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Bajo la piel, en las colinas danesas

El nuevo centro de visitantes en el paisaje de Kolding, Dinamarca, pretende ser puerta de entrada arquitectónica a su historia y naturaleza.

El estudio de arquitectura danés CEBRA ha finalizado el proyecto de un nuevo centro de visitantes en el paisaje de Skamlingsbanken, en una colina, en Kolding, Dinamarca, que se ha utilizado como escenario para numerosos eventos en la historia del país. El centro de visitantes conmemora la historia y la importancia del lugar, sin embargo, el edificio huye de cualquier imposición y diluye su presencia en el paisaje. Únicamente dos cortes curvos en el terreno revelan la presencia del centro, cortes que toman la forma de unos ventanales abiertos al paisaje. El edificio se inserta bajo la piel terrestre, asemejándose a otro montículo más de la topografía natural del lugar, y señalando el que es el punto más alto en el sur de Jutlandia.

El estudio CEBRA Architecture, dirigido por los arquitectos Mikkel Frost, Carsten Primdahl y Kolja Nielsen, ganó un concurso internacional para diseñar el edificio de 500 metros cuadrados en 2016. Sin dejar de ser sensible al paisaje, las colinas ondulantes y los prados de Skamlingsbanken propusieron un amplio diseño para el centro de visitantes, con un programa que requería un espacio de exposición, instalaciones para la enseñanza y una cafetería con tienda.

Al ingresar al centro, los visitantes experimentan moverse a través del paisaje desenterrando sus muchas historias ocultas. La pared posterior ondulada está enlucida con arcilla, y el resto del interior se caracteriza por materiales locales como la madera, el terrazo con cantería y los tonos de colores suaves y terrosos.

El espacio de exposición se centra en cómo se formó el lugar, su orografía y cómo se ha utilizado, al mismo tiempo que explora cómo se necesita una acción democrática para resolver los problemas de hoy, como la crisis climática. El espacio expositivo de carácter introvertido y con una iluminación atenuada centrada en los objetos, se culmina con una espectacular vista panorámica del paisaje y del estrecho de Little Belt.

Skamlingsbanken, en el sur de Dinamarca, ocupa un lugar especial en la historia danesa reciente. Ha actuado como un punto de reunión cultural para la gente a raíz de los cambios políticos y sociales, formando un escenario natural para las voces de los defensores del idioma danés, las principales candidatas del movimiento feminista o la celebración del final de la Segunda Guerra Mundial. El lugar está ubicado en el punto más alto de un paisaje de morrena ondulante con vistas espectaculares sobre el estrecho de Little Belt, y el nuevo centro de visitantes funciona como una puerta de entrada arquitectónica a la historia y la naturaleza. De modo que la arquitectura tiene como objetivo restablecer este lugar histórico único y su paisaje distintivo como un sitio de encuentro público popular.

Una colina curvada. Este singular paisaje se creó durante la última Edad de Hielo y ofrece una naturaleza rica y variada caracterizada por colinas ondulantes y grandes prados. Es este contexto paisajístico, la principal inspiración para el diseño del centro de visitantes. Al elevar el paisaje junto con dos cortes circulares, el espacio de exhibición se convierte en una sutil inserción en el paisaje en forma de una colina suavemente curvada.

De este modo, la principal atracción del centro de visitantes es la naturaleza misma. Cuando los visitantes ingresen al espacio de exhibición, experimentarán moverse a través de la colina. El centro de visitantes es, por lo tanto, una interpretación arquitectónica del paisaje glacial. No es un destino en sí mismo, sino parte de una narrativa general. El edificio es un portal, a la historia y a la naturaleza local, y forma un punto de partida natural para realizar caminatas por el área, ya que una red de caminos fluye a través del edificio y lo conecta con el territorio próximo.

Desde aquí, los visitantes son guiados hacia el paisaje o en el interior del centro hacia la exposición, las instalaciones de enseñanza o la cafetería. El nuevo centro de visitantes se ha construido en un área protegida, y los valores paisajísticos y biológicos han sido puntos importantes en el proyecto. En estrecha colaboración con los propietarios, las fundaciones y la Sociedad Danesa para la Conservación de la Naturaleza, el equipo del proyecto logró expandir el área protegida alrededor del centro de visitantes de 35 a 128 hectáreas.

El diseño del edificio, de corte topográfico, ha sido crucial para proteger la flora y la fauna del lugar con varias especies botánicas nativas especialmente raras y protegidas. En colaboración con un biólogo del municipio de Kolding, se desarrolló y esparció una mezcla especial de césped basada en especies locales para tapizar la cubierta vegetal del edificio y sus alrededores. La mezcla proporciona condiciones óptimas para las hierbas locales y, junto con la reutilización de la turba natural del solar de construcción, el proyecto establece una indudable continuidad con la naturaleza y la biodiversidad local, como si siempre hubiese formado parte de la piel natural que cubre esas colinas danesas.