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La ciaboga perfecta del timonel José Luis Mendilibar con el Sevilla

Jose Luis Mendilibar llegó a mediados de marzo a Sevilla y le ha cambiado la cara al equipo hispalense: tan solo una derrota liguera y el billete de la final de Europa League en el bolsillo. Desde la «sencillez», el de Zaldibar ha sabido gobernar para coger una ciaboga perfecta.

Jose Luis Mendilibar, en la zona técnica del Sánchez Pizjuán, en la semifinal frente a la Juventus. (Jorge GUERRERO | AFP)

Jose Luis Mendilibar es natural de Zaldibar, municipio que está a unos 30 kilometros de la costa. Sin embargo, la distancia no es excusa para que el vizcaino haya demostrado ser un buen timonel –en este caso de tierra firme–, un timonel capaz de dar un vuelco de 180º a un equipo que se hallaba sin rumbo, sin ideas claras. Una ciaboga perfecta del de Zaldibar ha sido capaz de colocar al Sevilla en la final de Europa League, además de darle un brío fresco en liga, hasta reenganchar en la lucha por los puestos europeos.

El Sevilla, con Mendilibar al mando, ha perdido tan solo un partido liguero de los ocho disputados, lo que le ha llevado a ser un firme candidato en la lucha por Europa. Fue capaz de «cambiar todo en seis partidos», cuatro de liga y dos de competición europea. Una racha liguera de tres victorias y un empate que le propulsó en la clasificación liguera, una dinámica con el que encandiló al sevillismo.

Pero el éxito del de Zaldibar no queda ahí, y es que desde su «sencillez» se ha plantado en la final de la Liga Europa tras eliminar a nada más y nada menos que Manchester United y a la Juventus, dos pesos pesados del viejo continente, sin haber sufrido ni una derrota –dos empates y dos victorias–.

«Desde un principio firmé tres meses, y alguno pensaba que yo era un tontolaba y era un muerto de esto. Y estoy muy vivo. Lo importante es terminar bien», declaraba el vizcaino en la previa del partido de vuelta de la semifinal de la Europa League.

«No pido cosas raras, la sencillez es para mí una de las cosas más importantes de este deporte», reconocía el técnico de Zaldibar. No ha habido una tecla clave, ha habido un cambio de raíz para dar un vuelco, para dar una ciaboga perfecta en la que el horizonte ahora se ve más radiante, lleno de luz.

Lopetegui primero –un mes antes del Mundial– y Sampaoli después –a mediados de marzo– fueron cesados al ver la dirección deportiva del club sevillista que el equipo no marchaba como se preveía. La apuesta por Mendilibar cogió a más de uno y a más de una por sorpresa. Estábamos acostumbrados a ver al de Zaldibar en equipos humildes, sin mucho revuelo; equipos que aspiraban a ascender a Primera, en conjuntos que su principal objetivo era la permanencia... Era el bombero que llegaba a apagar el fuego, el bombero que llegaba para salvar de la quema.

Recordamos al Mendilibar de 2004, que estuvo a punto de lograr el ascenso a Primera; una temporada después los malos resultados llevaron al Athletic a prescindir de sus servicios. No obstante, en Valladolid, en un equipo de bajo presupuesto, dejó huella, así como en Osasuna. Volvió al Eibar en 2015 para hacer mucho con tan poco: mantener al Eibar en la élite durante seis años.

Hace un año era destituido del Alavés, después de fichar para evitar el descenso. La mala dinámica del equipo albiazul, sin embargo, parecía no tener remedio, con uno o con otro en el banquillo. No había forma de apagar el fuego de Mendizorrotza. Así, el de Zaldibar volvió a coger descanso, hasta que en marzo recibió la llamada de Monchi. «No me planteaba entrenar al Sevilla, aquí solo venían técnicos de alto standing», había declarado Mendilibar.

Pero el Sevilla vio que lo que le faltaba era más sencillez y menos alto standing. Estaba con el agua hasta el cuello y Mendilibar, cambiando el buzo de bombero por el de timonel, llegó a tiempo para, con su sencillez, achicar aguas; a tiempo para hacer que todo el equipo remara en una misma dirección, con él de timonel para coger una ciaboga perfecta que les sitúa a un paso de ganar su séptimo trofeo de la Europa League.

De presenciar un entrenamiento de Mou a enfrentarse a él en una final

Cabe destacar que trabajar desde la sencillez no siempre es lo más sencillo, tal y como declaró el capitán sevillista Ivan Rakitic: «En el fútbol lo que parece lo más sencillo es muchas veces lo más difícil. A su manera ha conseguido darle otra alegría al vestuario. Llegó con muchísima energía y ganas. Su cualidad es esa facilidad de llegar a los jugadores y a la gente»

«Es el equipo más completo que he tenido técnicamente; he tenido jugadores individuales muy buenos pero no un grupo tan bueno. Es más fácil hacer las cosas con un grupo tan bueno», remarcó el propio Mendilibar ante las cámaras de Movistar+ nada más eliminar al equipo bianconero.

Ahora, de ver a Mourinho durante un entrenamiento en Valdebebas, «de charlar con su preparador físico y con Aitor Karanka», se las verá con él en una gran final. Un honor para el de Zaldibar, que remarcó que «cuando pasen estos días y esté de vacaciones echaré la vista atrás y me daré cuenta que hemos conseguido grandes cosas».