Los presupuestos de la CAV tendrán que negociarse antes del 28 de noviembre
Si el Gobierno de Lakua quiere alcanzar un acuerdo sobre los presupuestos con los grupos de la oposición habrá de hacerlo antes del 28 de noviembre, fecha en la que finaliza el plazo para la presentación de enmiendas. En el pleno ya ha habido un primer debate entre Iñigo Urkullu y Maddalen Iriarte.
El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha entregado este viernes a la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, el proyecto de presupuesto aprobado por el Gobierno de Lakua, y que para 2023 asciende a 14.250,7 millones de euros. Según el calendario elaborado para su tramitación en la Cámara, el plazo de presentación de enmiendas, entre ellas las de totalidad, acaba el 28 de noviembre.
Aunque el Gobierno de PNV y PSE tiene mayoría absoluta para poder aprobar esos presupuestos sin necesidad de más apoyos, si su voluntad de llegar a acuerdos es cierta, como el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha vuelto a reiterar hoy en el pleno, ese 28 de noviembre es la fecha límite para ello.
Durante el pleno de control que se celebra este viernes en el Parlamento, ya se ha producido un primer debate entre el lehendakari y la portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, que ha apuntado que pese a la propaganda gubernamental no ha visto ningún anuncio que indique que los presupuestos para 2023 son «valientes y anticíclicos», más bien los ha definido como «conservadores».
Iriarte ha cuestionado que sean los presupuestos más altos de la historia –como después de escucharle ha vuelto a repetir el lehendakari– puesto que las cuentas ahora vigentes son más elevadas. Y también ha hecho referencia a la inflación, recordando que «un euro de ahora no es lo mismo que un euro del año pasado».
La portavoz de EH Bildu ha reiterado la mano tendida para alcanzar un acuerdo, pero le ha criticado a Urkullu que «usted se empeña en un modelo privativo de gobernanza cuando el contexto socioeconómico exige una gobernanza cooperativa». Maddalen Iriarte ha vuelto a mostrar la necesidad de tomas medidas estructurales y también la de afrontar una reforma fiscal, para que no sean los trabajadores los que pagan la mayoría de los impuestos mientras los grandes oligopolios acumulan beneficios.
El lehendakari, por su parte, ha remarcado que este presupuesto es la respuesta al escenario de incertidumbre y desaceleración que estamos viviendo. Y ha añadido que se trata de un proyecto equilibrado y responsable.
Urkullu ha apuntado que «es una base sólida para alcanzar acuerdos. A partir de aquí se abre la oportunidad de dialogar y negociar con los grupos. Nuestra disposición y voluntad es nítida».