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‘Las buenas compañías’ rememora la lucha de las mujeres de Errenteria en los 70

Silvia Munt rueda ‘Las buenas compañías’, un ejercicio de memoria feminista que recuerda a las mujeres de Errenteria que, en la década de los 70-80, lucharon por sus derechos y cruzaron la frontera para ayudar a otras mujeres a abortar con dignidad. Sigue la estela del corto homónimo de 2015.

Silvia Munt, Alicia Falcó y Elena Tarrats, en el rodaje de 'Las buenas compañías’. (Nico DE ASASSAS)

En 1976, había en el Estado español más de 350 mujeres encarceladas por delitos como adulterio, aborto y prostitución, cuya amnistía fue una de las principales reivindicaciones del movimiento feminista de la época.

Ese mismo año tuvo lugar la detención de 10 mujeres y un hombre en Basauri, acusadas de haber abortado o haber practicado abortos. Ante esto, un grupo de mujeres feministas de Errenteria se organizó para ayudar a cruzar la muga a mujeres que querían abortar.

En 2015, las directoras Bertha Gaztelumendi y Nuria Casal rodaron ‘Las buenas compañías’, un cortometraje documental en torno a la lucha feminista en Orereta, desde el año 1975 hasta la puesta en vigor de la segunda ley de aborto de 2010.

Este ejercicio de memoria colectiva partió del trabajo realizado por el grupo de investigación Memorandra-Oreretako Memoria Feminista.

Ambas realizadoras destacaron entonces que el objetivo principal de esta producción era «recordar la lucha emprendida por el movimiento feminista y otras muchas mujeres que, en un entorno social y político en el que imperaba la represión total sobre los derechos de las mujeres, sumaron sus esfuerzos para lograr el derecho al aborto, el derecho sobre nuestros cuerpos y abogar por una sexualidad libre. Durante el franquismo, estas mujeres ayudaron a otras a abortar en condiciones seguras y dignas».

Siete años después del rodaje de este corto documental -cuyo visionado está disponible-, ha arrancado el rodaje de ‘Las buenas compañías’, una largometraje de ficción dirigido por Sílvia Munt, coescrito junto a Jorge Gil Munarriz y protagonizado por Alicia Falcó, Itziar Ituño y Elena Tarrats.

Su argumento está inspirado en los mismos hechos reales que motivaron el corto de Bertha Gaztelumendi y Nuria Casal: la historia de un grupo de mujeres de Errenteria que, en la década de los 70-80, se dedicaron a luchar por los derechos de la mujer y cruzar la muga con ellas para ayudarlas a tener un aborto digno.

Irusoin, Oberon Media y En la Frontera Película AIE han compartido labores de producción junto a Manny Films y La Fidèle Production. El rodaje se prolongará durante seis semanas en localidades como Donostia, Errenteria y Biarritz. Filmax se encargará de su distribución comercial y el reparto se completa con las presencias de María Cerezuela, Ainhoa Santamaría o Itziar Aizpuru, entre otras.

No hay que olvidar de dónde venimos

Conocida sobre todo por su faceta interpretativa en más de cincuenta películas, Silvia Munt inició a partir de 1998 su trayectoria como directora, tanto de películas de ficción como documentales y teatro.

A lo largo de esta etapa ha dirigido más de quince obras audiovisuales, entre las que destacan: el corto documental ‘Lalia’ (1999), el largometraje ‘Pretextos’ (2008) y su, hasta el momento, último documental, ‘La granja del pas’ (2015).

Para Munt, este nuevo proyecto quiere servir de recordatorio de que «después de 44 años, muchas reivindicaciones de esa época se hacen aún necesarias. Vivimos en un mundo donde la mujer y sus libertades han dado un paso incuestionable, pero no hay que olvidar de dónde venimos, lo que costó llegar hasta donde nos encontramos y lo fácil que puede ser desandar lo conseguido».

El argumento de ‘Las buenas compañías’ se escenifica durante el verano de 1976 y, según su sipnosis oficial, su protagonista es Bea (Alicia Falcó), tiene 16 años y se suma a los aires de cambio que recorren el Estado español; colabora con un grupo de mujeres para visibilizar la causa feminista y lograr la aprobación del derecho al aborto. La rebeldía que siente en la sangre se mezclará con un sentimiento inesperado que trastocará su mundo interior.

A lo largo de estos meses, Bea entablará una amistad muy especial con Miren (Elena Tarrats), una chica algo mayor que ella y de buena familia. Su compromiso político y su relación con Miren convertirán ese verano en una etapa que marcará un antes y un después en su vida.