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Mari Nieves Díaz, al pueblo catalán tras ‘Bi arnas’: «Por desgracia muchas hemos vivido esto»

«Por desgracia, muchas, demasiadas familias, hemos vivido experiencias de este tipo», explica Mari Nieves Díaz, madre de Iratxe Sorzabal, en una carta pública difundida en Catalunya tras la emisión de ‘Bi arnas’ en prime-time en TV3. Cree que el Estado «nunca reconocerá esto»

Mari Nieves Díaz, madre de Iratxe Sorzabal. (Gorka Rubio | Foku)

La madre de Iratxe Sorzabal, María Nieves Díaz, ha escrito unas líneas «al pueblo catalán», que TV3 ha difundido tras la emisión del documental ‘Bi arnas’ este pasado martes noche. El trabajo que recoge el impacto de la tortura en hija y madre alcanzó una gran difusión, con 190.000 espectadores, un 10,1% de cuota y convirtiéndose en el espacio más visto en esa franja horaria en Catalunya.

Además de agradecer la emisión (en el programa ‘Sense ficció’), Díaz explica a la ciudadanía catalana cuestiones como que hay muchas personas presas por inculpaciones arrancadas mediante la tortura o que la herida que deja esta lacra «jamás va a cicatrizar».

Esta es la misiva al completo:

«Kaixo, un saludo al pueblo catalán!

En primer lugar, me gustaría disculparme por no poder escribir estas líneas en vuestro idioma y, al mismo tiempo, me gustaría mostrar mi agradecimiento a todas las personas que os habéis interesado por el documental ‘Bi Arnas’.

Dicho esto, para mí es muy importante hacer una puntualización. La tortura no es una práctica aislada, no solo ha afectado a mi hija. Se trata de una práctica sistemática utilizada durante décadas por los gobiernos, en este caso contra ciudadanas y ciudadanos vascos. Mi hija y otras personas pudieron salir vivas del periodo de incomunicación tras su detención, pero otras acabaron muertas; en el monte, en el río Bidasoa o en las propias dependencias policiales. Por lo tanto, no todas las madres de Euskal Herria han podido volver a ver vivas a sus hijas e hijos tras los horrores sufridos durante esos días.

Precisamente, mi hija y yo nunca hemos hablado de ese infierno y no tengo en mente hacerlo. Considero que sería ahondar aún más en una herida que jamás va a cicatrizar. Iratxe sí ha recibido ayuda psicológica estando en la cárcel en el Estado francés, después de que un psicólogo de prestigio se interesara por ella. Mi hija se sintió liberada tras varias sesiones, pero hay situaciones que nunca sanan.

A nivel personal, el documental me ha removido muchas cosas y, en consecuencia, he pasado más de una noche en vela. Es muy duro para una madre tener conocimiento de todo el horror sufrido por su hija, saber que la están violando y no poder hacer nada. Al menos, por ello, considero que este documental sirve para dejar constancia de la absoluta impunidad con la que se ha recurrido a la tortura durante años, estando un gobierno u otro, con todo lo que ello supone, también el hecho de arrancar a través de esta práctica autoinculpaciones que han sido la base de la mayoría de las condenas dictadas en el Estado español; sin ir más lejos, la que mantiene en prisión a mi hija.

Dudo que se llegue a reconocer algún día el daño y la utilización sistemática de la tortura y menos que se repare el mal causado. Todos los estamentos del poder político y judicial del Estado español saben y sabían lo que ocurría en el periodo de incomunicación y nunca hicieron nada por evitarlo; al contrario, daban carta blanca para que así sucediera. Nunca reconocerán esto.

No me extiendo más y me despido no sin antes mandar un fuerte abrazo a todas esas madres que han sufrido casos similares. Por desgracia, muchas, demasiadas familias, hemos vivido experiencias de este tipo.

Moltes gràcies per linterès mostrat. És de gran ajuda no sentir-nos soles en això.

Un saludo»

Mari Nieves Díaz, madre de Iratxe Sorzabal