El comercio exterior de las mayores economías del mundo se ralentiza
La balanza comercial de EEUU y China confirma una caída de la demanda internacional. Por un lado, el déficit comercial de EEUU se ha disparado, mientras que la reducción del comercio exterior chino ha sido también notable.
En abril el déficit comercial de Estados Unidos ha sido el mayor en ocho años a causa del aumento de las importaciones de bienes y la caída simultánea de las exportaciones, especialmente de productos energéticos. El aumento del déficit comercial registrado por el Departamento de Comercio es el mayor desde 2015.
En cifras, el déficit comercial creció un 23,0%, hasta los 74.600 millones de dólares. Teniendo en cuenta solamente el comercio de bienes, el déficit aumento un 16,5% en porcentaje, pero en números absolutos alcanzó los 95.800 millones de dólares. Algo más de una cuarta parte de esta cifra corresponde al déficit que EEUU mantiene con China, 24.200 millones en abril, a pesar de las restricciones y las sanciones impuestas a Beijing.
Por rúbricas, las importaciones que más crecieron fueron los vehículos con motor, repuestos y motores. Asimismo, subieron las importaciones de bienes de consumo, sobre todo teléfonos móviles y artículos para el hogar. Datos que apuntan a que la subida de los precios no ha reducido especialmente el consumo de los hogares.
En cuanto a la venta de bienes al exterior, se redujo en un 5,3%, el mayor descenso en tres años. La caída estuvo encabezada por un fuerte descenso de las exportaciones de suministros y materiales industriales, principalmente petróleo crudo y fuel oil, productos utilizados en la actividad industrial, lo que confirmaría el debilitamiento de la actividad en el resto del mundo.
El efecto del dólar
La subida de los tipos de interés ha hecho que el dólar haya recuperado terreno frente a las monedas de los principales socios comerciales de Washington, lo que encarece los productos fabricados en EEUU. Un efecto que se hará más intenso a medida que pase el tiempo. «El efecto del dólar en el déficit comercial se apreciará con retraso», señaló Matthew Martin, economista de Oxford Economics en Nueva York.
Goldman Sachs ya ha reducido su estimación del crecimiento del PIB del segundo trimestre en medio punto.
La balanza comercial china
Por otro lado, las exportaciones chinas cayeron un 7,5% en mayo con respecto a hace un año, según los datos de la Oficina de Aduanas. La caída es mayor a la esperada por los expertos –apenas del 0,4%– y la más grande desde enero. Sin embargo, las importaciones se contrajeron un 4,5%, por debajo de la reducción esperada por los expertos del 8,0%.
Los datos muestran que el comercio fue incluso peor que cuando el puerto de Shanghai, el más activo de China, se cerró debido a las estrictas restricciones del covid.
La caída de las importaciones, menor de la esperada, indica que el consumo interno se mantiene mejor que la demanda del resto del mundo. En ese aspecto, la coyuntura económica china es bastante similar a la de Estados Unidos.
«Crece la presión para que el gobierno impulse el consumo interno durante el resto del año, ya que la demanda mundial probablemente se debilitará aún más durante el segundo semestre», señaló a Reuters Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Management.
Cae la demanda de productos intermedios
Las importaciones chinas de semiconductores han caído un 15,3%, lo que indirectamente indica que el mercado para las exportaciones de productos electrónicos de consumo, que suelen incluir ese tipo de componentes, se ha debilitado.
Uno de los principales proveedores de esta clase de productos, Corea del Sur, ha registrado un descenso en la venta de chips a China de un 36,2%. En general, las exportaciones de Corea del Sur a China cayeron un 20,8% en mayo, marcando un año completo de caídas mensuales, un dato que confirmaría que la demanda de componentes para la fabricación de bienes finales continúa debilitándose.
También se contabilizaron reducciones de las importaciones chinas de otras materias primas, como el cobre, que cayó un 4,6% en mayo con respecto al año anterior. Y el último índice oficial de gestores de compras (PMI) muestra que la actividad de las fábricas chinas se contrajo más rápido de lo esperado en mayo.
Esta debilidad de la demanda internacional ha sido confirmada esta semana por Eurostat. La Eurozona ha entrado en recesión técnica, después de que se hayan registrado dos trimestres consecutivos en los que la actividad económica se ha contraído. La reducción ha sido solo del 0,1%, pero apunta tendencia.