SOS Racismo denuncia el «racismo policial» imperante en el barrio bilbaino de San Francisco
SOS Racismo Bizkaia ha convocado para este miércoles, a las 19.30, una concentración en la plaza Fleming contra el «abuso y racismo policial» imperante en San Francisco. Advierten de la «militarización» de este barrio histórico de Bilbo y piden responsabilidad a las instituciones y grupos políticos.
SOS Racismo Bizkaia ha anunciado una serie de movilizaciones para denunciar los cacheos en vía pública y en los portales a personas racializadas, migradas y gitanas, así como las paradas por perfil étnico y las redadas policiales racistas. La primera de las concentraciones tendrá lugar este miércoles, a las 19.30, en la plaza Fleming.
Desde el colectivo alertan del atosigante despliegue de Ertzaintza, Policía Municipal y Policía española en las calles de San Francisco. Esos operativos, en su opinión, no provocan «un mayor sentido de seguridad, sino que, por el contrario, genera una sensación que no corresponde con amenazas reales y, lo que es peor, responde a una persecución dirigida a personas en condición de vulnerabilidad, como son los jóvenes migrados del barrio».
En base a datos de los propios cuerpos policiales, recuerdan que hay distritos de la capital vizcaina donde el índice de delitos es mayor que en San Francisco. De ahí que se pregunten por la razón de la «desmedida exhibición policial».
Redadas contra migrantes
SOS Racismo Bizkaia ha advertido de las redadas llevadas a cabo en las últimas semanas por la Policía española, con protección de la Ertzaintza, que se han saldado con el arresto de personas en situación administrativa irregular, a quienes se ha enviado al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Murcia y deportado a sus países de origen. «Esto supone un ataque directo contra los derechos fundamentales de toda personas», destacan.
Enmarcan esos operativos, al igual que los «desalojos ilegales» practicados por la Policía Municipal, en el proceso de gentrificación que sufre San Francisco, «que pretende expulsar a los sectores más vulnerables y cambiar paulatinamente la estética del barrio en favor de los poderosos intereses económicos, como es la especulación inmobiliaria y el crecimiento desmedido de los alojamientos turísticos».
El colectivo ha manifestado que no piensan quedarse callados y que seguirán denunciando estos abusos «porque son situaciones racistas que dañan emocional y físicamente a las personas», además de atentar contra los derechos de las personas racializadas, migradas y gitanas. Por ello, exigen que se respete la dignidad y la integridad física de todas las personas, independientemente de su origen étnico, edad y circunstancias.