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Bajmut se vacía de voluntarios y bomberos ante el avance ruso

La evacuación de los bomberos de Bajmut en la última semana muestra la crítica situación en esta estratégica localidad del Donbass. En los hospitales de los alrededores de Bajmut la situación es más calmada que en días anteriores, cuando comenzó la ofensiva rusa de artillería.

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La directora del hospital de Sloviansk, Nataly Kapusta, no para de recibir llamadas. «Aún hay gente en los alrededores de Bajmut que se resiste a ser evacuada. Están en una posición muy peligrosa, muchas veces en terreno de nadie (tierra que queda entre los dos frentes) y les pueden caer bombas o pueden verse atrapados en fuegos cruzados entre los rusos y ucranianos»,  asegura.

El hospital de Sloviansk era y sigue siendo el primer centro sanitario al que son derivados los evacuados más graves.  «Trabajamos como animales. Tenemos las salas de operaciones trabajando sin parar. Solo paramos de operar cuando hay que limpiar la habitación después de cada intervención. El resto del tiempo, sin parar. Vamos turnándonos cada 12 horas. Es extenuante», añade Kapusta mientras recibe otra llamada.

El hospital también funciona como centro de coordinación entre los diferentes puntos sanitarios de la zona. Hay también hospitales de campaña que requieren atención y no dependen del Ministerio ucraniano de Defensa, sino del de Sanidad. Toda la ayuda médica que recibe el país del extranjero es distribuida por estos centros hospitalarios comarcales y generales.

Un paciente se recupera en el hospital de Sloviansk. (Andoni LUBAKI)

Saber qué pasa dentro de la ciudad

En la mayoría de los conflictos, la propaganda de los dos bandos es la maquinaria que mejor funciona. Siempre «engrasada» y con voluntarios para distribuirla por las redes, este conflicto no es una excepción. Es muy difícil saber a ciencia cierta qué pasa dentro de la estratégica ciudad de Bajmut, a la que muchos consideran como «la llave del Donbass» por su situación geográfica y la cantidad de carreteras que dan acceso rápido a todas las urbes de alrededor (Donetsk, Severodonetsk, Lysichansk, Soledar, Limam, Sloviansk y Kramatorsk). Bajmut es un cruce de caminos imprescindible en muchos casos para trasladarse de una ciudad a otra.

Los mapas de situación de las tropas que vemos en Occidente son muy distintos a las que maneja y muestra Moscú (las creadas por Rusia están censuradas en la red y solo se pueden acceder mediante acceso encriptado con VPN). Más de una vez en esta contienda nos hemos visto sorprendidos en situaciones sumamente complicadas por hacer caso a los mapas que muestran aplicaciones oficiales y «objetivas de analistas expertos», como LiveUA Map. Cada bando cuenta avances que no son y posiciones que no existen. En Bajmut, los dos bandos han asegurado que siguen controlando la mayor parte de la ciudad. Hay que tomar el pulso de la situación en otro lado.

En una situación límite, los últimos que se van (a excepción de los militares de posiciones estratégicas o avanzadas) son los paramédicos de campaña, los bomberos que ayudan en los rescates (y que son mínimamente respetados por los disparos) y voluntarios que asisten en las evacuaciones de civiles atrapados.

No hay sitio seguro

Los paramédicos siguen actuando en las afueras de la ciudad, pero ya son blindados de traslados médicos en combate los que actúan (las autoridades militares no dejan grabar estos traslados bajo la amenaza de requisar la acreditación y expulsar al periodista del país). Signo inequívoco que no hay un sitio seguro en la ciudad ni siquiera para los heridos.

Los bomberos fueron evacuados el lunes día 6 de febrero. Ni siquiera ellos pueden acceder a los lugares donde ha explotado una bomba y se requiere de su intervención. Dimitri es un bombero de Bajmut que ahora mismo se encuentra en Kramatorsk a la espera de que la oficina local le dé permiso para incorporarse. «Ya no podíamos salir. Entre los escombros sabíamos que había gente atrapada, pero no podíamos acceder a ellos en condiciones de seguridad. Muchas calles empezaban a oler mal. Hay gente que se ha escondido en los sótanos y no sabemos nada de ellos. Ya no podemos hacer nada por ellos», admite resignado por teléfono desde su nueva ubicación en Kramatorsk.

Los voluntarios son también de los últimos en abandonar el campo de batalla, Bajmut en este caso. Mijailo es un voluntario ucraniano de la ONG Rescue Ukraine que evacúa a gente y lleva ayuda a aquellos que no quieren dejar sus hogares. Asegura que tras la muerte de Pete Reed todo cambió. «Nos dimos cuenta de que en muchas situaciones ya no podríamos actuar. Las tropas rusas no respetan ni siquiera a los voluntarios que van a evacuar, aunque en sus coches lleven la cruz roja u otro distintivo que recuerda que no somos militares y que no portamos armas», señala. Pete Reed era un voluntario estadounidense que murió alcanzado por una esquirla cuando evacuaba a civiles atrapados en una zona con apenas presencia militar de infantería en la ciudad y que portaban banderas blancas.