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Interview
Jaume Ripoll
Cofundador y director editorial de Filmin

«En 2022, las plataformas han dejado ver sus dudas»

Conversamos con Jaume Ripoll, cofundador y director editorial de Filmin, sobre el estado actual de las plataformas y qué espera del año por llegar. De entre todas las ideas que surgen a lo largo de esta entrevista, Ripoll saca una conclusión clara: mejor la prudencia que las suspicacias.

Jaume Ripoll, cofundador y director editorial de Filmin. (Oriol Clavera)

¿Cómo valora que este año Netflix haya incorporado una suscripción con publicidad?

Primero, hay que tener en cuenta que durante largo tiempo las plataformas han ofrecido mucho por muy poco, y esto es sostenible hasta cierto punto. En el último año, ante la guerra, la inflación y la crisis energética, las compañías han visto su techo de crecimiento muy de cerca, sabiendo que parte de sus suscriptores no estaban dispuestos a pagar más por sus contenidos. Entonces, claro, han buscado la fórmula para ser rentables, sin que eso supusiera un cambio drástico para los bolsillos de esos suscriptores.

Lo que choca es que los cambios de las plataformas están sometidos a un escrutinio brutal, que no tiene en cuenta que: uno, pagan un IVA del 21% frente al 11% que pagan las salas de cine; dos, que nunca han tenido publicidad delante de las películas, mientras que las salas han dado siempre entre cinco y quince minutos de anuncios (y no hablo de trailers), sin que nadie pusiera el grito en el cielo como ahora; y tres, que están obligadas a invertir una parte de sus ingresos (que no de sus beneficios) en producción. Las plataformas han tenido que aprender a jugar con estos tres elementos, siendo más rentables y con un nivel de exigencia que hace 15 años parecía impensable.

Parece que con el vídeo bajo demanda (VOD) descubramos siempre la sopa de ajo.

Piensa que todas las grandes apuestas de internet habían ocurrido antes en formato físico. Miremos el alquiler de 3€ para sacar una película en el videoclub, que es lo mismo que alquilar una película en una plataforma. Igual que por una suscripción de Canal Plus, el abuelo del VOD. La gratuidad también estaba antes; era lo gratuito de ver la tele. El digital no ha aplicado ninguna fórmula que no conociéramos ya todos.

«Una compañía como la nuestra no tendría ningún sentido replicando las dinámicas de las cinco o seis mayores empresas del mercado»

Habla de cómo miramos con suspicacia a las innovaciones de las plataformas, pero yo sigo viendo la decisión de incorporar juegos en Netflix, por ejemplo, como una estrategia algo caótica. ¿Está de acuerdo?

Es que han pasado muchas cosas muy rápido. Netflix comienza a producir hace solo diez años, de modo que su crecimiento nos parecerá siempre atropellado, pero al final es ir probando. Mientras que Amazon en Estados Unidos, Francia y Reino Unido ha optado por comprar derechos deportivos, Netflix ha probado esto de incorporar juegos: la innovación es constante y la toma de decisiones del ‘si esto no funciona, lo dejamos estar’ también. Por eso la apuesta de Netflix me parece excitante a nivel de mercado. En cualquier caso, los juegos no son un gran cambio de modelo de negocio, porque el dinero sigue viniendo de las series.

¿2022 se recordará como el año del ir probando?

Nos falta distancia para saberlo. 2022 será recordado obviamente por la guerra de Ucrania, pero todavía no podemos concluir cómo esto ha afectado a nuestras compañías... Quizás represente la primera crisis de madurez de las plataformas, que hasta ahora venían preguntándose cuándo acabaría la fiesta.

Habla de ‘fiesta’, pero en internet abunda la famosa ‘guerra’ de las plataformas.

Se entiende que entre empresas existe una competencia, una carrera natural para intentar sacar adelante tu proyecto. Es cierto que algunas compañías buscan una posición hegemónica dentro del mercado, y se plantean cuánto deben invertir o cuánto rebajar sus precios para poder convertirse en líderes absolutos. Sí tengo la sensación de que se ha sobreinvertido para ganar una cuota de mercado que ahora debe mantenerse, como decía, para verse correspondida en términos de rentabilidad.

