Ekotopaketak abre una dinámica para canalizar luchas en una gran organización ecologista
Ekotopaketak cierra este domingo los encuentros en Portugalete con el compromiso de los participantes de emprender una dinámica en red con asociaciones y organizaciones ecologistas, con «una idea en el horizonte», crear una organización que aúne luchas y fuerzas frente a la crisis ecosocial.
Los encuentros que desde el viernes se celebran en Sastraka Gaztetxea de Portugalete, Ekotopaketak, han concluido este domingo con una propuesta avalada en asamblea para poner en marcha una dinámica conjunta que articule una organización ecologista fuerte, una herramienta que reúna voces y discursos frente a la crisis ecosocial.
«Hemos de agradecer profundamente el trabajo que realizan muchísimos activistas cotidianamente, gracias al cual se mantiene viva la llama verde; pero ¿es esto todo lo que podemos hacer desde (Hego) Euskal Herria para detener la crisis ecosocial?», planteaban los organizadores al inicio de los encuentros.
En la asamblea realizada esta mañana se ha abordado esta cuestión, la necesidad de una herramienta que dé continuidad y forma a las luchas y fuerzas reunidas en torno a estas jornadas.
Fuentes de la organización de Ekotopaketak han manifestado a NAIZ que la asamblea ha visto con buenos ojos la apertura de una dinámica común con vistas a la creación de un nuevo agente.
En ese contexto, han señalado que en ese espacio de debate con el que ha cerrado el programa se ha hablado de la necesidad de dar curso al impulso que ha supuesto este foro, de la posibilidad de apostar por una dinámica conjunta en torno a una cuestión concreta o la necesidad de crear red e ir a una organización conformada por distintas organizaciones y agentes ecologistas en torno a comarcas pero no como plataforma, sino como una nueva organización.
Según han concretado, en los próximos meses se abrirá una dinámica de trabajo para analizar cómo configurar esa herramienta de manera que canalice toda la fuerza reunida.
A este respecto han precisado que actualmente hay un gran abanico de grupos ecologistas y cientos de movimientos articulados en torno a proyectos locales o sectoriales, como se ha visto en los propios encuentros en Sastraka.
Conservando la diversidad y aprendiendo del feminismo
La idea es «conservando esa riqueza de luchas, articular un movimiento fuerte que interpele a políticos y sociedad», han manifestado desde la organización, y han apuntado un dato significativo al respecto, de las alrededor de 500 personas que ha reunido Ekotopaketak estos días, 350 no estaban organizadas en un grupo ecologista.
La asamblea de Sastraka ha dejado también sobre la mesa algunas de las pautas a seguir con vistas a ese nuevo agente ecologista en el que confluirán distintas sensibilidades y luchas. Se ha hablado, por ejemplo, de un modelo de militancia construido sobre el «buen trato, el respeto y espacios seguros, aprendiendo del feminismo», así como de la necesidad de trabajar desde la «conciencia de pueblo» y de cuestionar los mensajes que se lanzan desde los medios de comunicación ligados a los oligopolios.
A lo largo del encuentro, entre los participantes han aparecido ideas como la necesidad de consensuar un programa común, mostrar «músculo» o dar «un salto cualitativo y cuantitativo».
«Lo que se ha decidido es canalizar toda esa fuerza a través de una dinámica de cara a este otoño-invierno, ir conociéndonos e ir articulando un movimiento ecologista con la idea de cerrar una nueva herramienta en el horizonte», han matizado desde la organización.
Energía, soberanía, crisis climática, temas sociales y relacionados con el mundo laboral son algunos de los ejes apuntados sobre esa próxima dinámica común. Entre las voces reunidas en Sastraka ha habido también apuestas por radicalizar el mensaje frente al discurso oficialista en torno a la cultura ‘green’.
Las mismas fuentes han resaltado que, en cualquier caso, estos encuentros han superado las expectativas iniciales en cuanto a participación, diversidad de las y los asistentes en lo referente a luchas, género, edad..., algo que puede haber convertido esta cita en Sastraka en «un punto de inflexión» en la lucha ecologista.