Nueva jornada de movilización sindical mirando ya al bloqueo del 7 de marzo
Los sindicatos bajan hoy a la calle, en el Hexágono y en Euskal Herria, en una quinta jornada de movilización contra el proyecto de reforma del sistema de pensiones que tiene un carácter de transición, ya que las miradas están puestas en ese 7 de marzo en que se anuncian bloqueos.
Una quinta jornada de movilización y huelga permitirá a los sindicatos reiterar el mensaje de rechazo a una reforma que, como se preveía, se estanca en la Asamblea Nacional.
La fecha del 16 de febrero se eligió porque el calendario apuntaba a que hoy se debatiría el fatídico artículo 7 del proyecto Borne, el que marca precisamente esa prolongación por dos años, de 62 a 64, de la edad de retiro en el Estado francés.
Sin embargo, con 5.000 enmiendas todavía por discutir antes de pasar al artículo 7 y una «moción» sorpresa, presentada el 15 de febrero por la ultraderecha de Rassemblement National (RN) para evidenciar «quién está a favor y quién en contra» de la reforma, los debates se atascan y nadie puede asegurar que finalmente se pueda votar ese capítulo.
Este viernes a las 24.00 se agota, de hecho, el periodo de debate en la Asamblea Nacional, tras lo que el texto, que se da por hecho que no será votado en su conjunto, pasará a manos del Senado.
La derecha de Les Républ¡cains (LR), que se ha fracturado en el trámite en la Asamblea Nacional, tiene la mayoría en la Cámara Alta lo que le dará más opciones de comportarse, primero, y de convencer después al Gobierno para que remodele algunos capítulos de una reforma cuya necesidad no ponen en ningún caso en duda ni la derecha ni la patronal francesas.
La movilización tratará de que el foco hoy salga de París. A modo de reconocimiento a las marchas, proporcionalmente más grandes en zonas rurales y ciudades medias que en la capital francesa, los primeros espadas de la intersindical se desplazarán hoy a la localidad occitana de Albi, en ver de abrir el cortejo vespertino que se se anuncia en París.
12.000 manifestantes en Baiona
En Baiona, esta quinta jornada de movilización sucedía a la exitosa marcha del 11 de febrero, la primera en fin de semana, y en la que los convocantes contaron 25.000 manifestantes, estimación que fuentes policiales rebajaron a 15.000.
Hoy la participación ha bajado sensiblemente, aunque los sindicatos han hablado de «entre 10.000 y 12.000 manifestantes». La Policía ha cifrado, por su parte, en 4.300 el número de participantes en la marcha.
Partiendo, con cierto retraso, de Santa Ursula, en el barrio de Saint-Esprit, la demanda de la retirada del proyecto ha vuelto a expresarse con determinación en las calles del centro de la capital labortana.
La movilización ha cambiado de recorrido y se ha acercado desde el Ayuntamiento al barrio de la Catedral. La protesta ha ofrecido, tras bajar a los muelles del Errobi, una imagen fuerte al llenar de personas los puentes que conectan Baiona Ttipia y Baiona handia hasta concluir en la explanada Roland Barthes, en torno a un pique-nique.
Erretreten erreforma: milaka pertsona ari dira mobilizatzen Baionan, frantziar Asanblea Nazionalean Macronen Gobernuaren proiektua eztabaidatzen ari diren bitartean https://t.co/3W71zUas6B @iker_lagrenade pic.twitter.com/aptKC32ynl
— kazeta.eus (@kazetaeus) February 16, 2023
La place Sainte-Ursule est bien remplie. Le cortège démarre avec quelques minutes de retard à Bayonne .#retraite pic.twitter.com/sASn7M0gAp
— Mediabask info (@MediabaskInfo) February 16, 2023
En lo que respecta a la convocatoria de huelga, también su incidencia marca a la baja, aunque en el caso del transporte, dos vuelos de ida desde Biarritz a París-Orly y otros dos procedentes del aeródromo parisino con destino a la costa labortana han quedado suspendidos.
Con 4 de cada 5 trenes de alta velocidad (TGV) funcionando con normalidad, la incidencia del paro en el transporte ferroviario no será muy importante a escala hexagonal, aunque en trenes regionales (TER) solo uno de cada dos prestará servicio este 16 de febrero.
Un millón de firmas
Los sindicatos, que aseguran que a partir del 7 de marzo están dispuestos a «parar el país», lo que no equivaldría exactamente a una huelga general sino más bien a poner en marcha una secuencia de acciones que perturben la actividad económica, reiteran que la mayoría social rechaza los postulados de la reforma que plantea Emmanuel Macron.
El presidente francés achacaba, a izquierda y derecha, «haber perdido el rumbo», en una reacción, el miércoles, ante miembros de su gabinete después de que en la madrugada del martes decayera el artículo 2 del proyecto de ley, al unir parte del grupo de LR sus votos al resto de la oposición para tumbar ese punto que abogada por reclamar a las empresas que hagan un listado en el que hagan saber cuántos «trabajadores senior» tienen en plantilla.
Mientras el macronismo reivindica como indispensable la reforma, los sindicatos reivindican que ya han reunido un millón de firmas, vía la plataforma change.org, para pedir la retirada de ese proyecto al que se opone más del 70% de los ciudadanos, según las encuestas.