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El Tribunal Supremo de EEUU acaba con la discriminación positiva en las universidades

El Tribunal Supremo de EEUU ha fallado que la discriminación positiva que aplican las universidades para garantizar la diversidad del alumnado y la igualdad de oportunidades viola la Constitución estadounidense. El Gobierno de EEUU ha considerado que la decisión hace retroceder décadas al país.

Defensores de la discriminación positiva en las universidades de EEUU protestan ante el Supremo. (Anna MONEYMAKER | AFP)

El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha acabado este jueves con la discriminación positiva por temas raciales en las universidades, al opinar que Harvard y la Universidad de Carolina del Norte violaron la Constitución al utilizar la raza como un factor en el proceso de admisiones.

La opinión ha sido redactada por el presidente del alto tribunal, el juez John Roberts, y apoyada por los cinco magistrados conservadores. Las tres juezas progresistas se han opuesto.

«Muchas universidades han (...) concluido, erróneamente, que la piedra angular de la identidad de un individuo no son los desafíos superados, las habilidades construidas o las lecciones aprendidas, sino el color de su piel. Nuestra historia constitucional no tolera esa decisión», se puede leer en la sentencia.

Aun así, el fallo destaca que nada prohíbe que las universidades consideren cómo la experiencia de un estudiante con el racismo ha afectado a su vida en el proceso de admisión, pero siempre de manera individual.

En concreto, los jueces consideran que el proceso de admisiones de Harvard y la Universidad de Carolina del Norte (UNC), dos de las instituciones más longevas del país, violan la decimocuarta enmienda de la Constitución, que garantiza la igualdad ante la ley.

En el caso de Carolina del Norte, la acusación argumentaba que la política de admisiones era discriminatoria contra los candidatos blancos y asiáticos frente a los afroamericanos, hispanos y nativos americanos, mientras que en el de Harvard, un grupo de estudiantes asiáticos denunciaron el uso de criterios subjetivos para limitar el número de candidatos aceptados.

Juezas discrepantes

La jueza progresista Sonia Sotomayor, que históricamente ha defendido la capacidad de las universidades para considerar la raza en el proceso de admisiones, ha explicado en su opinión discrepante que la decisión de los magistrados conservadores «revierte décadas de precedentes y de importante progreso».

«La igualdad de oportunidades en la educación es un requisito previo para conseguir la igualdad racial en nuestra nación», ha defendido.

La jueza afroamericana Ketanji Brown Jackson, en su propia opinión de disentimiento, ha señalado que «considerar que la raza es irrelevante en la ley no hace que sea así en la vida».

Sin embargo, el juez Clarence Thomas, también afroamericano y uno de los más conservadores de la corte, a acusado a Jackson en una opinión concurrente de considerar que «todos los resultados en la vida se pueden atribuir sin ninguna duda a la raza».

La discriminación positiva cobró especial importancia en el país durante el movimiento de defensa de los derechos civiles de los afroamericanos y el fin de la segregación racial en las escuelas en la década de 1950.

El Supremo había protegido desde 1978 el derecho de las universidades a considerar la raza como un factor en el proceso de admisión, aunque de forma limitada, para contrarrestar la discriminación de facto y las menores oportunidades de las personas racializadas.

En el fallo de este jueves, sin embargo, el tribunal considera que a los programas de admisiones de Harvard y la Universidad de Carolina del Norte «les faltan objetivos suficientemente dirigidos y medibles que justifiquen el uso de la raza» y que «utilizan la raza de forma negativa, empleando estereotipos».

Harvard y la UNC acatan pero reivindican la diversidad

La Universidad de Harvard ha anunciado que acatará el fallo del Tribunal Supremo pero ha prometido que durante los próximos meses buscará vías para preservar la diversidad entre el alumnado.

«Harvard debe ser siempre un lugar de oportunidades con las puertas abiertas para aquellos que durante mucho tiempo las tuvieron cerradas. Un lugar donde muchos puedan hacer realidad lo sueños que no pudieron tener sus padres o abuelos», ha señalado la dirección del centro 

La UNC también ha anunciado que cumplirá con la ley, pero ha reivindicado la importancia de «atender a estudiantes de todos los orígenes, creencias, niveles de ingresos y experiencias de vida».

Decepción de colectivos latinos

Grupos y líderes latinos han calificado al decisión del Supremo de «decepcionante» al considerar que elimina oportunidades para que esta comunidad acceda a la educación superior.

El fallo «deshace décadas de progreso hacia la diversificación de la educación superior», ha lamentado Arturo Vargas, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Designados (NALEO).

Janet Murguía, presidenta de UnidosUS, la mayor organización latina de derechos civiles de EEUU, ha indicado que si bien la decisión es «decepcionante por su falta de visión», no debe frenar los esfuerzos «para hacer que nuestro país refleje verdaderamente a las personas que viven aquí».

«En la comunidad latina, no nos descartaremos a nosotros mismos ni a nuestros jóvenes más brillantes solo porque el Tribunal Supremo haya optado por adoptar una visión estrecha del valor enorme e irreemplazable que los estudiantes de color aportan a la educación», ha añadido.

Según el presidente de NALEO, el fallo «obstaculiza el acceso de los latinos a la educación superior y, consiguientemente, a la fuerza laboral, exacerbando la crisis laboral de Estados Unidos en sectores críticos, para la cual los trabajadores latinos son un aspecto vital de la solución».

El Gobierno de Biden cree que EEUU retrocede décadas

El fallo «lleva a nuestro país décadas atrás, limitando de manera aguda la herramienta vital que las universidades han empleado para crear comunidades diversas y vibrantes en los campus», ha deplorado el secretario de Educación del Gobierno de Joe Biden, Miguel Cardona, de origen puertorriqueño.

Cardona ha asegurado que el Ejecutivo federal está preparado destinar recursos y ofrecer recomendaciones a las universidades en los próximos 45 días sobre los estándares para admitir alumnos.

Poco antes, el propio Biden ha instado a las universidades a que sigan garantizando la diversidad racial entre sus alumnos, y ha mostrado su desacuerdo con la decisión del tribunal porque «han entendido mal la discriminación positiva».