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Denunciado el cambio de sitio de la ‘Puerta de Brandeburgo’: «Todo es improvisación»

La asociación Áncora ha denunciado ante el Ayuntamiento de Donostia el desplazamiento de la llamada ‘Puerta de Brandeburgo’ de la estación de Donostia, reconvertida para adaptarse al TAV. La plataforma ve falta de adecuación legal y «permanente improvisación».

La ‘Puerta de Brandeburgo’, movida sobre unos raíles este miércoles. (Andoni Canellada | Foku)

Áncora ha denunciado que el desplazamiento del pórtico que preside la estación de Adif de Donostia, conocido como la ‘Puerta de Brandeburgo’, por las obras de la nueva estación del TAV, infringe el Plan Especial de la Protección del Patrimonio Urbanístico y Construido (PEPPUC).

Según informa en una nota esta Agrupación Cívica para la Conservación del Patrimonio, sus responsables han presentado ya una denuncia por estos hechos ante el Ayuntamiento.

Áncora recuerda que la ficha urbanística aprobada en 2021 estableció «una protección particularmente estricta» para los doce pilares de sillería de este pórtico, «declarándolos elementos permanentes», lo que significaría «que no pueden ser desmontados, sustituidos ni trasladados, debiendo permanecer 'in situ' en cualquier intervención que se produzca sobre el bien catalogado».

Esta plataforma sostiene que «la exigencia legal de mantenimiento en la ubicación original se encuentra plenamente justificada», dado que se trata de una construcción «cuyo principal interés reside precisamente en constituir el fondo perspectivo del puente de María Cristina».

«Con la prohibición de desplazamiento o traslado -añade- se atiende al objetivo de preservar el eje visual que conforma con el mencionado puente y que podría quedar irremediablemente desvirtuado en caso contrario».

Saltándose el procedimiento

Áncora recuerda además que «la normativa municipal establece a priori el carácter permanente de la ubicación de todos sus edificios protegidos».

«Sólo si concurren razones de excepcional interés público podrían ser reubicados, lo que requiere, en el caso del pórtico, tramitar previamente un expediente de modificación del PEPPUC», insiste el colectivo, que también advierte de que «el expediente deberá contener todas las justificaciones oportunas y recabar el informe favorable del Consejo Asesor de Patrimonio Local y de los Departamentos de Cultura de la Diputación y Gobierno Vasco».

En opinión de Áncora, «este nuevo episodio nos sitúa ante un escenario de permanente improvisación y evidencia que las actuaciones en la estación se desarrollan obviando todas las garantías procedimentales».

«Todo ello -agrega-, no hace sino acrecentar el escándalo y la indignación, producidas tras el derribo del histórico edificio de viajeros, el pasado mes de mayo».

Para esta agrupación, «las nuevas irregularidades vuelven a poner en entredicho al Departamento de Urbanismo, al que corresponde velar por el efectivo cumplimiento del PEPPUC».

Por estos motivos, Áncora ha pedido que se «suspenda» la obra y se convoque al Consejo Asesor del Patrimonio Local para que emita el informe preceptivo, e inicie «una investigación que permita esclarecer los hechos y restaurar la legalidad urbanística alterada».

Desde 1905

Explica, en este sentido, que el pórtico de la estación se proyectó en 1905 «como ornato y embellecimiento de la principal entrada de viajeros a la ciudad».

Su ejecución corrió a cargo de la Compañía de Construcciones Hidráulicas y Civiles, constructora fundada por Eugenio Ribera y la dirección de obra se confió al arquitecto Martínez-Zapata, que fue el mismo equipo autor del puente sobre el Urumea.

La estructura consta de cinco arcos escarzanos que soportan un entablamento decorado con acróteras y cabezas de león, estas últimas rematadas por flameros que «constituyen una demostración exitosa y pionera de las posibilidades expresivas del hormigón armado».

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