El sí de ERC permite que la Ley Mordaza pase a comisión, con EH Bildu rechazando el texto
El voto a favor de ERC ha permitido que la Ley Mordaza pase de la ponencia a comisión, donde continuará con su tramitación. EH Bildu sigue rechazando el texto al considerar que se trata de una reforma descafeinada de la Ley Mordaza y que no cumple con los requisitos mínimos.
El voto a favor de ERC ha permitido que la ponencia de la Ley Mordaza traslade el texto a comisión en el Congreso, mientras EH Bildu sigue denunciando que la reforma no cumple los mínimos exigibles. En cualquier caso, se considera que el traslado a la comisión permite seguir negociando que el PSOE asuma el planteamiento de introducir modificaciones fundamentales a pesar de que hasta ahora lo hayan rechazado. El voto a favor de de ERC, que ha sido determinante, se produce después de que en Barcelona se anunciase un acuerdo presupuestario para la Generalitat entre los republicanos y el PSC. Pese a permitir que el texto pase a comisión, ERC ha manifestado que sigue estando en contra del texto.
Desde EH Bildu, y también por parte de ERC, se habían colocado una serie de líneas rojas que se consideraban imprescindibles de cara a modificar la Ley Mordaza. Se trata de la prohibición del uso de pelotas de goma, el fin de las llamadas devoluciones en caliente en las fronteras y la modificación de las sanciones por «falta de respeto a la autoridad», que han provocado numerosas multas a la ciudadanía. También se pedía que las comunidades con competencias en Tráfico tuvieran conocimiento de los controles policiales.
El bloqueo se ha mantenido en la reunión de hoy en torno a estas cuestiones y en la formación abertzale la sensación que domina es el pesimismo sobre las posibilidades de que en comisión se pueden alcanzar acuerdo que no han sido posibles en la ponencia.
El desencuentro entre EH Bildu y las fuerzas que componen el Gobierno español ya quedó en evidencia el pasado 24 de enero, en la última sesión de la ponencia. Entonces, estaba agendado que se votase el informe, pero ante la constatación de que PSOE y Unidas Podemos iban a perder la votación, se optó por retrasarla una semana en un intento de llegar a un acuerdo a última hora que salvase la posición del Gobierno.
Presión para lograr un acuerdo de mínimos
El objetivo, por tanto, era aprovechar estos ocho días para presionar a EH Bildu y ERC a aceptar un acuerdo de mínimos con el argumento de que si no se aprobaba nada se mantendría la norma elaborado por el PP con todos sus elementos negativos plenamente en vigor. Patxi López intervino en este sentido el martes. «Se perderán todos los avances que hemos acordado y los responsables de mantener la Ley Mordaza no serán ni el PSOE ni el Gobierno», destacó López.
En una línea similar, el PNV puso en valor los mínimos avances logrados ante el peligro de no llegar a un acuerdo. Aitor Esteban rechazó que «por el empecinamiento y el maximalismo de algunos grupos no se pueda avanzar y tener una ley mejor». En este sentido, ponía en valor que se hubieran que se habían alcanzado acuerdos en 40 de las 46 propuestas planteadas por los jeltzales.
Desde EH Bildu, en cambio, se ha insistido en que sus demandas era el mínimo que debía incluirse si se quería profundizar en una verdadera reforma de la Ley Mordaza. En la formación abertzale existe un malestar al constatar que no se ha aceptado ninguna de sus reclamaciones, que consideraban básicas. «Ni una sola», subrayan.
Iñarritu: «Sigue el desacuerdo en los artículos más lesivos»
«En la ponencia de hoy se ha vuelto a constatar que no hay acuerdo en los artículos más lesivos de la Ley Mordaza por los que más se sanciona: faltas de respeto a la autoridad, desobediencia, prohibición del uso de pelotas de goma y las devoluciones en caliente. Que pase de ponencia a comisión no significa nada sobre el fondo», ha señalado el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu.
«Estos debates los tendremos a partir de ahora en comisión, pero el bloqueo, lamentablemente, continúa. Espero que ahora en comisión la presión haga diamantes y se llegue a un consenso para desactivar los puntos más lesivos de la Ley Mordaza. De mantener el texto como está, seguiría manteniéndose una Ley Mordaza light, que EH Bildu no apoyará», ha añadido Iñarritu.
«No nos engañemos: el PSOE quiere mantener los puntos más lesivos de la Ley Mordaza dando un margen de interpretación amplia a las FCSE. Lo que pedimos es objetividad para que no se utilicen esos artículos para sancionar como les venga en gana, sin motivo alguno. Continuaremos trabajando y espero que tengamos buenas noticias en las próximas semanas», ha reclamado Iñarritu.
«Hay un riesgo grande de que el texto decaiga en comisión. Preferíamos continuar en ponencia para llegar a acuerdos aunque fuera poco a poco. De no modificarse estos artículos, estaremos ante una Ley Mordaza Bis. Nos comprometimos junto a otras fuerzas a derogar esa ley tan represiva. Ahora hay quienes quieren mejorarla un poco manteniendo el corazón represivo de la ley anterior. Nosotros no estamos dispuestos a ello. Abogamos por desactivar los artículos más lesivos», ha destacado el diputado de EH Bildu.
Por contra, desde el PNV, su portavoz, Mikel Legarda, se ha felicitado de que la modificación de la Ley Mordaza siga «su camino natural» al tener ya cerrado casi el cien por cien de un nuevo texto, una valoración con la que ha coincidido el portavoz de Unidas Podemos, Enrique Santiago, que ha agradecido a ERC que hayan posibilitado, pese a su discrepancia, seguir adelante.
De derogación a reforma descafeinada
Todo ello, en un contexto en el que la derogación de la Ley Mordaza fue uno de los compromisos adoptados por el Gobierno de Pedro Sánchez en los tiempos de la investidura, que ya parecen lejanos. Del compromiso de la derogación se pasó al planteamiento de la reforma para concluir en una modificación que obvia los aspectos más polémicos de la Ley Mordaza, precisamente aquellos que sirvieron para denominar esta norma.
En este sentido, recuerdan que con la reforma laboral se empleó una táctica similar, la de vaciar la reforma de contenido hasta que las reclamaciones básicas quedasen diluidas.
La formación abertzale destaca que tras esta tibieza del Gobierno español se encuentra la presión de los sindicatos policiales ultraderechistas, mayoritarios en el sector, que han hecho bandera del mantenimiento de la Ley Mordaza.