Animales y humanos en una institución fantástica
EL COLEGIO DE LOS ANIMALES FANTÁSTICOS 2: EL ORIGEN
Dir.: Sven Unterwaldt Jr. Guion: Alexander Dydyna, Thorsten Näter, Viola Schmidt. Prod.: Kevin Anweiler. Int.: Justus von Dohnányi, Nadja Uhl, Milan Peschel, Marleen Lohs.
Segunda entrega cinematográfica basada en una franquicia familiar que se ha convertido en un apabullante éxito en países germanófonos. ‘El colegio de los animales mágicos 2: El origen’, como la anterior entrega, se basa en el conjunto de novelas firmadas por Margit Auer, best-sellers divulgativos que ha encontrado en la ficción en pantalla el complemento perfecto para amplificar su poder de seducción.
Ejemplo de todo ello es su recaudación en Alemania, la cual superó los 18.000.000 de euros, convirtiéndose en uno de los filmes más exitosos de la historia del audiovisual alemán. Un hito que fue premiado con un Premio Lola al mejor largometraje popular que concede la Academia Alemana de las Artes Cinematográficas.
Escuela mágica Dirigida por Sven Unterwaldt Jr., realizador habitual de propuestas infantiles y de animación, la película cuenta con un reparto en el que convergen intérpretes con una extensa trayectoria en producciones alemanas como es el caso de Nadja Uhl, Justus von Dohnanyi y Milan Peschel, y jóvenes intérpretes como Marleen Lohse, Emilia Maier, Loris Sichrovsky, Heiko Pinkowski o Leonard Conrads.
Escenificada en una institución en la que los profesores enseñan prácticas de magia y su alumnado cuenta con mascotas parlanchinas a las que les une un fuerte vínculo, la trama gira en torno a los intentos por realizar un musical por el aniversario de la escuela. Todo ello derivará a un encadenado de situaciones accidentadas que nacen de una catastrófica sesión de ensayos que ni siquiera pueden ser evitados con la ayuda de trucos mágicos.
Fantasía, animación y un argumento que intenta explorar cuestiones como la integración y la solidaridad son algunas de las virtudes de esta propuesta que alterna personajes de carne y hueso y animaciones.
A pesar de los evidentes paralelismos que guarda con el gigante ‘Harry Potter’, esta humilde saga ha sabido encontrar sus propias señas identitarias, sobre todo en lo relativo a servirse de lo fantástico para ser aplicado a realidades y personajes humanos muy reconocibles y dentro de un contexto actual.