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Una avería «definitiva» del transformador deja a Zubieta sin valorizar, revela GuraSOS

Un informe del fabricante del transformador de la incineradora de Zubieta señala que no se puede reparar tras su última avería. De este modo, según ha destacado GuraSOS, esta infraestructura no puede cumplir la función para la que fue construida, generar electricidad incinerando residuos.

Joseba Belaustegi, de GuraSOS, en una comparecencia en la que se ha aportado documentación. (Jon Urbe | Foku)

Una nueva avería del transformador ha dejado a la incineradora de Zubieta sin valorizar, según ha revelado hoy en Donostia GuraSOS, que ha subrayado que este nuevo problema en esta pieza esencial es «definitivo», ya que el fabricante de la misma, la empresa alemana ABB asociada con la japonesa Hitachi, reconoce en un informe que no tiene arreglo.

Joseba Belaustegi, integrante de GuraSOS, ha explicado que la última avería se registró el 25 de abril y que estuvo durante un mes, hasta el 25 de mayo, sin poder valorizar, es decir, sin poder verter a la red la energía generada por la incineración de residuos. Esta es la principal función por la que se construyó la incineradora de Zubieta.

Desde el 25 de mayo, la incineradora, siempre según la información de GuraSOS, ha funcionado con una infraestructura provisional cuya autorización concluye en seis meses, es decir, en noviembre. Esta infraestructura provisional permite a la incineradora verter a la red seis megawatios/hora, que es apenas una cuarta parte de lo que podría aportar si funcionara a pleno rendimiento. La incógnita es qué sucederá cuándo caduque la autorización provisional si, tal y como dice el fabricante, no se puede reparar el transformador. En ese caso, la incineradora quedaría aislada de la red y no podría verter la energía generada.

«A día de hoy se está incinerando, pero no valorizando, salvo en los índices testimoniales citados. Y la incineración en sí misma está calificada en la normativa europea al mismo nivel que los vertederos. Es la fórmula ‘incineración más generación energética’ la que define una planta como de ‘valorización energética’», ha subrayado GuraSOS.

Este colectivo ha subrayado, además, que ni cuando el transformador estaba operativo la incineradora de Zubieta ha sido capaz de generar y verter a la red la energía prevista. De este modo, según cifras del Operador del Mercado Ibérico de Electricidad (OMIE) facilitadas por GuraSOS, de una previsión de 160.000 megawatios/hora anual solo se ha logrado llegar a los 55.092,4, lo que representa el 34,4% de la previsión de GHK y un 28,5% de su capacidad.

Este es el tercer accidente que sufre el transformador de la incineradora de Zubieta. El primero de ellos tuvo lugar en junio de 2019, cuando se puso en marcha el complejo «sin tener la autorización necesaria», según GuraSOS. «Además de clandestina, la puesta en marcha resultó en primera instancia un fracaso, puesto que se produjo la primera explosión e incendio, ocasionando los primeros daños importantes en el transformador», ha recordado este colectivo. La delegación de Industria sancionó a la concesionaria Ekondakin con multas de 30.000 euros por infracción grave por instalar el transformador y ponerlo en marcha sin la preceptiva autorización y por no informar de lo sucedido.

El segundo accidente se registró en setiembre de 2020, cuando Ekondakin programó la primera energización de vertido a la red de la electricidad generada en la incineradora. Esta vez hubo que enviar el transformador a Alemania para ser reparado y no se reinstaló hasta diciembre de 2020. Durante este tiempo, el transformador principal también fue sustituido por otro temporal con una aportación a la red significativamente menor. Este accidente dio origen a tres sanciones por infracción grave por parte del Gobierno de Lakua en las que se evidencia que los gestores de la incineradora actuaron sin cumplir los reglamentos de seguridad, con una inadecuado mantenimiento y sin subsanar las deficiencias detectadas, según GuraSOS, que ha destacado que estas negligencias aparecen también reseñadas en el informe del fabricante sobre la última y «definitiva» avería.

Este tercer accidente tuvo lugar el 25 de abril de 2022 y obligó a parar la aportación de energía generada a la red. El transformador fue enviado al fabricante para su reparación y este ha emitido un informe que indice que el accidente es muy similar al de setiembre de 2020 y «no recomienda su reparación, dada la gravedad e irreversibilidad de los daños en el núcleo».

En opinión de GuraSOS, «al desastre funcional general del complejo de Zubieta, con la consiguiente gravedad en términos medioambientales y de seguridad de los trabajadores que allí operan, se suma ahora este otro déficit que cualitativamente va más allá porque afecta de manera determinante a la viabilidad del proyecto».

Tras recordar que la incineradora está sometida a investigación judicial y de la Guardia Civil por diferentes casos, GuraSOS subraya que «la caída definitiva del ‘transformador elevador principal’ representa un déficit de rango estratégico, estructural, de diseño mismo del proyecto, definido como centro de valorización energética, entendida esta como la suma ‘incineración con generación de energía’. Solo con incineración, no hay valorización. Para que exista esta ha de haber generación de energía y si no, el proyecto resulta un fiasco sin precedentes, que además es ilegal».

Ante «la gravedad de la situación», GuraSOS llama a la sociedad a que «reactive su alerta ante el caso» y emplaza a las instituciones a que se abran al diálogo con la sociedad con el fin de afrontar este reto medioambiental.