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LGTBI, Iglesia y la Sevilla del 70

TE ESTOY AMANDO LOCAMENTE
Dir.:
Alejandro Marin. Guion: Carmen Garrido Vacas, Alejandro Marin. Prod.: Antonio Asensio, Sergi Casamitjana, Carmen Garrido Vacas. Int.:  Omar Banana, Carlos Bernardino, Lola Buzón, María Cabrera.

Fotograma de ‘Te estoy amando locamente’. (ESCÁNDALO FILMS)

Ana Wagener, Omar Banana, Alba Flores, Carmen Orellana, La Dani, Lola Buzón, Alex De la Croix, Jesús Carroza, Mari Paz Sayago y Manuel Morón participan en esta película enmarcada en el movimiento LGTBI andaluz de finales de los 70.

La historia se desarrolla en la Sevilla de 1977 y se centra en la relación y plena complicidad que se establecerá entre una madre y su hijo cuando este le diga que su intención no es ir a la universidad, sino que quiere ser artista y cantar en un popular concurso de televisión de la época. Todo ello transcurre en un periodo histórico en el que la homosexualidad era delito.

La película también aborda el incipiente movimiento LGTBI andaluz, gestado paradójicamente en el seno de la Iglesia.

Una película luminosa

Graduado en dirección por la Escola Superior de Cinema y Audiovisuals de Catalunya, Alejandro Marin dirigió en 2016 el cortometraje ‘Laborable’, seleccionado en numerosos festivales, al que le siguió, en 2017, ‘Nacho no conduce’, con el que consiguió el premio al mejor cortometraje en el Festival de Málaga, en la Mostra Fire! y en la Semana de Cine de Medina del Campo, entre otros.
Tras participar en el largometraje colectivo ‘La filla d’algú’ (2019), en 2021 estrenó la serie de televisión ‘Maricón perdido’, proyecto que recibió una gran acogida por parte de la crítica y el público.

La acción de esta su ópera prima en solitario, cuyo título alude de manera directa a la popular canción del dúo Las Grecas, se enmarca en los inicios de la lucha LGTBI en Sevilla, cuando se desarrollaron las primeras reuniones que tuvieron lugar en el Palacio Arzobispal y en un momento candente en el que todavía seguía vigente la llamada ‘Ley de Peligrosidad Social’.

Para su director, la película «puede ser reflexiva y hacer dar una vuelta a la cabeza de que hay que mirar para delante y no para atrás. No evitamos las zonas oscuras, pero es una película muy luminosa», añade Marin.