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Las acusaciones piden prisión permanente revisable para el homicida de Gasteiz

Fiscalía y acusación particular ejercida por la familia de la víctima han mantenido la petición de prisión permanente revisable para el joven juzgado por matar a un conocido en Gasteiz, mientras que la defensa ha considerado que fue un delito de homicidio por el que ha pedido ocho años.

Palacio de Justicia de Gasteiz, donde se desarrolla este juicio. (Raúl Bogajo | FOKU)

El Ministerio Público ha mantenido la petición de prisión permanente revisable para el inculpado de matar a un joven en un pabellón industrial de Gasteiz en julio de 2020 y ha añadido un agravante de alevosía en el delito de lesiones. El fiscal ha expuesto la vulnerabilidad de la víctima debido a su discapacidad, «una vulnerabilidad que el acusado conocía», así como ha manifestado que el denunciado «tenía capacidad» de saber lo que hacía.

La acusación particular que ejerce la familia de la víctima ha demandado las mismas penas que la Fiscalía, exceptuando el atenuante de alteración psíquica del acusado y, al igual que la Fiscalía, ha reclamado tres indemnizaciones a los allegados que suman un total de 281.589 euros.

La Sección Segunda de la Audiencia de Araba ha acogido este miércoles la sexta jornada del juicio que dirime el homicidio con alevosía de un joven de 20 años en un fábrica abandonada de la capital alavesa en julio de 2020, con las conclusiones finales de la Fiscalía, acusación particular y abogado defensor, frente al jurado popular.

El fiscal ha añadido el agravante de alevosía en el delito de lesiones y mantiene la petición de prisión permanente revisable para el acusado de cometer un crimen con alevosía y cometido «con la finalidad de ocultar un delito anterior, cometido sobre una persona especialmente vulnerable por razón de su discapacidad».

La Fiscalía introduce un atenuante de alteración psíquica, y ha expuesto que «la víctima no podía defenderse» debido a su «mal estado» por las drogas que «le obligó a ingerir» el acusado, a lo que se une su discapacidad acreditada del 65%; y un agravante de las circunstancias del lugar, puesto que «lo mató» en una fábrica abandonada, en la que «nadie puede oír los gritos».

Reconoce los hechos

Por su parte, el abogado defensor ha puesto en valor que su cliente «ha reconocido los hechos y ha contribuido a esclarecerlos», por lo que ha solicitado «una pena de ocho años de prisión e inhabilitación absoluta» durante ese periodo. Además, ha planteado «un atenuante psíquico», ya que el acusado estaba «alterado por la drogas consumidas» y «un atenuante por la discapacidad intelectual leve que padece».

A su juicio, «no tiene ninguna lógica» que su cliente «cometiera un asesinato para ocultar un delito de lesiones», para rechazar el homicidio con alevosía que demanda la acusación y ha expresado que el acusado «no trata de ocultar» los hechos y «colabora en la reconstrucción de los hechos».

El inculpado ha hecho uso de la palabra para volver a «pedir perdón a los familiares» y ha reiterado que «estaba bajo el efecto de las drogas» cuando cometió los hechos. «Lo siento mucho de verdad, estoy muy arrepentido», ha añadido.

Tras reconocer los hechos que se le imputan desde la primera sesión del juicio, la principal clave que deberá dirimir el jurado popular es establecer las capacidades intelectuales del acusado y su grado de conciencia a la hora de realizar los hechos.

Tras la presentación de las conclusiones finales por parte de la Fiscalía, acusación y defensa, el jurado popular de nueve personas, formado por seis mujeres y tres hombres, se ha retirado a deliberar para emitir su veredicto final en torno a la petición de homicidio para que, posteriormente, la magistrada de la Audiencia de Araba determine el número de años de condena.