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Labraza rechaza el parque eólico y critica a las instituciones: «Somos el culo de Euskadi»

La Junta Administrativa de Labraza ha mostrado su rechazo al parque eólico previsto por Aixeindar y ha censurado el abandono institucional. «Somos el culo de Euskadi, Araba y Rioja Alavesa. Ese es el sentimiento general de la zona», han apuntado sus representantes ante las Juntas Generales.

Concentración frente a las Juntas Generales de Araba. (ARABAKO MENDIAK ASKE)

La Junta Administrativa del concejo de Labraza, situado en el municipio de Oion, ha rechazado «de forma clara y contundente» el parque eólico previsto en la villa alavesa que, según ha denunciado, no respeta la legislación de protección ambiental y la ordenación del territorio, ni la voluntad de los vecinos, ya que el 85% han votado en contra del proyecto.

Los representantes de Labraza han comparecido este lunes en la Comisión de Medio Ambiente y Urbanismo de las Juntas Generales de Araba a petición de EH Bildu y Elkarrekin Araba, para mostrar su postura contraria a la construcción del parque eólico por «el grave impacto» que supondría.

Una de sus portavoces, María Begoña Martínez de Olcoz, ha denunciado «el atropello» que va a sufrir la villa medieval por la instalación de una central eólica, compuesta por ocho aerogeneradores de 200 metros de altura cada uno, «a escasa distancia de su premiada muralla».

Por su parte, Juan Miguel Martínez ha expuesto que el plan, impulsado por el Ente Vasco de la Energía (EVE) e Iberdrola, no se ajusta a las directrices del municipio. En este sentido, ha explicado que Labraza está sujeta a unas limitaciones urbanísticas, energéticas y socio-económicas, debido al alto nivel de protección y normativa a la que está obligado el concejo. «Unas restricciones que, en absoluto, se aplican en este proyecto industrializador», ha manifestado.

A modo de ejemplo, ha descrito que, mientras «se prohíbe la instalación de placas fotovoltaicas de autoconsumo en los tejados», se va a imponer, «de la noche a la mañana», la construcción de un parque eólico «sin contar con un plan global definido», en alusión a que la central eólica no está incluida en el actual Plan Territorial Sectorial (PTS) del Gobierno de Lakua.

Asimismo, han señalado que la ubicación de esta infraestructura en Labraza va «en contra de las directrices de ordenación del territorio» que observan el deber de profundizar en nuevas oportunidades que permitan fijar población en el área sin comprometer su identidad ni la vocación de sus territorios.

«Una central eólica situada a poco más de un kilómetro del pueblo produciría una mayor despoblación, debido a las graves afecciones de este tipo de industrias», han advertido, al tiempo que han denunciado la falta de servicios básicos en el pueblo, como la fibra óptica, de la cual «sí que van a disponer los aerogeneradores proyectados».

«Perplejidad» ante los informes técnicos

Igualmente, han solicitado que se proteja este área natural, según el Plan Mugarri, aprobado por amplia mayoría en el Parlamento foral. «Las estrategias propuestas para conservar el patrimonio natural, la biodiversidad y los paisajes son del todo incompatibles con la industrialización propuesta para esta jurisdicción», han manifestado.

«La ordenación y regulación del desarrollo de las energías renovables en el Territorio Histórico de Araba no pueden poner en peligro la conservación del capital natural de nuestro territorio ni el derecho de las generaciones futuras de disfrutar de un medio ambiente lo más natural posible», han añadido.

Martínez de Olcoz ha mostrado su «perplejidad» ante los informes técnicos que aseguran que «los molinos pararán su actividad durante tres meses para no afectar al águila y cuatro meses por los murciélagos», lo que, a su juicio, refleja que «el proyecto no beneficia a la sociedad alavesa, sino a la propia empresa».

«Nos sentimos abandonados»

Por su parte, Mikel Palacios ha criticado que el pueblo de Labraza no tenga asegurada compensación económica por la instalación de la central eólica. «La ley foral no permite la recaudación de impuestos a los concejos y, en este caso, se beneficiaría el Ayuntamiento de Oion, dejando esas posibles compensaciones en el aire. No tenemos garantizadas compensaciones vía impuestos si el proyecto sigue adelante», ha aclarado.

La Junta Administrativa ha lamentado la «falta de información» que reciben respecto al proyecto. «Nos sentimos abandonados en todos lo sentidos. Somos el culo de Euskadi, Araba y Rioja Alavesa. Ese es el sentimiento general de la zona», ha expresado Palacios.

Tras explicar sus planteamientos, han exigido al diputado general de Araba, Ramiro González, que «respete y defienda la legislación de protección ambiental y de ordenación del territorio a la que está sujeta Labraza», así como el rechazo mostrado por los vecinos: «Respete la decisión de los habitantes del pueblo».

Los integrantes de la Junta Administrativa han estado arropados por Arabako Mendiak Aske, que ha celebrado una concentración frente a las JJGG.

Tapia habla de «medidas garantistas suficientes»

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ha vuelto a defender que hay «medidas garantistas suficientes» para poner en marcha los dos parques previstos en Labraza y Azazeta «tal y como está recogido en su declaración de impacto ambiental».

Según ha indicado en una entrevista concedida a Onda Vasca, «se han considerado todos los aspectos y todas las alegaciones y en función de ese análisis se ha emitido la declaración de impacto ambiental» y, a partir de ahí, se tiene que elaborar el proyecto constructivo que recoja esas medidas y luego obtener la autorización.