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Una familia de acogida denuncia que «están muy solos» en la atención a las personas refugiadas

En un acto organizado por Lakua con las personas que amparan a refugiadas y refugiados ucranianos, una de las familias de acogida ha denunciado que se sienten «muy solos» en la atención a estos ciudadanos y que las instituciones se han «desentendido» de quienes están en casas de acogida.

El lehendakari Iñigo Urkullu preside la mesa de seguimiento a la acogida de personas ucranianas. (IREKIA) (IREKIA)

«A la gente que ha venido y ha acudido a CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) los han llevado a albergues, y a partir de ahí les han dado vivienda, les buscan trabajo y les dan ayudas; pero de los que están en las casas de acogida se han desentendido de ellos, los han sacado del sistema», ha descrito Esperanza Martínez, una gasteiztarra que acoge a una familia ucraniana de cinco miembros, entre ellos dos menores.

Estas declaraciones las ha realizado en una visita organizada por Lakua en la capital de Araba con las personas que acogen a refugidas y refugiados ucranianos.

«Como están con nosotros parece que están protegidos y no necesitan la ayuda de nadie, pero no es real porque ya llevamos cinco meses y esta situación puede alargarse mucho», ha añadido Martínez que, sin embargo, ha recalcado que la experiencia como familia de acogida está siendo «muy buena».

«Nos dijeron que sería cuestión de un mes»

Martínez es una de las personas que este miércoles ha participado en una visita guiada por el Casco Viejo de Gasteiz organizada dentro del programa psicosocial Berritze de Lakua que desde junio trabaja en orientar, asesorar y acompañar emocionalmente tanto a las personas que se han visto obligadas a abandonar Ucrania por la invasión de Rusia como a las familias vascas de acogida.

En declaraciones a los medios de comunicación esta gasteiztarra ha recordado que ella se dirigió al Gobierno de Lakua ofreciéndose para acoger a refugiados ucranianos para que no masificaran los albergues y los hoteles y que entonces le dijeron que sería «cuestión de un mes, pero no ha sido así».

Ha añadido que acudieron a CEAR en un primer momento en busca de ayuda pero que se «han desentendido». «Nuestra única salida es intentar que encuentren un trabajo y alquilen una vivienda» pero están teniendo «problemas» para ello, ha resumido Martínez.

«No sabemos cómo vamos a hacer para que se integren realmente» aquí, ha resumido esta gasteiztarra que no obstante ha destacado las facilidades que se les ha dado a las niñas y niños de la familia que acoge para escolarizarse aquí.

Agradecimiento de Karina

Junto a ella en la visita ha estado la madre de la familia ucraniana acogida en su casa, Karina, quien no ha podido dejar de emocionarse al relatar a los medios de comunicación el apoyo y la ayuda recibida por Martínez y su marido. «Nos han ayudado mucho, estamos muy bien con ellos», ha explicado Karina en un español que ha aprendido por Internet ella sola en los cinco meses que lleva aquí.

Ha reconocido que le está siendo muy difícil encontrar trabajo pero que lo va a intentar para poder alquilar un piso con la perspectiva de que si la guerra continúa quedarse aquí por el bienestar de su familia y especialmente de sus hijos.

El programa Berritze

Desde el programa Berritze, la sicóloga Oihane Garamendi ha explicado que desde la puesta en marcha de este programa han atendido a 602 personas, 276 ucranianas y 326 acogedoras.

Ha indicado que trabajan a nivel grupal y también de manera individual para ayudar a refugiados y familias de acogida a adaptarse a la nueva realidad y ha destacado la «grandísima labor» que están haciendo quienes acogen y el «gran esfuerzo» de los que llegan para «acoger la cultura de aquí sin dejar la suya».

También ha valorado la importancia de generar espacios para compartir emociones y de fomentar actividades de carácter transcultural como la visita de este miércoles en Gasteiz.