La negativa de Braulio al Sevilla fortalece el actual proyecto de Osasuna
Osasuna fortalece su actual proyecto después de que el director deportivo de la entidad rojilla, Braulio Vázquez, haya dado una respuesta negativa a la oferta que le trasladó el Sevilla la semana pasada.
Después de un fin de semana un tanto agitado por la posibilidad de que el director deportivo osasunista, Braulio Vázquez, hiciese las maletas ante la oferta surgida por parte del Sevilla, este finalmente continuará en Osasuna.
El técnico gallego ha preferido darle continuidad a su etapa en la entidad rojilla, con la que ya se comprometió en su momento hasta 2026, pues siempre ha manifestado encontrarse muy a gusto en Iruñea.
Su decisión, poco habitual en un mundo como es el del fútbol de élite, gobernado por el poder del dinero, no hace sino reforzar el actual proyecto rojillo, que ha ido creciendo a pasos agigantados con la llegada de la dupla Arrasate-Alkiza, hasta alcanzar la final copera y la clasificación para la Conference League el ejercicio pasado.
Precisamente, la incorporación de dicho cuerpo técnico ha sido uno de los aciertos más importantes de Braulio, desde que aterrizase en Osasuna en mayo de 2017, entidad en la que él también ha aprendido a empaparse de una filosofía diferente a la hora de entender esta modalidad deportiva.
Después de sendos trienios en Valencia y Valladolid, el de Pontevedra intentó aplicar en el club navarro el mismo método de trabajo, adoptando como primera decisión fichar a un técnico en clara trayectoria ascendente, Diego Martínez.
Sin cuestionar su capacitación profesional, pues mantuvo al primer equipo metido en la pelea por el ascenso prácticamente hasta el final, el preparador vigués no acabó de empatizar ni con el vestuario, ni con la prensa, ni con el resto de estamentos de la entidad osasunista, lo que precipitó su salida pese a tener un contrato por otra campaña más.
Aquello supuso una lección para Braulio, quien comenzó a comprender que se encontraba a los mandos técnicos de un club diferente, tanto por su singular propiedad, como por los gustos futbolísticos de sus aficionados.
Giro de timón
Esa percepción de la prioridad por generar un vestuario que también fuese un grupo familiar, aparte de su rendimiento deportivo, en el que no se negociase el esfuerzo, condición sine qua non para los hinchas rojillos, y en el que se tuviese en cuenta la aportación de la cantera, provocó un giro de timón en el trabajo del máximo responsable técnico.
Acostumbrado a renovar plantillas a base de la realización de un gran número de fichajes –es lo que hizo en anteriores clubes y también en su primer mercado veraniego con Osasuna–, Braulio fue consciente de que en la entidad navarra gusta la estabilidad –léase mantener el bloque en la medida de lo posible–, algo de lo que también tenía que dotar al banquillo.
Nada mejor para ello que incorporar a un entrenador que ya había pasado por un equipo similar en cuanto a filosofía, como la Real, con talante conciliador y cercano, además de disponer de los suficientes conocimientos tácticos como para darle una amplia gama de variantes al equipo.
Y ahí acertó de pleno con la elección de Jagoba Arrasate, un guante para la mano rojilla y también un técnico con el que Braulio ha congeniado a las mil maravillas. Hasta el punto de defenderle a capa y espada en los peores momentos.
Y ahora, al parecer, devolverle la confianza el de Berritua hasta convencerle a Braulio de continuar bajo el paraguas osasunista y olvidarse de los cantos de sirena llegados desde la entidad hispalense, pese a que la oferta económica era superior y a que el conjunto andaluz va a disputar Champions el próximo curso.
La también participación europea de Osasuna, pendiente de la decisión de la UEFA que podría producirse este próximo miércoles, y, sobre todo, el ambiente de camaradería que reina en el staff técnico rojillo han podido influir de manera importante en la negativa a la oferta del Sevilla, que ahora pretende al director deportivo del Rayo, David Cobeño.
Braulio ha reconocido en más de una ocasión que su estancia en Iruñea le ha obligado a acomodarse a la idiosincrasia de la entidad osasunista y que ello ha generado importantes logros en los últimos tiempos. Siendo así, para qué cambiar de aires si uno es feliz en su actual trabajo.
Inicial nerviosismo y posterior alegría en la junta
Coincidiendo con la presentación como nueva directora deportiva de Mai Garde, el vicepresidente César Muniain ha ofrecido la primera valoración de la actual junta directiva rojilla respecto a la decisión de Braulio de quedarse en Osasuna.
Así, ha reconocido que inicialmente se generó el «nerviosismo» entre los rectores del club ante la posibilidad de que el técnico gallego pudiese aceptar la oferta del Sevilla y de que la entidad hispalense abonase la compensación económica necesaria.
«Se trata de uno de los mejores equipos de la liga española, que acaba de ganar la Europa League y que siempre está entre los siete primeros, con un potencial económico al que nosotros no podríamos llegar nunca», ha continuado Muniain.
«Al final, creo que ha pesado más el hecho de que Braulio está enamorado de Osasuna, su afición y Pamplona. Tiene una bonita comunión con el presidente, la junta directiva y todos los trabajadores del club», ha resaltado.
Muniain ha confesado que «todavía no he tenido ocasión de verle para darle un abrazo y un par de besos y agradecerle que siga apostando por Osasuna».