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Jean-Christophe Grangé: «El nazismo fue una borrachera de odio»

El escritor Jean-Christophe Grangé, autor de ‘Los ríos de color púrpura’, presentó a través de una rueda de prensa telemática los detalles de su nueva novela, ‘Muerte en el Tercer Reich’ (Destino), un thriller histórico en torno a la «pulsión maléfica del nazismo».

Jean-Christophe Grangé, autor de ‘Muerte en el Tercer Reich’. (GRUPO PLANETA)

Jean-Christophe Grangé figura como uno de los autores de thriller más relevantes del Estado francés gracias a títulos como ‘Los ríos de color púrpura’ o ‘El origen del mal’.

Su nueva obra, ‘Muerte en el Tercer Reich’ (Destino), tiene como protagonistas a un sicoanalista, un agente de la Gestapo y una siquiatra, Minna von Hassel, que investigan los asesinatos de mujeres casadas con altos cargos del partido nazi que aparecen a orillas del río Spree de Berlín.

En un encuentro telemático con medios, Grangé prologó su intervención señalando que «el nazismo es lo más sombrío y tenebroso que uno puede imaginar. Esa parte malvada del ser humano es lo que me atrajo de ese periodo».

El autor parisino añadió que «el nazismo sigue provocando una gran fascinación. Todos nos sentimos atraídos por la parte más malévola del ser humano. Todos tenemos un lado oscuro que quiere salir. Las personas equilibradas, en un momento dado, pueden cambiar gracias a algún hecho inusual. El nazismo fue una borrachera de delirio generalizado. Lo mismo ocurrió en Ruanda, donde masacraron a la mitad de la población la otra media. Todos tenemos esta pulsión de destrucción».

«Freud descubrió esa ambivalencia en el ser humano. El fascismo ha fascinado por esa pulsión, que se ha convertido en un sistema político. El nazismo fue un régimen organizado. Se planificó la destrucción de una manera paciente. La administración lo controlaba todo. Fue la muestra de que la mente humana puede dar un vuelco y volverse loca. Se activó por unas 4 ó 5 personas taradas que manipularon a todo un país. Seres de puro odio. Eran una caricatura como personas. Durante el nazismo el país estuvo dirigido por una pandilla trolls, las mismas que se hacen fuertes en las redes sociales», añadió el escritor.

Sueños, pesadillas y realidades

En la novela también adquieren una importancia especial los sueños y pesadillas, que para el escritor «son la forma del ser humano de proyectar su almacén de angustias. Me interesan más los personajes complicados, con problemas y obstáculos, que aquellos que siempre parecen estar felices».

Para Grangé, escribir una novela policíaca ambientada en el nazismo le obligó «a volver a leer la serie de Bernie Gunther de Philip Kerr. Un escritor que tenía una gran capacidad para llevarte de regreso a aquella época. Kerr ha sido una gran influencia en esta novela».

El autor se considera «un estudiante eterno, porque cuando me documento para mis novelas realizo una profusa labor de investigación, como cuando ejercía de periodista, profesión que me ha proporcionado mucho material para mis libros».