Advierten de que «si no se soluciona la Atención Primaria, vamos al precipicio»
La presidenta de la Academia de Medicina de Familia del Estado español, Verónica Casado, ha advertido en Donostia de que los sistemas sanitarios públicos «van directos al precipicio, si no se soluciona la Atención Primaria».
«Si no se soluciona la Atención Primaria, vamos al precipicio», ha advertido la presidenta de la Academia de Medicina de Familia del Estado español, que participa este viernes en Donostia en una mesa redonda con el título ‘Atención Primaria en España: ¿susto o muerte?’, dentro del congreso estatal de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.
Casado ha remarcado que es «evidente» que existe un «problema muy grave» y un «cuestionamiento» del modelo. Ha criticado la organización en estructuras que integran Atención Primaria y hospitales, como las OSI de Osakidetza, porque priorizan las necesidades de estos últimos.
«No podemos dejar que muera la Atención Primaria, porque si muere, muere el sistema sanitario público», por el impacto que tiene en la salud y en el control de las tasas de comorbilidad, ha indicado Casado, que fue consejera de Salud de Castilla y León entre 2019 y 2021, cuando fue relevada por el actual presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.
La Atención Primaria debe ser el «eje estratégico» del sistema sanitario y para ello, hay que dotarla de «poder de regulación» y de financiación, pero «lo que se ha hecho es descapitalizarlo», afirma.
Considera que las «gerencias únicas», que integran la Atención Primaria y la hospitalaria, «ha sido lo peor que se ha podido hacer», porque producen una «asimetría importante». Señala que, en su experiencia como consejera durante la pandemia, lo vio «clarísimamente».
«Si hay un gestor que no tiene camas en la UCI, esa será su prioridad» y «se puede olvidar de lo que pasa en la comunidad», indica Casado, que defiende que existan dos gerencias separadas. «En un hospital puede haber más de 40 especialidades funcionando, mientras en Atención Primaria solo una o dos, y la complejidad hace que el foco se ponga en el hospital en lugar de en la comunidad, en los domicilios».
La que fuera reconocida como mejor médico de familia del mundo en 2018, cuando llevaba tres décadas como médico de familia en el centro de Salud de Parquesol, en Valladolid, cree que con la organización actual, «todo acaba en los médicos», cuando debe recaer en equipos con otros profesionales de la salud.
Un déficit de médicos que se veía venir
Casado compara la situación con el cambio climático, algo de lo que se venía avisando, pero «la gente se preocupa ahora porque no hay agua». El déficit de médicos se preveía incluso desde 2005, cuando la entonces ministra española de Sanidad, Elena Salgado, encargó un informe en el que avanzaba que entre 11 y 18 especialidades estarían en precario en la década de los 20.
De hecho, los facultativos de Atención Primaria deberían constituir el 50% del total, pero son solo el 33%. «Y bajando», remarca Casado.
Considera que el abordaje del problema requiere de muchas medidas. «Cuando se habla de limitar a 35 el número de pacientes diarios, ¿qué hacemos cuando este invierno hemos tenido hasta 60?», cuestiona.
En este sentido, Casado aboga por formar a los equipos que gestionan los mostradores de los centros de salud y defiende la necesidad de crear equipos en los que «el médico, la enfermera y el administrativo sanitario trabajan juntos para una población». «Lo más importante es la voluntad política», afirma Casado, que cree que la ciudadanía no es consciente del «peligro» y debería «estudiar los programas» a los que vota.