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Una manifestación de enormes proporciones recorre Iruñea en otro 8 de marzo masivo

Miles de mujeres han salido a la calle respondiendo al llamamiento del Movimiento Feminista en Iruñea. NAIZ no ha sido capaz de cifrar la asistencia, debido a la afluencia masiva. A lo largo de la larguísima columna humana, había zonas más reivindicativas y otras donde el ambiente era pura fiesta.

Reivindicaciones locales y globales, en manos de mujeres y hombres en Iruñea. (Jagoba Manterola | Foku)

La manifestación ha partido desde Antoniutti a las 20.00 horas. Una enorme bandera morada abría paso a la pancarta principal. La cantidad de gente que se agolpaba en el parque impresionaba desde el primer momento. Muchas asistentes se movían teléfono en mano intentando localizar a las personas con las que habían quedado entre aquella multitud. 

NAIZ se esfuerza en ser preciso a la hora de estimar asistencia. De habitual, la práctica es recorrer desde la cabecera en sentido inverso la manifestación desde un lateral e ir contando filas o grupos de entre 8 y 14 personas. Este método funciona en la mayoría de las ocasiones en Iruñea, pero cuando la asistencia supera las 7.000 u 8.000 personas tiene problemas. Esto ha sucedido este jueves. 

Se ha intentado desde la Avenida del Ejército, pero la cantidad de personas era tal que no solo llenaban los dos carriles de la avenida, sino que también ocupaba la acera y hasta la mediana. Ha habido quien trató de atajar entrando en el carril que no había sido cortado a la circulación. Imposible, pues, contabilizar filas. 

A falta de una contabilización precisa, al menos se ha conseguido medirla. Cuando la cabecera alcanzaba el Hotel Yoldi, en San Ignacio, las últimas en salir acababan de sobrepasar el Edificio Singular. Esto es, la cola apenas habían avanzado un centenar de metros. La distancia total que abarcaba la comitiva ha resultado de 1,7 kilómetros y, como se ha apuntado, buena parte de ellos ocupando aceras además de los dos carriles destinados a los vehículos. 

A lo largo de una protesta de semejante envergardura hay espacio para todo. Zonas donde se coreaba más y zonas done la gente paseaba tranquilamente. En otros puntos había música. Se han visto bicis preparadas con equipos musicales e incluso un camión, en medio de semejante columna, que reivindicaba a la mujer rural. 

A su llegada a la Plaza del Castillo, la música tronaba por los altavoces. Ha sido pura euforia, pura fiesta. Un espectáculo circense ha acogido a la multitud que apenas cabía en la Plaza del Castillo. Luego se ha dado lectura al discurso principal.

«Tenemos que revolucionar el sistema de cuidados actual, tenemos que cambiarlo de arriba a abajo. Somos las mujeres quienes tenemos la responsabilidad de los cuidados dentro de la familia, las que trabajamos en las residencias de ancianos y en las escuelas infantiles, somos las mujeres migrantes las que limpiamos casas y hospitales, las que atendemos en el día a día a las personas mayores. Y estamos cansadas, no podemos más. Por esto queremos este 8 de marzo para anunciar que este otoño ¡vamos a la huelga!», han anunciado.