Avisan de una «represión sangrienta» en la cuarta semana de protestas en Irán
Las protestas en Irán por la muerte de la joven kurda Mahsa Amini no dan muestras de desfallecer a pesar del uso de la fuerza por parte de las autoridades que, según activistas, han causado la muerte de más de 200 personas en las últimas cuatro semanas.
Grupos de activistas llamaron ayer a movilizarse en solidaridad con la población kurda de Sanandaj y el «heroico pueblo de Zahedan», en el sudeste de Irán, en una nueva jornada de protestas por la muerte el 16 de septiembre en Teherán de la joven kurda Mahsa Amini tras ser detenida por la llamada Policía de la Moral por no llevar «correctamente» el hiyab. La Policía volvió a reprimir con balas y gases lacrimógenos las manifestaciones que al grito de «Mujer, Vida, Libertad» recorrieron ayer, en su cuarta semana, las calles de Isfahán, Karaj, Saqez (ciudad natal de Amini) y la propia Teherán, donde al menos cuatro abogados fueron detenidos.
Iran Human Rights (IHR) denunció que sus investigaciones sobre el alcance de la «represión» en la zona del Kurdistán han sido obstaculizadas por los cortes de Internet y advirtió de una «inminente represión sangrienta» contra los manifestantes en Rojelat.
Esta ONG informó ayer de que al menos 201 personas han muerto en Irán a manos de las fuerzas de seguridad desde el comienzo de las protestas, entre ellos 28 menores de edad. Según información recabada por IRH, se han registrado muertos en 18 provincias, la mayoría en Sistán y Baluchistán (93 de total).
Los analistas aseguran que la variada naturaleza de las protestas ha complicado los intentos del Estado por atajarlas, lo que podría convertirse en un desafío para las autoridades mayor que ola de movilizaciones de 2019 contra el alza del precio del combustible.
Ante esta situación, Irán ha bloqueado el acceso a las redes sociales y ha lanzado una campaña de arrestos masivos, cientos de ellos de menores que han ingresado en prisiones de adultos, denunciaron grupos de defensa de los derechos humanos.
Las protestas han agitado particularmente Sanandaj, capital de la provincia de Kurdistán, de donde era oriunda Amini. Pero también Zahedan, en el sudeste, donde estallaron el 30 de septiembre después de que una adolescente denunciara que un comandante de la Policía de la región la había violado.
Después de los Estados Unidos, Canadá y otros países occidentales, los miembros de la Unión Europea acordaron ayer aprobar nuevas sanciones contra Irán por la muerte de Amina y la represión de las últimas semanas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen dijo que era «el momento de sancionar a los responsables» en Irán «por la represión de las mujeres». Las sanciones las adoptarán formalmente el lunes los ministros de Exteriores de la UE en Luxemburgo.
Jamenei: «Pequeños disturbios creados por el enemigo»
El líder supremo de Irán, Ali Jamenei, calificó ayer las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini como «pequeños disturbios», de los que volvió a acusar al «enemigo» y ante los que seguirá «firme».
«Estos pequeños disturbios han sido pobremente diseñados por el enemigo por el gran e innovador desarrollo de la nación iraní», dijo Jamenei. «La única solución es permanecer firmes», aseguró.
Afirmó que los «disturbios» no son «espontáneos», sino fomentados por los enemigos, término con el que se suele referir a EEUU e Israel. «La arremetida de la propaganda, influenciando la manera de pensar de la gente, provocando excitación y enseñando cómo fabricar cócteles molotov… son claros ejemplos de lo que el enemigo está haciendo», subrayó.