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Castex se recoloca al frente de una agencia con poder de decisión sobre la alta velocidad

Emmanuel Macron ha confiado a su último exprimer ministro la Agencia de Financiación de Infraestructuras de Transporte (Afit), con capacidad de decisión sobre proyectos como el que Jean Castex impulsó en su etapa en Matignon: la nueva LGV Burdeos-Toulouse, con eventual extensión a Euskal Herria.

Jean Castex, en su etapa de primer ministro, durante la inauguración del tren nocturno París-Niza. (Christine POUJOULAT | AFP)

El exprimer ministro francés Jean Castex se declaró sereno y hasta aliviado de poder afrontar una reconversión profesional y familiar lejos del Palacio de Matignon.

Así lo manifestó durante la ceremonia en que cedió el baston de mando a la actual primera ministra, Elisabeth Borne, el pasado 17 de mayo, en la escalinata de la sede del Gobierno galo.

Sin embargo, el «hombre del sur» no ha tardado demasiado en ser promovido para un puesto que le vuelve a insertar en las esferas de decisión parisinas.

El Boletión Oficial del 18 de agosto recoge su nombramiento al frente de una entidad poco conocida pero con capacidad de influencia sobre proyectos estratégicos. Se trata de la Agencia de Financiación de Infraestructuras de Transporte de Francia (Afit France).

Su promoción al frente del consejo de administración de ese organismo hará que tenga acceso directo a dosieres que mueven cifras millonarias, al afectar al desarrollo de carreteras, ferrocarril, cursos fluviales y puertos.

Desde ese nuevo puesto, Castex podrá impulsar eventualmente la toma de decisiones sobre un proyecto que él mismo se encargó de promover durante su etapa de jefe de Gobierno: la extensión de una nueva línea de alta velocidad (LGV) entre Burdeos y Toulouse.

Rousset como aliado para relanzar el GPSO

Esa apuesta del mandatario occitano por relanzar los planes incluidos en el Gran Proyecto Ferroviario para el Sudoeste (GPSO) contó desde el principio con un fiel escudero en la capital girondina.

Alain Rousset, presidente de Nueva Aquitania, no dudó en pasar a la ofensiva para defender la puesta en marcha de esa nueva línea, primero hasta Burdeos, luego hasta Dax y a partir de ahí, con un trazado aún en nebulosa, hacia la muga.

De hecho, el socialista no oculta su esperanza en que, a futuro, la Burdeos-Toulouse despeje el camino el proyecto por el que ha peleado con tesón durante su ya larga trayectoria al frente del consejo regional, en el que cumple ya su quinto mandato.

Ese proyecto se concretaría en una nueva LGV que llegaría a la muga de Hendaia-Irun para «recibir a la Y Vasca», como se encargó de recalcar en la inauguración de la nueva estación intermodal de Hendaia, en la que Alain Rousset hizo patente su buena entente con el lehendakari Iñigo Urkullu.

La Mancomunidad Vasca no acompaña el proyecto

El proyecto Burdeos-Toulouse fue objeto de debates encendidos en el pasado curso político.

Así, el Consejo Departamental de Pirineos Atlánticos, presidido por Jean-Jacques Lasserre, le dio su plácet aunque fijó como condición para abonar los 305 millones requeridos el que existiera un apoyo unánime del resto de las colectividades territoriales llamadas a aportar fondos para financiar «solidariamente» la infraestructura apetecida por Castex.

Esa condición no se cumplió, ya que, al poco de que Pau votara a favor –con los dos únicos votos en contra de los consejeros de EH Bai, Annie Poveda e Iker Elizalde–, la Mancomunidad Vasca se desmarcó del proyecto, cuyo plan financiero (130 millones de euros) ni siquiera sometió a votación, dado el rechazo previo al proyecto expresado por la mayoría de los electos de Ipar Euskal Herria.

De manera precedente, la plataforma ciudadana Cade volvió a desgranar sus argumentos contrarios a «una infraestructura costosa sobre la que no se traslada información veraz a la ciudadanía».

Con la polémica sobre la financiación de la nueva línea sin cerrar del todo, a las puertas del verano, el alcalde de Burdeos, el ecologista Pierre Hurmic, daba la campanada al anunciar que Bruselas no ha mantenido en su último plan de financiación esa extensión del trazado de alta velocidad hacia Toulouse y Burdeos.

Europa echa nuevamente el freno

De acuerdo a la información trasladada desde el Gobierno municipal de Burdeos, la presidenta de la Comisión de Transportes del Parlamento Europeo, Karima Delli, realizó unas declaraciones al margen del Connecting Europe Days, celebrado el 29 de junio en Lyon, que no dejaban dudas sobre el enfriamiento de un proyecto que el nombramiento de Castex podría volver a recalentar.

«No hemos seleccionado el proyecto de nueva línea de alta velocidad GPSO porque nos parece que existen alternativas, fundadas en la mejora de las líneas ya existentes, que permitirían disminuir de manera importante la huella medioambiental del proyecto, además de ser más útiles desde el punto de vista de la movilidad cotidiana de la población», afirmó la comisaría, según dio a conocer el primer edil.

A la vista de ese pronunciamiento, al que Rousset quitó plomo, acusando de manipulación al alcalde bordelés, el proyecto de nueva línea de alta velocidad quedaba otra vez en vía muerta.

Sin embargo, Rousset daba a entender que nada está decidido y aconsejaba «ir etapa a etapa dada la envergadura de este proyecto».

El nombramiento de Castex al frente de una agencia que es estación de paso obligado para el lobby de la alta velocidad promete abrir una nueva página, ya a la vuelta del verano, sobre un proyecto que levanta chispas en Euskal Herria.