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Nafarroa consigue reciclar el 50% de los residuos domésticos y comerciales

En Nafarroa se ha logrado por primera vez reciclar el 50% de los residuos domésticos y comerciales, según ha dado a conocer la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez. De este modo, se queda a cinco puntos del objetivo fijado por el Plan de Residuos.

Contenedores en Iruñea. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Nafarroa ha superado por primera vez en 2022 el techo del 50% de la tasa de preparación para la reutilización y reciclado de todos los residuos domésticos y comerciales recogidos ese año, que equivalen a 138.000 toneladas, y se queda a solo cinco puntos del objetivo establecido por el Plan de Residuos de Nafarroa (PRN) y por la directiva europea.

Lo ha anunciado en rueda la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, quien ha expuesto el balance de los datos del pasado año, unas cifras «muy positivas porque sitúan a Navarra otra vez a la cabeza de las comunidades autónomas y entre las regiones europeas que avanzan con paso firme hacia la economía circular».

Así, con la puesta en marcha del Plan de Residuos de Nafarroa en 2017 se da un gran crecimiento de la tasa de reciclaje, que confirma la evolución positiva en la gestión correcta de estos residuos, debido a la culminación de la recogida selectiva en el conjunto de las 16 entidades locales que gestionan los residuos en Nafarroa con el despliegue total en 2022 de la recogida de la materia orgánica, que alcanza el 100% de la población navarra.

415 kilos por habitante

Los datos reflejan que en el año 2022 Navarra generó un volumen de residuos domésticos y comerciales de 275.000 toneladas, a razón de 415 kilos por habitante y año (429 en 2021), lo que supone una reducción del 3% respecto al año anterior en la generación de los residuos domésticos, que fue de 284.109 toneladas. Esto significa que cada ciudadano o ciudadana generó catorce kilos menos que en 2021.

Esta reducción, asimismo, alcanza el 6% respecto al año 2010, año de referencia para evaluar el cumplimiento del objetivo de reducción recogido en la Ley Foral de Residuos y su Fiscalidad de 2018. Prácticamente en todas las entidades locales, que abarcan el 97% de la población de Nafarroa, se ha experimentado una reducción en la generación de residuos.

Respecto a la preparación para la reutilización, que consiste en el acondicionamiento, limpieza y reparación de muebles, ropa y aparatos eléctricos y electrónicos para ofrecerles la oportunidad de un segundo uso y así prevenir la adquisición de artículos nuevos, se destinaron 1.005 toneladas, que supone el 10% de las entradas a tratamiento. Sin embargo, respecto al total de los residuos domésticos generados, representa solo un 0,4%.

Gómez ha subrayado de estos datos la consecución por primera vez del «difícil objetivo del 50% preparación para la reutilización y reciclado, situándonos a cinco puntos del objetivo previsto para 2025, que es de 55%. Se ha producido un gran avance en este último año, teniendo en cuenta que partíamos de una cifra del 48%. Por tanto, podemos decir que Navarra camina con paso firme en el camino de la transición hacia una economía circular».

En cuanto a la recogida selectiva de residuos, en 2022 Nafarroa confirmó su tendencia al alza alcanzando un nuevo techo con un 43% del volumen de residuos domésticos y comerciales frente al 39% de 2021. En cifras absolutas, se recogieron separadamente 117.800 toneladas, a razón de 177 kilos por habitante.

En este sentido, la consejera ha vuelto a valorar «muy positivamente que se incremente la recogida selectiva sin aumentar la generación total», tal y como ya sucediera en el ejercicio precedente.

Esto se debe al significativo descenso de la fracción resto en un 11%, cuya consecuencia directa ha sido un incremento de la recogida selectiva de las fracciones de papel-cartón, vidrio, envases, textiles, materia orgánica y residuos peligrosos, hasta alcanzar este 43% en 2022, incremento que ha sido más acusado en el ámbito de Iruñerria debido a la implantación en las zonas urbanas del sistema electrónico de apertura de contenedores, que según la Mancomunidad ha impulsado la recogida de materiales.

Se estima que alrededor del 60% de la reducción de la fracción resto se debe a la mejora del resto de recogidas selectivas, y un 40% se atribuye la prevención de residuos.

Cerca del objetivo

Con estas cifras, Nafarroa se sitúa ya muy cerca del objetivo del 50% de la recogida selectiva para 2035 establecido por la Ley Foral de Residuos y su Fiscalidad, lo que ha permitido capturar un 28% de materia orgánica de calidad, frente al 23% el año anterior.

Destaca que la recogida de residuos orgánicos se ha incrementado un 14% (de 43 a 49 kilos por habitante en 2022) como consecuencia del despliegue total de la recogida selectiva de materia orgánica en todo el territorio del herrialde, lo que ha permitido capturar un 28% de materia orgánica de calidad, frente al 23% el año anterior.

En cuanto a la reducción del vertido de residuos domésticos en dos puntos (del 52% al 50% en 2022), este se mantiene como el gran reto a alcanzar para los próximos años.

Al respecto, el jefe de la Sección de Residuos, Raúl Salanueva, ha señalado que «la entrada en funcionamiento de la nueva planta de la MCP [Mancomunidad de Iruñerria] permitirá tratar la fracción resto que ahora se deposita directamente en el vertedero y así avanzar decididamente hacia la consecución de los objetivos previstos en la normativa europea».

No obstante, sí se ha reducido notablemente la cantidad de residuos biodegradables vertidos, alcanzando el objetivo del 35%, debido al incremento en la recogida selectiva de la materia orgánica.

Con estas cifras en la mano, Gómez ha reiterado que Nafarroa «sigue liderando la gestión de residuos en cuanto a recogida ciudadana, gracias en buena medida al despliegue de la recogida selectiva en toda la Comunidad Foral, que culminó en 2022», y ha incidido en que «hay que continuar mejorando y aumentando nuestro nivel de exigencia, particularmente en la recogida selectiva de materia orgánica, así como en la reducción de vertido».