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La UE sigue siendo el principal importador mundial de carburantes fósiles rusos

La UE «es el principal financiador de la guerra de Rusia en Ucrania», ya que ha adquirido el 54 % de todos los combustibles fósiles exportados por Rusia desde el inicio de la invasión, el pasado 24 de febrero, según revela un informe del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA).

Instalaciones de Nord Stream en Alemania (Odd ANDERSEN | AFP)

De acuerdo con el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio, con sede en Finlandia, Rusia ingresó 158.000 millones de euros con la exportación de carburantes fósiles durante los primeros seis meses de la guerra de Ucrania (desde el 24 de febrero hasta el 24 de agosto), de los que la UE importó cerca de 85.100 millones.

China se situó como el segundo mayor comprador de petróleo, gas y carbón rusos, aunque muy lejos de la UE, ya que su gasto ascendió a unos 34.900 millones de euros, seguido de Turquía (10.700 millones), India (6.600 millones) y Japón (2.500 millones).

«Las exportaciones de combustibles fósiles han aportado aproximadamente 43.000 millones de euros al presupuesto federal de Rusia desde el inicio de la invasión, ayudando a financiar los crímenes de guerra en Ucrania», afirma CREA en su informe.

Aunque no hay cifras oficiales disponibles, se estima que Rusia ha invertido alrededor de 100.000 millones de euros en financiar la guerra contra Ucrania, por lo que los ingresos procedentes de la exportación de combustibles se han convertido en «el factor clave» que hace posible la agresión militar rusa, según CREA.

Aumento del precio

Este centro de investigación independiente señala que los volúmenes de exportación de carburantes no renovables de origen ruso se han reducido este año respecto a años anteriores, pero sus ingresos actuales «son muy superiores» debido al fuerte aumento de los precios de la energía.

Dentro de la UE, los cinco mayores importadores de combustibles rusos en los seis primeros meses de la guerra de Ucrania son Alemania (19.000 millones de euros), Holanda (11.100 millones), Italia, (8.600 millones), Polonia (7.400 millones) y Estado francés (5.500 millones).

El Estado español se situó en octavo lugar en esta tabla, con un gasto aproximado de 3.300 millones de euros, y según CREA, sus importaciones incluyen gas de la compañía estatal rusa Gazprom, pese a no tener flujos directos desde Rusia.

A raíz de la invasión de Ucrania, muchos países occidentales han recortado el volumen de sus importaciones de carburantes rusos, especialmente los de la UE, donde han caído un 35 % respecto a los niveles previos a la invasión.

El organismo estima que esta reducción de los volúmenes de petróleo, gas y carbón exportados supuso a Rusia una pérdida de ingresos de unos 170 millones de euros diarios durante julio y agosto.

«En conjunto, la UE, la OTAN y los países del G7 importaron el 56 % de las exportaciones de combustibles fósiles de Rusia en julio y agosto. Esta cifra es inferior al 75 % anterior a la invasión, pero aún sigue siendo considerable», señala el informe.

Eerdogan critica a la UE

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha subrayado que la respuesta comunitaria a la invasión rusa de Ucrania ha provocado que Europa tenga serios problemas de abastecimiento energético, por lo que ahora está «cosechando lo que ha sembrado».

«(Nosotros) no tenemos ningún problema con el gas natural. Europa cosecha lo que siembra. Creo que Europa va a pasar este invierno con serios problemas», ha destacado el mandatario turco desde el aeropuerto de Esenboga, en Ankara, antes de partir hacia Bosnia y Herzegovina.

Rusia ha decidido cortar el gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream de forma indefinida. Así lo anunció el monopolio gasista Gazprom, quien justificó al principio el cierre debido a problemas de fugas de aceite en la única unidad compresora activa. Sin embargo, ayer reconoció que no abrirá el grifo hasta que la UE levante las sanciones, empezando por las que afectan a la industria gasera rusa.

Con respecto a Turquía, hay que recordar que el Gobierno turco anunció a principios de agosto, durante una visita de Erdogan a Rusia, su intención de pagar en rublos una parte de sus importaciones de gas ruso.

Si bien Turquía expresó su oposición a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, hasta ahora se ha abstenido de unirse a las sanciones estadounidenses y europeas contra Rusia para facilitar un papel de «mediador» en la crisis.

Rusia también ha proporcionado a Turquía una muy necesaria liquidez en divisas extranjeras al transferir miles de millones de dólares a una subsidiaria de la operadora nuclear rusa Rosatom con sede en Turquía para completar la construcción de una central en la costa mediterránea.

Turquía es aliado de la OTAN, aunque siempre ha mantenido cierta autonomía estratégica. Esta se ha incrementado en los últimos años con el idilio, no exento, como cualquier matrimonio, de rencillas, entre Erdogan y Putin.