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Osasuna derrota al Cádiz con dos penaltis y El Sadar celebra su segunda victoria consecutiva

Osasuna ha derrotado al Cádiz gracias a dos penaltis convertidos por Chimy, que ha marcado su segundo gol de la temporada, y Kike García. Los rojillos se instalan en la parte alta de la clasificación tras hacer pleno de victorias en este inicio liguero, algo que no lograban desde el curso 1981-82.

Chimy Ávila celebra el primer gol del partido, su segundo de la temporada. (@CAOSASUNA)

Osasuna no ganaba los dos primeros partidos en Primera División desde la temporada 1981-82. Pues 41 años después, Jagoba Arrasate y sus pupilos han roto esa maldición y El Sadar ha celebrado a lo grande la segunda victoria del curso. Dos partidos, dos victorias; pleno en El Sadar y el equipo rojillo se instala en la zona noble de la clasificación. Líder en solitario por ahora, a la espera de lo que hagan este mismo sábado Betis y Real Madrid.

La sintonía entre los jugadores y el entrenador es de tal magnitud que en cuanto rueda el balón, el aficionado no duda que va a ver a un equipo competitivo y reconocible. Y así ha sido frente al Cádiz también. Como es lógico, en 90 minutos hay tiempo para la debilidad, así como para la reconexión, y entre esas dos situaciones, Osasuna se ha manejado de forma brillante.

Ha empezado mejor la escuadra rojilla, con un juego eléctrico, abriendo el balón a las bandas por parte de Moncayola, Torró o Aimar Oroz, que ha vuelto a ser titular y ha vuelta a demostrar que apunta maneras. Tiene la confianza del entrenador y pelea todos los balones. Está con chispa y el rifi-rafe con un veterano como Fali no fue suficiente para aminorar el carácter del canterano navarro.

Budimir ha vuelto a la titularidad y con elló, ha trasladado a la banda derecha al Chimy Ávila, que sin disponer de demasiadas ocasiones ha vuelto a ver puerta, esta vez desde el punto de penalti tras una infracción de Ledesma al delantero croata que Mateu Lahoz no ha dudado en castigar. El delantero argentino ha fallado desde los once metros con un disparo centrado y potente, y así ha sido su celebración también, con toda la rabia.

Y es que antes de ese 1-0 que ha llegado en el minuto 37, las fuerzas estaban muy parejas, aunque en la posesión de la pelota siempre ha dominado Osasuna. Los gaditano han dispuesto de una buenísima ocasión al cuarto de hora del juego tras una buena internada de Diarra que no ha acertado en el último disparo. Lozano tampoco ha estado acertado a la hora de rematar el centro de Lucas Pérez cuando ya le había cogido la delantera a los centrales rojillos.

Entre esas dos ocasiones de los visitantes, Osasuna ha estado a punto de abrir el marcador pero Ledesma ha salvado los muebles de su equipo rechazando el centro de Budimir al que ya se veía rematando a puerta un Moi Gómez que se ha ido diluyendo al paso de los minutos.

El portero argentino del Cádiz ha vuelto ha ser el protagonista nada más comenzar el segundo tiempo con una gran manopla al cabezazo de Budimir, impidiendo el segundo gol rojillo. Le ha dado alas a su equipo pero los delanteros gaditanos no han estado muy finos. Lucas Pérez ha fallado lo infallable justo un minuto después de la parada de su guardameta –su cabeza estaba ya en la celebración– y a Lozano le ha sobrado un toque cuando encaraba a Herrera y Rubén Peña ha aprovechado para cruzarse de forma imperial.

A falta de algo más de diez minutos para el final, Kike García ha sido objeto de falta dentro del área y a Mateu Lahoz no le ha temblado el pulso para señalar el segundo penalti a favor para el Osasuna. El mismo delantero conquense ha sido el encargado de lanzar la pena máxima, poniendo así el 2-0 en el marcador y asegurando una victoria que sabe a gloria aunque aún sea la segunda jornada.

Aún queda mucho trabajo por hacer pero como dice la mítica frase, «lo bailado, bailado está» y nadie le quitará los seis puntos que ha sumado en este inicio liguero que le permiten dormir tranquilo.