que van a modificar de forma definitiva el status quo en el estrecho de Taiwán, según muchos analistas.
A continuación se ofrecen varias lecciones a retener de los mayores ejercicios militares jamás organizado por China alrededor de Taiwán, en represalia a la visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU a la isla.
Un bloqueo total es posible
Por primera vez, el Ejército chino ha llevado a cabo operaciones en el flanco este de Taiwán, una zona altamente estratégica para el aprovisionamiento de la isla, por la que llegarían eventuales refuerzos militares estadounidenses.
El mensaje es claro: Pekín puede desde ya impedir toda entrada o salida de naves y de aviones civiles o militares.
Desde hace tiempo, los analistas predicen esa estrategia por parte de China en caso de guerra para invadir Taiwán.
Esta crisis muestra que Pekín es capaz de repetir -y de intensificar- acciones similares a voluntad", señala Christopher Twomey, especialista de seguridad en la Escuela Naval de California.
«Pero mantener un bloqueo sería muy costoso, tanto para la reputación de China como para las finanzas de su Ejercito», matiza.
De ahí que muchos analistas colijan que las dificultades económicas actuales del gigante asiático hacen poco probable que asuma el riesgo a corto plazo de una perturbación mayor en el estrecho de Taiwán, una de las vías navegables y comerciales más frecuentadas del mundo.
Un ejército preparado para 2027
China ha aumentado y modernizado a velocidad de crucero sus fuerzas aéreas, espaciales y marítimas, con el objetivo de proyectar su pujanza a escala mundial y de reducir la desventaja respecto al Ejército estadounidense.
Las capacidades militares de Pekín siguen siendo inferiores a las de Washington. Pero su objetivo es disponer, de aquí a 2027, de los medios necesarios para vencer toda resistencia a una invasión de Taiwán, según el Pentágono.
Collin Koh, experto en cuestiones navales en la S. Rajaratnam School of International Studies de Singapur, constata que las maniobras militares han revelado el camino recorrido por el Ejército chino desde la última crisis taiwanesa en 1995-1996.
«Lo menos que se puede decir es que las fuerzas que han desplegado sobre el terreno, y el hecho de que hayan podido llevar a cabo un ejercicio de semejante envergadura, prueban que son mucho más capaces que en los años noventa», abunda Koh.
Cambio en las relaciones bilaterales
Los 23 millones de taiwaneses viven desde hace mucho tiempo bajo la amenaza de una invasión china, pero esta amenaza es mucho más visible desde la llegada a la cúspide de Xi Jinping, el dirigente chino con más poder en una generación.
China boicotea desde hace tiempo las frutas y los pescados procedentes de Taiwán con el objetivo de debilitar económicamente a la isla. Esta medida busca horadar el apoyo electoral al gobierno soberanista taiwanés.
Pekín ha sancionado a las empresas que sostenían la agencia de ayuda al desarrollo del Gobierno taiwanés, a fin de boicotear lo que ha venido en llamar la «diplomacia de los cheques» de la isla con sus aliados.
Pero, según los analistas, China mantendrá sus acciones militares y económicas por debajo del suelo de la guerra con el fin de evitar una confrontación directa con EEUU.
«Las tensiones prolongadas en el tiempo son poco probables», coincide Bonnie Glaser, director del programa de Asia del grupo de reflexión estadounidense German Marshall Fund. «Pero -advierte- es cierto que una crisis mayor afectaría al transporte marítimo, a las tasas de las aseguradoras, a las rutas comerciales y a las cadenas de aprovisionamiento».
Nueva «normalidad» para Taiwán
Taiwán deberá habituarse a que China organice ejercicios similares en el futuro, advierte Koh, quien predice que las maniobras militares próximas a la isla de Taiwán «se van a convertir en la norma».
«El hecho de que el Ejército Popular de Liberación haya llevado a cabo semejantes maniobras crea un precedente», añade, para predecir que «el nivel sea mayor en el futuro, en escala e intensidad».
China envía regularmente buques de guerra y aviones al otro lado de la línea mediana del estrecho,la frontera oficiosa entre ambos países, durante los períodos de tensión.
Pero la visita de Pelosi ha dado a Pekín «la excusa o la justificación para decir que, en el futuro, podrá legítimamente llevar a cabo ejercicios al este de esa linea y sin rendir cuentas», sentencia el analista.
Relaciones China-EEUU
China ha suspendido la cooperación con EEUU en asuntos clave, incluidos el cambio climático y la defensa. Washington le ha acusado de «irresponsabilidad».
Pekín ha anunciado asimismo sanciones contra Pelosi, la tercera persona más poderosa en el escalafón institucional estadounidense.
«Es un momento en el que las relaciones bilaterales han caido muy bajo», reconoce Glaser. «Espero que nuestros dos gobiernos encuentren medios para avanzar en sus líneas rojas, en sus preocupaciones y para impedir que la espiral destructiva se ancle en la región», suspira el analista estadounidense.