‘El exorcista’, una de las cumbres del cine de terror, cumple 50 años y contará con una secuela

Coincidiendo con el 50º aniversario del estreno de ‘El exorcista’, Blumhouse y Universal han puesto en marcha una trilogía en clave de secuela del original de William Friedkin. Ellen Burstyn y Linda Blair repetirán sus roles originales.

Jason Blum se ha convertido en uno de los referentes del terror actual gracias a su productora Blumhouse y a éxitos dentro del género como la reciente trilogía ‘Hallowen’. Ahora y en colaboración con Universal, se encuentra inmerso en un nuevo reto, una trilogía de ‘El exorcista’ en clave de secuela.

La idea es obviar las diferentes y muy decepcionantes entregas que se rodaron con posterioridad al original de William Friedkin, cuyo testigo será retomado por el cineasta David Gordon Green, firmante de la reciente trilogía ‘Halloween’.

Otra cuestión relevante de este proyector radica en su reparto, el cual contará con dos actrices que participaron en la cinta del 73, Ellen Burstyn y Linda Blair.

Sobre su presencia en esta nueva entrega, Burstyn explicó que «he recibido muchas ofertas para regresar a ‘El Exorcista’ y siempre me he negado. Esta vez me han ofrecido mucho dinero, y volví a decir que no. Luego me dijeron que me duplicaban la oferta y entonces dije que me lo pensaría. A lo mejor es el diablo el que me está poniendo un precio, así que decidí que el dinero no sería para mí, si no para un programa de becas para estudiantes con talento en la Universidad de Pace. Ese es mi precio. Así que volví, les hice la contraoferta, y terminé obteniendo lo que quería».

El estreno de la primera entrega está previsto para octubre de 2023.

50 años de un referente del terror

‘El Exorcista’ revolucionó el género de terror hasta el punto de ser la primera película de este tipo en ser nominada a los Óscar. Corría el año 1973 cuando llegó a las pantallas esta adaptación cinematográfica dirigida por el entonces cotizado William Friedkin –‘French Connection’– y protagonizada por Linda Blair, Max von Sydow y Ellen Burstyn.

Tomando como referencia la novela homónima de William Peter Blatty, Friedkin llevó a cabo una de las películas de terror más recordadas de la historia del cine. No obstante, la intención de su director era diferente. Según dijo, «no quería hacer una película de terror. Se trata de una historia sobre el misterio de la fe, sobre el bien y el mal, y sobre los sacrificios que conlleva elegir».

Entre los referentes de Friedkin figuraban cintas clásicas como ‘Ordet’, de Dreyer y la partitura de ‘La consagración de la primavera’, de Ígor Stravinski, sobre todo por el ritmo narrativo. Otra cuestión relativa a su metodología radicó en que rodó abandonándose a la espontaneidad. «No creo en la segunda toma, por ello quise seguir esa teoría de Fritz Lang de que había que grabar la seguridad de un sonámbulo», dijo sobre ello el cineasta.

‘El exorcista’ también pasa por ser un ejemplo de imágenes subliminales, a las que se recurrió para aumentar su dramatismo, y también todo un laboratorio de música experimental, pues los gritos de cerdos o el desquiciante aleteo de una mosca contribuyen a generar tensión.

El sonido fue, en líneas generales, una obsesión para Friedkin, aficionado desde niño a los dramas radiofónicos. Para la voz del diablo, que habla por boca de la niña, buscó una voz neutra, que no fuera ni de hombre ni de mujer; al final fue la de Mercedes McCambridge, la cual pasó varios días comiendo huevo crudo, fumando y bebiendo alcohol hasta dar con el tono oportuno.

En cuanto a la banda sonora, el director tenía que claro que debía ser como «una mano fría sobre la nuca del espectador». Tras varios intentos con órganos, al final llegó el emblemático tema que abre el disco ‘Tubular bells’, de Mike Oldfield.

La película, por lo demás, está llena de guiños a la historia del arte. La icónica imagen del padre Karras –Max von Sydow– llegando en una fría noche, con un sombrero e iluminado únicamente por la luz que sale de la ventana de la habitación de la niña poseída, es una alusión directa al cuadro ‘El imperio de las luces’, de Magritte. Otras escenas están inspiradas en el claroscuro de Caravaggio, la luz de Rembrandt y el realismo de Henri Cartier-Bresson.