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Cientos de personas con cientos de motivos se acercan a ver la Mano de Irulegi en Iruñea

El Ejecutivo navarro ha mostrado este jueves por la tarde a la ciudadanía la Mano de Irulegi. Y esta ha respondido. Cientos de personas, cada una con su motivo, han acudido al Planetario de Iruñea a primera hora de la tarde.

La ordiziarra Lourdes Martínez ha sido la primera en acercarse a la Mano de Irulegi. (Iñigo URIZ | FOKU)

«¿Por qué has venido a ver la Mano de Irulegi?». Los periodistas hemos hecho una fila paralela a la de cientos de personas que se han acercado esta tarde al Planetario de Iruñea a ver la inscripción más antigua en lengua vascónica. Y esa era la pregunta más repetida, como si hiciese falta más motivo para ello. Y, sin embargo, las respuestas variaban de forma continua. Desde lo político hasta lo más personal.

El Gobierno de Nafarroa ha mostrado este jueves a la ciudadanía navarra en el Planetario de Iruñea la Mano de Irulegi. Es la segunda vez que se muestra esta pieza, ya que el pasado día 16 pudo ser observada por escolares, colectivos y vecindario del Valle de Aranguren, donde se produjo el hallazgo. Y la ciudadanía ha respondido. Hoy, a las 16:40, 10 minutos después de que se abriesen las puertas, más de medio millar de personas aguardaban su turno en una fila que no dejaba de crecer, comenzando a rodear el Planetario. Una hora después, la cola ocupaba la calle Sancho Ramírez hasta el cruce con la Avenida Barañain.

La fila ocupaba toda la calle Sancho Ramírez. (Iñigo URIZ / FOKU)

Un jueves por la tarde, en mitad de las fiestas navideñas, parecía una buena fecha para acercarse a ver el hallazgo. Y la imagen presentada por la explanada del planetario lo ha confirmado. Cientos de personas, llegadas desde puntos distintos de Euskal Herria, esperaban pacientemente. La primera de todas ha sido Lourdes Martínez, de Ordizia, que ha pasado más de hora y media en la puerta. «Una alegría impresionante al saber qué nos supone», ha contado a NAIZ a la salida. «No es lo mismo verla en una foto o aquí, en directo».

La fila se contaba en personas, porque resultaba imposible hacerlo en minutos u horas, ya que, además de tratar de descifrar lo que nos quiere decir el mensaje escrito en vascónico, nadie fallaba a su cita de sacarse una foto o un selfie al llegar a la vitrina que contiene la preciada pieza. «Mucha emoción. Saber que hay algo que tiene tantos años y que nos pertenece...», apuntaba la iruindarra Mertxe Sueskun, que ha aprovechado que su marido se ha saltado la siesta para situarse el octavo de la fila. «En la tele parece más grande. Pero como todo. Como ‘La Gioconda’ en el Louvre, que vas y dices ‘¿es esto?’ Pero ya sabíamos».

Transmisión

El valor de la Mano de Irulegi está fuera de toda duda. Y además del valor histórico, incluye la historia personal que tiene cada uno con el euskara. Patxi Izcue, vecino de Atarrabia, ha acudido al Planetario junto a sus hijas. «Nos ayuda a ser más conscientes de lo que tenemos. Yo no sé euskara y no he podido transmitírselo a mis hijas en casa. Han tenido que aprender en la ikastola. Pero sí que puedo transmitirles el valor de lo que tienen».

Muchas familias, entre los asistentes. (Iñigo URIZ / FOKU)

Entre los asistentes, público de todas las edades. Personas que han acudido solas, alguna cuadrilla joven y, sobre todo, muchas familias. Una de esas, la Asurmendi Bueno. Amagoia, Iker, Irati y Xuban se han acercado a la capital navarra desde Donostia, a pasar el día con la excusa de visitar la Mano. «La Historia no es solamente historia. A un hallazgo de este tipo se le debe dar la importancia que tiene. Y también a poder mostrarla a la ciudadanía en directo».

Por la misma línea, más escueto, pero también preciso ha sido Javier Salgado, que se ha acercado desde Gasteiz. «Historia histórica». Vamos, que Eskorbuto ya le cantó a la Mano de Irulegi 36 años antes que Bulego.