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Un empate en el Bernabéu que simboliza la mejor primera vuelta de la Real con Imanol

Los blanquiazules han llegado al ecuador de la Liga con 39 puntos, marca solo mejorada por los 43 con Denoueix en el último subcampeonato, a pesar de las bajas, que no han impedido competir en todos los partidos. El fuerte esguince de tobillo de Aritz Elustondo deja al oriotarra con cuatro defensas.

Zubeldia, Le Normand y Remiro lograron evitar que Vinicius encontrara la portería en el Bernabéu. (Thomas COEX/AFP)

Imanol declaraba antes de viajar a Madrid el sábado que el gen competitivo es lo que más le gustaba de su rival y el empate del Bernabéu (0-0) con nueve bajas, a las que se sumó la de Aritz Elustondo, no hizo más que aflorar ese carácter que el oriotarra ha transmitido a sus jugadores para que compitan desde el minuto 1 al 90 de cada partido, falte quien falte.

Eso ha permitido a la Real, pese a la acumulación de bajas, cerrar la primera vuelta con 39 puntos, 22 en los diez partidos jugados lejos de Anoeta, una cifra solo superada por los 43 sumados con Denoueix en la temporada 2022-23 y que mejora los 37 de la 1996-97 con Javier Irureta y los 35 de la 1997-98 con Bernd Krauss y de la 2016-17 con Eusebio.

Pero lo más importante es que la Real ha conseguido esa marca de la misma manera que pudo puntuar en el Bernabéu y dejar al Real Madrid sin marcar por vez primera esta temporada, sin diez jugadores de campo que podrían formar un equipo titular de garantías: Gorosabel, Aritz Elustondo, Pacheco, Sola; Guevara, Merino, Silva; Momo Cho, Sadiq y Barrenetxea.

La pena de la derrota es que el beasaindarra se sumó con un fuerte esguince en su tobillo derecho a la lista de bajas y deja a Imanol con solo cuatro defensas para recibir este domingo al Valladolid, dos centrales, Le Normand y Zubeldia, que acabó de lateral derecho en el Bernabéu para completar otra gran actuación, y los dos laterales izquierdos, Aihen y Diego Rico, lo que obligó a colocar a Zubimendi de central.

Posibilidad de recuperar a Gorosabel

De los cuatro defensas lesionados, Imanol dijo en la rueda de prensa posterior al encuentro que el único que tiene opciones de ser recuperado para este domingo ante el Valladolid en Anoeta (18:30) es Gorosabel y no será fácil porque arrastra problemas en su tobillo toda la temporada que se agravaron contra el Mallorca en la Copa.

El oriotarra dejó claro que no pondrá excusas: «Jugaremos con los que estemos. Hasta ahora así lo hemos hecho y desde ahora así lo haremos». Por eso se rindió ante sus jugadores tras el partido por «cómo ha acabado el equipo  ante estas adversidades, a veces sufriendo, pero cuando recuperábamos el balón intentando hacer daño. Por eso estoy muy contento. Aunque queríamos los tres puntos, es un empate que sabe a victoria».

Tras cerrar la Real la primera vuelta con 39 puntos en tercera posición, le plantearon si piensa ya en clasificarse para la Champions y respondió que «el objetivo es ganar el siguiente partido. Ni yo ni mis jugadores nos vamos a confundir. Hemos hecho una gran primera vuelta, solo eso, una gran primera vuelta».

Imanol agradece jugar en febrero solo un partido a la semana «porque tenemos muchos lesionados. Si no, no me importaría jugar cada tres días porque el equipo está habituado, pero en la situación en la que estamos nos interesa que no haya encuentros entre semana porque estamos sin gente del primer equipo. Pero no hay excusas, con los que estamos prepararemos de la mejor manera la visita del Valladolid».

Remiro, protagonista positivo

Tras Imanol compareció en la sala de prensa del Bernabéu Álex Remiro, el jugador realista más destacado junto a Igor Zubeldia, con una gran actuación global e intervenciones puntuales extraordinarias que evitaron dos goles de Vinicius y Rodrygo, respectivamente.

El portero navarro señaló tras la mano providencial que desbarató el intento de vaselina de Vinicius que «les estaba explicando ahora a mis compañeros que le he visto dar dos pasitos rápidos para acomodar y eso me ha hecho desconfiar. En la primera parte ha intentado el disparo raso, en otra se le ha quedado a la izquierda y no ha chutado y al verle escorado y con los dos pasitos rápidos he pensado que seguro que va a hacer algo del crack que es y por suerte ha salido bien».

Remiro se resarcía así del gol de Dembelé del miércoles en la Copa en el que no estuvo acertado: «Es la vida de los porteros. El otro día fue casi culpa mía conceder ese gol y no poder pasar a semifinales con la inferioridad, aunque tuvimos ocasiones, y hoy he vivido la otra cara de la moneda de estar acertado y mantener la portería a cero. Los porteros convivimos con esto. Ni el otro día era tan malo ni hoy tan bueno».

«Todos tienen clara su función»

Sobre el trabajo del equipo pese a acabar con jugadores en posiciones poco habituales, Remiro destacaba que «estos últimos años hemos demostrado que todo el equipo está muy predispuesto, con una actitud muy buena para defender. Han cambiado los nombres, pero lo importante es la actitud y los conceptos, lo que le toca hacer a cada uno. Todos tienen clara su función en cada puesto y el compromiso de todos hace que, le toque al que le toque, todos lo hacen bien».

Añadía que «tenemos jugadores de mucho nivel y un entrenador que sabe sacar lo mejor de nosotros. La mejor individualidad es el equipo entero y cuando vengan momentos malos vamos a estar unidos. Aquí nos ha tocado sufrir, pero tenemos argumentos para plantear guerra y afrontamos con mucha ilusión, ambición y ganas la segunda mitad de temporada».

Sobre la posibilidad de ser convocado para la selección española tras la llegada de Luis de la Fuente, el portero navarro señaló que «ojalá un día llegue eso, pero no quito el foco de lo mío, de entrenarme para que Imanol me siga poniendo, para seguir mejorando y estar a este nivel todos los partidos. Lo que tenga que llegar bienvenido será, pero me centro en lo mío».