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Irlanda ya valora pros y contra de la renta básica universal: 300 euros semanales

Un estudio oficial ya mide las ventajas e inconvenientes que tendría en Irlanda la aplicación de la renta básica universal, que se establece en unos 300 euros semanales.

El debate de la renta básica universal empieza a abrirse paso en diferentes países; Irlanda le ha puesto cifras. (Getty)

La introducción de una renta básica universal en Irlanda tendría efectos positivos para los más desfavorecidos, aunque su aplicación supondría un coste de hasta 50.000 millones de euros anuales para las arcas públicas, según expone este martes un estudio del Instituto de Investigaciones Sociales y Económicas (ESRI).

El análisis de este laboratorio de ideas irlandés aborda las ventajas e inconvenientes de este sistema, que otorgaría a cada persona un ingreso incondicional de unos 300 euros semanales, independientemente de sus circunstancias.

A partir de las evidencias aportadas por programas piloto desarrollados en otros países, ESRI señaló que una renta básica universal (UBI, sus siglas en inglés) podría eliminar el «estigma asociado» a la dependencia de la asistencia social, al tiempo que reduciría «la complejidad administrativa» del actual sistema de bienestar.

También evitaría que ciertos receptores de ayudas rechacen empleos por miedo a perder pagos sociales suplementarios, mientras que otorgaría a otros «independencia económica» para abandonar trabajos «precarios» y «abusivos», de cara a explorar otras oportunidades.

Impuesto sobre la renta

En el otro lado de la moneda, el estudio recuerda que la introducción de la UBI obligaría a las autoridades a efectuar cambios profundos en el sistema fiscal y de bienestar.

«Trabajos anteriores realizados en Irlanda en la pasada década de los 90 indican que se requeriría una tasa fija de impuesto sobre la renta de entre el 50 y el 60% para financiar una renta básica universal», señala el informe de ESRI.

Asimismo, estudios más recientes sugieren que el impuesto sobre la renta para la banda más baja debería elevarse desde el 20% actual hasta el 40%.

«En términos generales, las personas situadas en el nivel superior de distribución de ingresos saldrían perjudicadas, mientras que aquellos con ingresos más bajos se verían beneficiados», ha explicado este martes el autor del informe, Paul Redmond.

El experto destaca que estos «cambios drásticos» en el sistema fiscal y de bienestar social podrían beneficiar a «mucha gente con bajos salarios», pero, al mismo tiempo, podría perjudicar a «una gran parte de hogares con bajos y medios ingresos».