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De Prada, juez de la AN, lamenta el «rechazo sistemático» a las progresiones de grado

La Fundación Fernando Buesa ha organizado el seminario 'Justicia, verdad y convivencia', en el que el juez Ricardo de Prada, de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que decide sobre las progresiones de grado, ha lamentado «el rechazo sistemático» a las peticiones de presos vascos.

José Ricardo de Prada, en Tolosa en 2016, en una charla que generó una campaña de ataques en su contra. (Juan Carlos Ruiz | Foku)

El magistrado de la Sala de lo Penal Ricardo De Prada ha lamentado el «empeño» que muestra la Audiencia Nacional española a la hora de exigir peticiones de arrepentimiento, no solo para acceder a la libertad condicional, sino incluso a la obtención de permisos penitenciarios, cuando la ley «no dice de ninguna manera» que haya que condicionar esas medidas a la petición de perdón por parte del recluso.

De Prada ha participado, junto al asesor del Gobierno de Lakua en materia penitenciaria, Jaime Tapia, en el seminario ‘Justicia, verdad y convivencia’, organizado por la Fundación Fernando Buesa en Gasteiz.

Este juez ha afirmado que, más que jurisprudencia, lo que existe a este respecto es «una práctica» o un «criterio establecido» por parte de la Audiencia Nacional, que responde a «una visión absolutamente equivocada de la norma jurídica».

En este sentido, ha señalado que la norma jurídica establece, precisamente, que el tratamiento penitenciario «debe permitir una evolución» en el cumplimiento de las penas «de acuerdo a lo previsto en la Constitución» en lo que se refiere al objetivo de resocialización.

De Prada, que ha recordado que desde hace unos meses forma parte de la sala de la Audiencia Nacional que decide sobre las peticiones de progresión de grado, ha explicado que desde su posición ha tratado de evitar que se produzca un «rechazo sistemático» a las solicitudes, pese a que estas incluyan «un reconocimiento del daño y una petición expresa de perdón a las víctimas».

«Parece que no es suficiente; no sé qué es necesario para que se cumpla el requisito; no sé cuál es la palabra mágica que debe usarse para determinar que ese preso está auténticamente arrepentido o no lo está», ha lamentado.

Este magistrado ha añadido que si existen informes penitenciarios que ponen de manifiesto «el merecimiento y la conveniencia» de conceder un permiso a un determinado preso, como juez no tiene «ninguna razón» para pronunciarse en contra de lo que establecen los expertos de las juntas de tratamiento de las prisiones.

«Muchas veces solo puedo manifestar mi opinión discrepante y tratar de convencer a mis colegas de que el criterio que se debe aplicar debe ser diferente», ha añadido, tras lo que ha reconocido su «decepción» ante la forma en la que se está abordando este tema en la Audiencia Nacional. «Es algo que no logro entender bien», ha lamentado un juez que ya en anteriores ocasiones ha criticado la forma de proceder de la Audiencia Nacional frente a los presos vascos.

«Un tótem»

Tapia, por su parte, ha recordado que desde la asunción, el pasado año, de las competencias penitenciarias, Lakua ha tenido que aplicar los criterios establecidos por la Audiencia Nacional a la hora de decidir sobre las peticiones de progresión de grado presentadas por los presos que cumplen condena en las prisiones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

«En mi vida personal puedo pedir perdón y luego, en mi fuero interno, pensar que es solo una palabra», ha afirmado. En este sentido, ha lamentado que la Audiencia Nacional haya hecho de la exigencia de petición de perdón a los presos «un tótem», cuando se trata de una expresión «que puede no significar nada».