Las plataformas han acabado separándose entre grandes dinosaurios y seres diminutos. ¿Qué ha pasado?

Y en estos últimos diez años ha habido un cambio que no se ha llorado demasiado, pero que es irreversible: FOX ha desaparecido. Queda la marca, claro, pero no el estudio. De repente ha sucedido lo que parecía imposible, y en breve seremos testigos de cómo HBO Max y Discovery se fusionarán en una sola marca, ‘Max’, que operará por encima de todas ellas. También hemos visto como Disney ha empezado a tener contenido adulto en su plataforma, algo antes impensable.

¿Cómo viven estos cambios, desde Filmin?

Yo siempre repito que, con Netflix, hemos sido los únicos en no cambiar de nombre en todo este tiempo. En nuestro caso, ese es un gesto que nos reafirma en cuestión de identidad. La gente siempre nos ha pensado como algo que no éramos… Al principio, una plataforma que crecería más allá del nicho y, luego, con los actuales inversores, se creyó que cambiaríamos de estilo. Pero una compañía como la nuestra no tendría ningún sentido replicando las dinámicas de las cinco o seis mayores empresas del mercado.

¿Cómo entendemos al usuario de 2022? Aquel que, tras la pandemia, debería querer salir de casa, pero que ahora consume más plataformas que nunca.

Bueno, las plataformas no solo se consumen en casa: también puedes ver series estando de vacaciones o de camino a alguna parte. Y hay hábitos que, tras 24 meses de pandemia, ya se han instaurado. La gente ha descubierto que sí, puede salir a tomar copas, pero que cuando vuelven también pueden ver películas en plataformas. Las salas ya no compiten solo con los estrenos en VOD, sino también con la tremenda cantidad de series, con los contenidos de Twitch... La oferta audiovisual se ha multiplicado exponencialmente.

«Hay un trasfondo perverso en el objetivo de ‘seguir creciendo’, pero creo sinceramente que todavía podemos subir un par de escalones más hasta nuestro techo»

Volvamos al tema 2022.

En 2022, las plataformas han dejado ver sus dudas. Nuevos tipos de suscripciones, nuevos formatos y contenidos, fusiones, empresas que desaparecen cuando tienen series por estrenar en España… Todo eso son dudas, porque las compañías tienen dudas constantemente. El tema es si el público las percibe.

Supongo que esto también afecta a Filmin. ¿Qué espera de 2023?

¡Resolver las dudas! A ver, no... Hay un trasfondo perverso en el objetivo de ‘seguir creciendo’, pero creo sinceramente que todavía podemos subir un par de escalones más hasta nuestro techo. Este año hemos armado un equipo muy bueno dedicado a mejorar nuestra tecnología, y el éxito de ‘Autodefensa’ y ‘Oswald, el falsificador’ reafirma y difunde nuestra apuesta por los Originals. Creo que este es el camino. Hoy veo que superamos los resultados de Apple TV+, y ese es ya un motivo de orgullo.

Me gustaría acabar felicitándole por los quince años de Filmin. ¿Cuál es la mayor lección que hasta hoy ha aprendido?

Hay tantas. Te diré lo que todo empresario: ser empeñado. Si lo hubiéramos dejado correr cuando todavía éramos cuatro gatos y lo que hacíamos era perder dinero, ahora no estaríamos aquí. Por suerte, las tres personas que dirigimos la empresa [Ripoll cofundó Filmin junto a José Antonio de Luna y Juan Carlos Tous] somos complementarias y podemos llorarnos las penas. Es vital encontrar a aquellas personas con las que puedes diluir la tensión emocional de las derrotas. Por lo demás, no puedo darte ninguna gran lección, porque el cine que lleva cada uno es diferente y el nuestro habla de la complejidad del mundo. No deberíamos simplificarlo con discursos maniqueos.