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Interview
Erik Nielsen
Director de orquesta

«‘Oedipus Rex’ tiene éxito porque es ecléctico»

Quincena lleva al escenario una ópera poco habitual en el repertorio: la ópera-oratorio ‘Oedipus Rex’, de Igor Stravinsky, una de las grandes obras de este genio, bajo la dirección musical de Erik Nielsen –director titular de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa, que interpretará la obra–.

Erik Nielsen. (Quincena Musical)

¿Qué es exactamente una ópera-oratorio? ¿Qué ofrece de distinto este género musical?

Suele llamarse oratorio a una obra vocal compuesta para interpretarse en una iglesia, sin puesta en escena, generalmente basada en textos religiosos. Una ópera, por el contrario, es una puesta en escena de cualquier tipo con cantantes. La ópera-oratorio es el híbrido que creó Stravinsky: trata el texto como el de un oratorio, aunque esté basado en una tragedia griega en lugar de tener temática religiosa, pero se anima a interpretarlo con una puesta en escena a modo de ópera.

Stravinsky no era un compositor habitual de ópera, pero sí de música vocal. ¿Cómo es musicalmente esta obra?

Las primeras obras para voz de Stravinsky son mucho más tradicionales, tienen mucho de la escuela rusa y de su folklore y se nota la marcada influencia de autores como Rimsky-Kórsakov. Sin embargo, en ‘Oedipus Rex’ ha alcanzado ya su madurez musical, su etapa de madurez compositiva. De esta misma época son también ‘Les noces’ –Las bodas–, una cantata bailada, o su otra ópera ‘The Rake’s Progress’ –El progreso del libertino–, de tendencia neoclásica pero con el sello inconfundible de Stravinsky.

‘Oedipus Rex’ es una obra que se programa muy poco. ¿La había trabajado usted anteriormente o este ha sido su primer contacto con ella?

He tenido la suerte de dirigir una versión escénica de ‘Oedipus Rex’ en la Semperoper de Dresde, en un programa doble en el que se interpretaba esta ópera en la primera parte y, tras el intermedio, hacíamos ‘Il Prigioniero’ de Dallapiccola, una obra maestra del sistema dodecafónico que, sin embargo, nunca lo dirías, siendo tan lírica como un Puccini.

Esta ópera es una obra corta, pero de gran intensidad tanto dramática como musical. ¿Cómo se afronta una obra así desde el podio? ¿Cómo se estructura y se dosifica la tensión?

Bueno, no deja de ser un trabajo de narración de historias. Da igual si tenemos cincuenta minutos de Stravinsky o seis horas de Wagner. Contar historias es un antiguo instinto humano que siempre necesita tener cautivado al público.

En esta ópera, con la aparición de cada nuevo cantante, es decir, de cada nuevo personaje de la historia, nos iremos acercando cada vez más a que Edipo descubra su trágico destino.

Sófocles, Stravinsky y Per Poc. ¿No es una mezcla un poco extraña?

No olvidemos incluir también a Jean Cocteau en la mezcla. ‘Oedipus Rex’ tiene éxito porque es ecléctico: tragedia griega, uso litúrgico del texto latino, papeles operísticos virtuosos, una gran orquesta… y ahora Per Poc. ¿Por qué no?

No es habitual encontrar un papel de narrador, un papel hablado, en una ópera. ¿Cómo afecta al desarrollo musical de la ópera?

La función principal de la narración en ‘Oedipus Rex’ es parafrasear, es decir, ofrecer al público una pre-traducción aproximada de un texto latino difícil, como si fuera un anticipo de lo que se va a cantar. Y se hace poco a poco, en pequeñas dosis, de modo que, antes de cada número, la situación se describe y se resume en una explicación concisa. En esta versión para Quincena mantenemos la parte narrativa en francés, tal y como está en el original de Cocteau, pero bien podría traducirse con facilidad al idioma local de público cada vez que se interpreta.

Ahora bien, hasta qué punto el narrador se involucra dramáticamente en la acción al final es una cuestión que corresponde al director de escena, en este caso a la compañía Per Poc. Pero la inclusión de un observador neutral como narrador no es un enfoque muy moderno. Hay muchas posibilidades. Incluso se podría argumentar que el narrador no es necesario, ya que la mayoría de los teatros y auditorios hoy en día disponen de un sistema de sobretitulación y traducción. En cualquier caso, Stravinsky imaginó en ‘Oedipus Rex’ una cierta alternancia entre narración y música, por lo que es parte integral de la estructura de la pieza y así la vamos a mantener.

El papel de Edipo es muy exigente, porque lleva el peso escénico de toda la obra. ¿Lo ha trabajado de alguna forma especial con Peter Marsh, el tenor que lo interpreta?

Este papel, al igual que el de Tom –el personaje principal de la ópera ‘The Rake’s Progress’–, tienen la dificultad, según mi experiencia, de que al protagonista le sucede una secuencia horrible de acontecimientos pero, por muy espantosos que sean, cualquier persona del público puede permanecer fría, distante e insensible con respecto a estos hechos. ¡Este es el problema del estilo neoclásico de Stravisnky y, al mismo tiempo, justo lo que él quería! Él se alejaba completamente de las arias al estilo de Verdi, donde la angustia emocional se pudiera sentir de inmediato.

Creo que, en esta ópera, el coro griego es absolutamente crucial para replicar las emociones que –en teoría– el público está sintiendo por Edipo. Y es que, ¡qué destino tan terrible tiene!

Conozco a Peter Marsh desde hace mucho tiempo y hemos trabajado en el arco dramático de este papel, pero ya lo ha cantado y escenificado con anterioridad, por lo que no es ajeno a esta obra.

La ópera es un género que usted domina y por el que ha recibido muy buenas críticas. ¿Se ha planteado alguna vez enfocar su carrera en el género operístico?

En realidad ya lo hago, me concentro en la ópera. Intento hacer un 50% de trabajo sinfónico, de conciertos, y otro 50% de ópera, pero una producción de ópera requiere dos meses y medio de trabajo y la preparación de un concierto necesita una semana. Al final, es una cuestión matemática.

No puedo imaginarme ser director y nunca haber tenido la oportunidad de dirigir ‘Las bodas de Fígaro’ de Mozart, pero, sorprendentemente, hay muchos directores que lo hacen. Mozart-Verdi-Wagner son un eje de compositores que constituyen un elemento central para la interpretación. En cada compás de su música, hay decisiones que un director de ópera debe tomar. Y a este eje hay que sumar la participación de los cantantes, lo que añade otra capa de complejidad a la tarea. Es un trabajo apasionante que me encanta hacer.