Ion Aranburu evoluciona favorablemente en la UCI, «dando pequeños pasitos» en su recuperación
Ion Aranburu, el donostiarra agredido por ultras en Soria, evoluciona favorablemente en la UCI del Hospital Donostia «dando pasitos en su recuperación», según han informado sus allegados, que están dispuestos a llegar «hasta el final de la investigación de los hechos» para que se haga justicia.
Familiares y amigos de Ion Aranburu, agredido por ultras en Soria el pasado 27 de mayo, han hecho público un comunicado en el que explican que el antiguotarra está en la UCI del Hospital Donostia, donde «está evolucionando favorablemente dando pequeños pasitos en su recuperación, aunque todavía le queda un camino largo y duro».
Recuerdan que hace ya más de un mes desde que se produjo la brutal agresión que le dejó «en situación de vida o muerte con un traumatismo craneoencefálico y rotura de la base del cráneo», un mes «desde que iniciamos los viajes diarios a Burgos llenos de incertidumbre, un mes tremendamente tenso y lleno de miedos, un mes invadidos de dolor y de llantos».
Ion Aranburu fue a Soria a reencontrarse con un amigo que vive en Catalunya y a disfrutar de una jornada de fútbol cuando varios ultras lo atacaron. Sus familiares y amigos destacan que solo recibió ayuda de las personas que se encontraban en las inmediaciones y de los profesionales de la ambulancia que lo trasladaron al hospital, mientras que «los otros, sin embargo, salieron de aquella calle en autobús y escoltados por la Policía».
Tal y como han venido haciendo hasta ahora, han cuestionado la labor policial y se muestran convencidos de que «una vez más», la ultraderecha actuó «con total impunidad; entraron en la calle armados y salieron de rositas escoltados. Hoy por hoy, ninguno de ellos ha pagado por aquello».
Falta de interés de las instituciones
Han denunciado la «incompetencia y pasividad que tuvieron aquel día las fuerzas de seguridad» y, a su vez, han mostrado su voluntad de «llegar hasta el final en la investigación de los hechos y ver sentados en el banquillo de los acusados tanto a los responsables de las fuerzas de seguridad que estaban a cargo del dispositivo como a los atacantes. Vamos a pedir justicia en nombre de Ion».
Finalmente, han expresado el «enorme dolor» que les produce «la falta de interés de las instituciones, ya que hasta hoy no hemos recibido ninguna llamada de solidaridad», lo que les hace considerarse «ciudadanos de segunda».