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Movilización por Amini ante su tumba y más de 1.000 acusados judicialmente ya

En el día 40 de la muerte de Mahsa Amini, una fecha de luto importante para los kurdos, cientos de personas han hecho cola para llegar a la tumba de la joven de 22 años. La conmemoración ha dado pie a numerosas protestas encabezadas por mujeres. La represión no cesa: 1.000 personas acusadas ya.

Iraníes marchan hacia la tumba de Masha Amini en el día 40 tras su muerte, que pone fin al luto. (AFP)

Cientos de personas se han reunido en la tumba de la joven Mahsa Amini para conmemorar los cuarenta días pasados desde su muerte tras ser detenida por la Policía de la moral, una fecha de luto muy respetada por los iraníes.

La ceremonia del día 40 del fallecimiento de Amini tiene lugar en el cementerio de Aichi, en la ciudad de Saqez, en el Kurdistán iraní, de donde era originaria la joven de 22 años, según la agencia oficial ISNA.

En la cultura chií de Irán tiene una gran importancia el rito de rememorar al difunto pasados 40 días de su muerte, fecha que pone fin al luto de la familia.

La celebración del rito se está llevando a cabo a pesar de que la oficina del gobernador provincial anunció que «la familia no celebrará la ceremonia».

ISNA informa además de que la ceremonia transcurre de «forma pacífica», «sin ningún tipo de conflicto o tensión con las fuerzas policiales presentes en las calles de la ciudad».

La agencia estatal también ha negado que se hayan cerrado las carreteras hasta el campo santo, tal y como se denunciaba en redes sociales.

Activistas en redes sociales han compartido información y vídeos que contradicen esas afirmaciones.

«Mujer, vida, libertad», gritaban docenas de personas en el cementerio y muchas mujeres se han quitado y ondeado sus velos.

Otros lema que se ha coreado es «muerte al dictador», en referencia al líder supremo de Irán, Ali Jamenei.

Colectivos de activistas llamaron ayer a protestar este miércoles para marcar la señalada fecha.

«Llamamos a todos para manifestarse en los barrios de las universidades y los bazares desde las 11.00 de la mañana», indicó el colectivo de Jóvenes de los barrios de Teherán.

Esta mañana también ha habido protestas en varias universidades, siguiendo ese llamamiento y al igual que días anteriores.

Amini murió el 16 de septiembre tras ser detenida tres días antes por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico, y desde entonces se suceden las protestas, que están siendo duramente reprimidas por la fuerzas de seguridad.

A su entierro, celebrado un día después, acudieron cientos de personas y muchas mujeres se quitaron sus velos, en una jornada que acabó con protestas reprimidas por las fuerzas de seguridad.

Las movilizaciones están protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres que lanzan consignas contra el Gobierno y queman velos, uno de los símbolos de la República Islámica y algo impensable no hace mucho.

Las universidades se han convertido en uno de los principales puntos de unas protestas que han causado al menos 108 muertos, según la ONG Irán Human Rights, con base en Oslo.

Más de un millar de acusados

Al menos 1.013 personas han sido acusadas por la Justicia iraní por su participación en las protestas por la muerte de Amini, de acuerdo con los últimos datos revelados este miércoles.

Las acusaciones están siendo anunciadas por las autoridades judiciales de cada una de las 31 provincias del país y hasta ahora solo cinco regiones han realizado anuncios al respecto, principalmente por cargos de «intención de actuar contra la seguridad del país» y «propaganda contra el sistema».

El presidente del Tribunal Supremo de la provincia suroccidental de Juzestán, Ali Dehqaní, anunció esta mañana que han acusado a 213 personas por su participación en las protestas, pero no ofreció detalles de los cargos.

Por su parte, las autoridades judiciales de la provincia de Zanyan, en el noroeste del país, detallaron también hoy que 119 personas hacen frente a cargos por las movilizaciones, de nuevo sin dar detalles, de acuerdo con la agencia iraní ISNA.

Esas acusaciones se suman a las 315 de Teherán, 201 de la provincia de Alborz, 55 de la provincia de Qazvin y 100 del Kurdistán, datos anunciados en los días pasados.

En el caso de Teherán, cuatro de los acusados se enfrentan a cargos por «enemistad con Dios» y por el uso de «armas para aterrorizar a la sociedad, herir a miembros de las fuerzas de seguridad, provocar incendios y destruir propiedades públicas y privadas», lo que podría conllevar la pena de muerte.