La doble farsa del publicitado impuesto a la banca del Gobierno italiano
La noticia de que el Gobierno ultraderechista italiano iba a implantar un impuesto a los beneficios de la banca sacudió el lunes a los medios, y también a la bolsa. No es una medida inédita en el marco europeo precisamente, y además este miércoles se ha confirmado su minúsculo alcance.
Medios de derecha de todo el mundo concedieron el lunes y martes gran realce a la noticia de que el Gobierno de Giulia Meloni iba a establecer un impuesto especial a los beneficios de la banca. Se presentó como una decisión popular y que rompía prejuicios sobre la ultraderecha, pero su alcance no ha tardado en rebajarse por dos líneas diferentes.
La primera es que no se trata de una medida inhabitual en el marco europeo. Por ejemplo, el propio Gobierno español la implantó en 2022. Su sentido lógico es intervenir parte de los beneficios en un ámbito en el que no existen limitaciones de competencia y por tanto se disparan sin medida habitualmente.
La segunda y más importante es la matización hecha este miércoles: la tasa solo afectará al 0,1% de los activos como tope. Ello ha relajado inmediatamente las bolsas, puesto que tal límite no se había explicitado el martes, lo que de paso da bastantes pistas de la intención propagandística del anuncio.
En un comunicado el Ministerio aclara que la medida propuesta, con el fin de salvaguardar la estabilidad de las entidades bancarias, prevé un tope máximo para la aportación que no puede superar el 0,1% del activo total.
En este sentido, subraya que la base imponible del nuevo impuesto se determinará sobre el valor mayor entre el importe del margen de interés del ejercicio 2022 que exceda en al menos un 5% del mismo margen del ejercicio 2021 y el importe del margen de intereses de la cuenta de resultados relativa al ejercicio 2023 que supere el mismo margen en al menos un 10% en el año 2021.
Salvini veía medida de «equidad social»
Asimismo, el Ministerio de Economía y Finanzas de Italia asegura que los bancos que ya han ajustado la remuneración de los depósitos como recomendó el Banco de Italia el pasado 15 de febrero no sufrirán impactos significativos como consecuencia de la norma aprobada.
En una rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros del pasado lunes, el último antes de las vacaciones, el vicepresidente del Gobierno de Italia y ministro de Transportes e Infraestructuras, Matteo Salvini, presentó la medida como «una regla de equidad social» para gravar «las ganancias bancarias extra en 2023», lo que provocó el hundimiento de la cotización de los bancos italianos y fuertes caídas entre las entidades europeas en la sesión del martes.