Colectivos de Barakaldo cuestionan a la alcaldesa sobre la aparición de lindane en Lutxana

Según han denunciado varios colectivos sociales y ecologistas de Barakaldo, el Ayuntamiento habría detectado lindane en los terrenos donde se está ejecutando el proyecto Parque Serralta. Denuncian que en su retirada no se cumplieron las medidas de seguridad adecuadas.

Colectivos sociales, culturales y deportivos de Lutxana y ecologistas de Barakaldo han solicitado una reunión a la alcaldesa, Amaia del Campo, al objeto de ser informados sobre todos los pormenores relacionados con la aparición de HCH (Lindane), en los terrenos donde se está ejecutando el proyecto Parque Serralta.

Dicha aparición fue detectada, al parecer, hace unos días, sin que nadie informara a la población, ni a los colectivos de Lutxana, aunque los colectivos dicen haber sospechado de esta presencia «debido al característico olor a insecticida que desprende».

Ha sido, el viernes 21, cuando, percatados de los trabajos de descontaminación y el aumento del citado olor, los grupos denunciantes han alarmado y se han puesto en contacto con responsables municipales, así como realizado llamadas al 112.

También afirman haberse acercado a los terrenos, comprobando que «dichas operaciones de descontaminación se estaban ejecutando sin ninguna medida de protección, tanto atmosférica como para los operarios y los cientos de personas que transitaban por el lugar. Aspectos que, los vecinos presentes, transmitieron a los responsables de los trabajos, al considerar que, el fuerte viento, estaba esparciendo el olor, así como partículas del tóxico». También critican que no se aplicaran medidas de limpieza a los camiones antes de su salida de la zona contaminada y que fueran descubiertos cubiertos.

A raíz de estas iniciativas, ese mismo día el PSE de Barakaldo, que gestiona las áreas de Urbanismo y Medio Ambiente, emite un comunicado que «lejos de aclarar la situación, provoca más incertidumbre».

En ese texto afirman que los suelos fueron descontaminados en 2007, pero que, debido a la ampliación de los terrenos objeto de urbanización, la empresa solicitó al Gobierno de Lakua la ampliación de la excavación de suelos, por un montante de 2.800 m3, al objeto de determinar la calidad de los mismos. Al parecer, es en ese momento cuando se descubre el residuo tóxico, apuntan las asociaciones.

Sin embargo, explican, «llama poderosamente la atención que, en el lugar donde han aparecido estos residuos, se habían ejecutado y se ejecutaban, en ese momento, obras de canalización» y que, por tanto, creen que debieron haber realizado una investigación del suelo, tras la cual se conceden los permisos necesarios, una vez confirmada la ausencia de contaminantes.

Por todo ello, han solicitado una reunión a la alcaldesa para obtener «respuestas claras y contundentes» sobre los resultados del análisis de esos 2.800 m³ o por qué no se adoptaron medidas de seguridad para los trabajadores, viandantes y vecindario colindante, entre otras cuestiones.