INFO

Las nuevas granjas de vacas no podrán tener más de 850 cabezas en Nafarroa

Las granjas de vacas en Nafarroa no podrán tener más de 850 cabezas, según la Ley de Sanidad Animal aprobada en el Parlamento, que asume el límite máximo fijado por el Estado español. Este límite no afecta a la macrogranja de Caparroso, que tiene una licencia previa, pero no podrá ampliarse.

Vacas en una explotación familiar del valle de Longida. (Iñigo URIZ | FOKU)

El pleno del Parlamento navarro ha aprobado este jueves, con los votos a favor de PSN, Geroa Bai, Podemos-Ahal dugu, la abstención de EH Bildu e I-E y la negativa de Navarra Suma, la nueva Ley Foral de Sanidad Animal que, entre otras medidas, limita a 850 unidades de ganado mayor (UGM, equivalente a grandes rasgos a una cabeza) la capacidad productiva máxima de las granjas bovinas.

La ley, propuesta por PSN, Geroa Bai y Podemos-Ahal Dugu, establece de este modo una reducción respecto a las 1.250 UGM actuales en bovino, una unidad de medición que de acuerdo al Decreto Foral 31/2019 tiene correspondencia de uno en cabeza de vaca de leche, 0,8 en vaca de carne y macho de más de 2 años, 0,7 en novilla, 0,6 en añojo y 0,4 en ternero de menos de un año.

Este es el segundo intento de elaborar una norma de estas características en Nafarroa, después de que en marzo del año pasado, el voto contrario de EH Bildu impidiese que saliera adelante una ley que preveía un límite de 1.250 UGM a las explotaciones.

La ley establece que las explotaciones que antes de la entrada en vigor del decreto aprobado por el Gobierno español superasen el citado límite podrán mantener el volumen productivo fijado en su licencia medioambiental, pero no aumentarlo. Tampoco podrán las granjas modificar las instalaciones o la orientación productiva que para aumentar el tamaño máximo.

El límite de 850 UGM es el mismo que fijó el Gobierno español en diciembre de 2022. La proposición de los grupos que forman el Ejecutivo de María Chivite podría haber optado por una cota inferior, pero ha adoptado la fijada para el conjunto del Estado. Este decreto impidió a Valle de Odieta abrir una nueva macrogranja de 24.000 cabezas en la localidad castellana de Noviercas.

Caparroso se mantiene, pero no se ampliará

Se trata esta de una cuestión clave con la que se podría impedir la ampliación solicitada por Valle de Odieta para aumentar la conocida como macrogranja de Caparroso, que obtuvo su licencia por una decisión del TSJN, lo que le permite eludir el límite de 850 UGM fijado para el resto.

La nueva ley establece también limitación de distancia para la propagación de enfermedades no solo a las actividades ganaderas, sino a todas aquellas de riesgo para la sanidad animal y a los parámetros ya establecidos para esta separación (circunstancias geográficas y características de las especies ganaderas) se le suma el tamaño de explotación, su tipo y el riesgo epidemiológico.

De cara a incentivar la prevención y la corresponsabilidad frente a las contingencias sanitarias propias de grandes explotaciones, se contempla limitar la cuantía máxima de indemnización por establecimiento ganadero y el sacrificio declarado obligatorio por la autoridad se compensará como máximo, por el número de plazas, UGM o animales establecidos.

Debate en el Parlamento

Para Miguel Bujanda, de Navarra Suma, con esta ley «están ayudando a cargarse la ganadería familiar» buscando el titular de la lucha contra las macrogranjas cuando estas solo suponen el 6% de las explotaciones, y ha defendido que el problema no es el tamaño de las ganaderas sino su gestión.

El parlamentario del PSN Javier Lecumberri ha destacado la importancia de centrar el debate en materia de «sanidad animal y salud pública» y ha defendido que ganadería extensiva e intensiva «no son excluyentes, sino complementarias», ya que la primera «cohesiona el territorio» mientras que el segundo «sirve para tener una proteína accesible para muchas familias».

Desde Geroa Bai, Pablo Azcona ha defendido que la limitación de macrogranjas que persigue esta ley cuenta con motivaciones sanitarias, medioambientales y sociales, puesto que apuesta por la «defensa de un modelo más sostenible y familiar».

El portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, ha aclarado que se han abstenido y no votado en contra porque esta norma impedirá la ampliación solicitada por Valle de Odieta en la macrogranja de Caparroso y ha criticado que en Nafarroa «lo que es medida excepcional se ha convertido en situación general» en referencia a la no reducción de UGM máximas en porcino.

Ainhoa Aznárez, de Podemos Ahal-Dugu, ha asegurado que «la contaminación del agua por nitratos y purines es el problema más tajante de la ganadería industrial» con casos como el del río Ultzama, que «está muerto» y ha defendido que apoyar esta ley es «ponerse al lado del bienestar animal, la seguridad animal y de proteger nuestra biodiversidad».

Por su parte, Marisa de Simón, de I-E, ha lamentado que «con esta ley en la mano esa granja de Caparroso no hubiera sido posible» y ha explicado su abstención refiriendo que aunque considera que la norma «va a aportar más valor y poder al modelo de ganadería extensiva», no comparte que no se limite la capacidad reproductiva máxima a la mayor restricción permitida por el Estado