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«Morroni y Facal viven»; Montevideo revive el trágico ejemplo solidario con los vascos

28 años después de que el Gobierno de Lacalle reprimiera brutalmente la solidaridad con los refugiados vascos en huelga de hambre contra su entrega, cientos de personas han vuelto a concentrarse ante el Hospital Filtro para recordar a los dos muertos y denunciar la impunidad sobre el caso.

Norma Morroni, con una bandera de Askapena, en uno de los actos que han acompañado a la movilización. (Askapena)

Norma Morroni, madre de Fernando, uno de los dos fallecidos a consecuencia de aquel embate represivo de agosto de 1994, ha liderado la marcha que esta pasada tarde en Uruguay (madrugada en Euskal Herria) ha vuelto a partir del Obelisco de Montevideo para desembocar en el Hospital Filtro, epicentro de aquella trágica represión.

Se trata del hospital en el que estaban ingresados tres de los exiliados vascos que luchaban contra su entrega al Estado español. La defensa del derecho de asilo, muy arraigado en Uruguay, tomó cuerpo en una potente movilización ciudadana combatida a sangre y fuego por el Gobierno.

La solidaridad con la causa vasca costó la vida a dos jóvenes: Fernando Morroni, que participaba en la movilización, y Roberto Facal, que había registrado las cargas con su cámara y al que mataron a cuchilladas al volver a su casa.

Norma Morroni, que se ha presentado como «una madre que está siempre, para lo que sea», ha vuelto a incidir en la impunidad que sucedió a esa masacre. En los últimos años se ha sabido que uno de los policías implicados ha sido identificado sin que se actuara judicialmente contra él.

La movilización ha sido el colofón a varios actos de recuerdo celebrados estos días en la capital uruguaya, con participación también de Askapena.

El cartel conmemorativo de este aniversario, el número 28, ha tomado forma de collage, recogiendo muchos de los detalles de aquella brutal acción policial (además de los dos muertos hubo más de un centenar de heridos, 22 de ellos de bala). Elementos que ha explicado Askapena en este hilo de Twitter:

 

Pese a los 28 años transcurridos, el aniversario ha tenido un potente eco en redes sociales y en algunos medios uruguayos, lo que demuestra que la masacre del Filtro sigue siendo una herida abierta en Uruguay.