La politización de la Justicia española vuelve a evidenciarse con la dimisión de Lesmes
El bloqueo sostenido por el PP que impide renovar los principales órganos judiciales del Estado ha desencadenado finalmente en la dimisión del presidente del CGPJ y el Supremo, Carlos Lesmes, y una reunión urgente Sánchez-Feijóo esta mañana de lunes. En el fondo, la eterna politización judicial.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se citan este lunes por la mañana en Moncloa tras la situación sobrevenida en el Poder Judicial español. Su presidente, que es también el del Supremo, Carlos Lesmes, ha cumplido su anuncio de dimitir si no había avances para renovar un Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que lleva casi cuatro años caducado. Llevaba en el cargo desde 2013.
En el trasfondo está obviamente la politización de la Justicia española, con un sistema basado en el reparto de cargos entre las dos principales fuerzas políticas del Estado, y que ha estallado estos años con la negativa del PP a facilitar la renovación preceptiva.
Con las instituciones europeas mandando mensajes de que esa situación es inaceptable, ya el año pasado Lesmes calificó la situación de «insostenible» para la judicatura e instó a las fuerzas políticas a que dejaran este asunto fuera de la «lucha partidista» y llegaran a un acuerdo en «las próximas semanas». En aquella ocasión, insistió en que esta anomalía se debía a causas que le eran «completamente ajenas» y recordó que el Congreso y el Senado deben nombrar a los nuevos vocales cada cinco años, un plazo que no es «meramente orientativo», sino que «están obligados» a respetarlo.
Lesmes ha intentado sin éxito que los sectores progresista y conservador del CGPJ se pusieran de acuerdo para nombrar a los dos candidatos que le compete nombrar al órgano para cubrir la mitad de las vacantes surgidas el pasado 12 de junio, cuando expiró el mandato de cuatro magistrados del TC.
El ala progresista del Consejo redactó una lista con nueve candidatos, pero los conservadores adujeron que seguían sin encontrar aspirantes entre los magistrados del Supremo, por lo que las negociaciones sobre el TC se estancaron.
La última reunión tuvo lugar el pasado miércoles sin éxito alguno, hasta el punto de que el sector progresista decidió buscar «vías alternativas» de negociación --más allá de los portavoces conservadores-- para intentar convencer a suficientes 'moderados' y sacar adelante la votación. Las fuentes consultadas por Europa Press indican que desde entonces no se habían producido progresos.
La visita de Reynders
Por otro lado, se esperaba que la visita del comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders, al Estado español -entre el 28 y el 30 de septiembre- ayudara a superar el bloqueo en las negociaciones entre PSOE y PP para renovar el CGPJ.
Reynders se fue convencido de que había conseguido arrancar a ambas partes el «compromiso claro» para renovar ya el CGPJ y reformar después el sistema de elección de sus miembros. Sin embargo, tanto Gobierno como PP rebajaron ese compromiso.
Lesmes, sin sucesión y también señalado
El embrollo se complica con la sucesión de Lesmes, que no está del todo clara. Encargó un informe al Gabinete Técnico del Supremo para que determinara cómo se le debe reemplazar en los dos cargos que ostenta: presidente del CGPJ y del alto tribunal. Los expertos señalaron que, llegado el momento, debe sustituirle quien ocupe la Vicepresidencia del Alto Tribunal, que ahora desempeña interinamente el magistrado Francisco Marín.
Aunque el hasta ahora presidente del Poder Judicial defendió esta postura ante la Sala de Gobierno del Supremo y ante el Pleno del Consejo, las fuentes consultadas han señalado que este es un punto de fricción que podría generar un tercer problema que vendría a agravar la crisis del Poder Judicial, tras la dilatada interinidad del CGPJ y las vacantes en el TC.
Las mismas fuentes han advertido de que desde el CGPJ no ven con buenos ojos que Marín recoja el testigo de Lesmes estando en funciones sin que el Consejo haya intervenido en la designación de su presidente. Por eso, sopesan desmarcarse del informe técnico entronizando al miembro de mayor edad del CGPJ, Rafael Mozo, como presidente interino.
Entre tanto, desde Unidas Podemos se señala también al propio Lesmes Su portavoz parlamentario, Pablo Echenique, ha dicho sobre la renuncia del presidente del CGPJ que éste lleva casi cuatro años «ocupando uno de los puestos más poderosos y mejor pagados del Estado con el mandato constitucional caducado y la legitimidad democrática ausente».
A través de la red social Twitter, Echenique ha añadido esta noche del domingo al respecto: «casi cuatro años y ahora se pone todo digno».