Más de 2.000 pensionistas convergen en Gasteiz en defensa de una pensión mínima de 1.080 euros
Este jueves han llegado a Gasteiz tres marchas de pensionistas procedentes de Bilbo, Bergara y Agurain. Han tomado las calles de la capital alavesa y han rodeado el Parlamento para exigir a las instituciones una pensión mínima de 1.080 euros. Una necesidad acuciante para cerca de 220.000 vascos.
El lunes y el martes partieron tres marchas de pensionistas desde Bilbo, Bergara y Agurain. Este jueves han llegado a Gasteiz y han recorrido las calles de la ciudad hasta llegar al Parlamento, donde han vuelto a exigir una pensión mínima de 1.080 euros.
Allí han recordado que en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa hay 167.718 pensionistas que cobran menos de 1.080 euros, y 51.306 en Nafarroa, «la inmensa mayoría mujeres». Y han señalado que el establecimiento de un complemento por parte de Lakua supondría un coste de 230 millones de euros, unos 60 millones en el caso de Nafarroa, «aproximadamente el 2% del presupuesto».
«Tomar esta decisión solo depende de la voluntad política de los gobiernos y parlamentos de la CAV y Nafarroa, y no hay razones políticas ni económicas que lo impidan», han aseverado los presentes, que han registrado un manifiesto en la Cámara autonómica.
En el mismo explican que la exigencia de una pensión mínima mensual de 1.080 euros supone «una reivindicación urgente y de justicia, porque las instituciones públicas tienen la obligación de adoptar las decisiones precisas para garantizar a la ciudadanía unas condiciones de vida dignas, condiciones que en el caso de las personas pensionistas mayores y pensionistas que no disponen de ingresos procedentes de su trabajo pasan por garantizar unos ingresos mínimos suficientes».
Más aún «en el actual contexto de crecimiento exponencial del coste de la vida, cada vez un mayor número de personas mayores y pensionistas ven truncadas sus posibilidades de acceder a una vivienda saludable y adecuada a sus necesidades, una alimentación sana, garantizar su salud y tener una atención efectiva para paliar sus necesidades de atención a la dependencia».
«La pensión mínima tiene rostro de mujer»
Además, han denunciado que «la pensión mínima en todas sus variables tiene nombre de mujer». «Es algo que se constata en la brecha de género que tiene como antecedente la desigualdad de salarios y la asignación unilateral de las mujeres al trabajo no remunerado o mal pagado en el ámbito de la reproducción y los cuidados», han indicado.
Y han añadido que «empleo de calidad, mejores salarios y la eliminación de la brecha son, además de un derecho, la garantía del futuro de las pensiones por los ingresos adicionales que supondrían».
Por último, han anunciado que seguirán movilizándose. «Igual que fuimos capaces de derogar el Índice de Revalorización de las Pensiones, el 0,25% o el Factor de Sostenibilidad, y hemos evitado nuevos recortes, seremos capaces de conseguir algo de estricta justicia: la pensión mínima de 1.080 euros en 14 pagas para 2023», han subrayado antes de incidir en que «la movilización es nuestra garantía».
Desde todas las comarcas
Lo cierto es que las marchas de esta semana y la manifestación de Gasteiz han mostrado la buena salud de la que goza el movimiento de pensionistas.
Más de 2.000 se han dado cita, llegados desde diferentes comarcas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. En la manifestación se han visto pancartas de Goierri, Txingudi, Eibar, Barakaldo, Arrasate, Galdakao, Ugao, Portugalerte, Oarsoaldea, Santurtzi, Agurain, Abanto, Ortuella, Oñati, Bergara y Urretxu, por citar algunos lugares.