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Rubiales se aferra al puesto, critica el «falso feminismo» y agrava la crisis

Contrariamente a las filtraciones publicadas ayer, el presidente de la Federación Española de Fútbol ha dicho a la Asamblea que seguirá adelante y que va a «luchar hasta el final». Dice que se agarró los genitales en el palco para felicitar a Vilda y que «el piquito» a Hermoso fue «consentido».

El polémico presidente de la RFEF, con la futbolista Athenea del Castillo tras ganar el Mundial. (Michael Gray | AFP)

Contra todo pronóstico, Luis Rubiales ha anunciado este mediodía que no piensa presentar su dimisión como presidente de la Federación Española de Fútbol, a pesar del escándalo por su actitud en la final del Mundial femenino del pasado domingo y del posterior rechazo social, político y de buena parte del mundo del fútbol.

Cinco días. Es el tiempo transcurrido desde que la selección española de fútbol se proclamara campeona del mundo. Cinco días desde Rubiales se llevara efusivamente una mano a sus genitales para celebrar la victoria en el palco de autoridades, gesto por el que ha pedido perdón ante la Asamblea pero que ha justificado como «una felicitación a Jorge Vilda –seleccionador–, un ‘olé tus huevos’».

Cinco días también desde que agarró con las dos manos la cabeza de Jenni Hermoso para plantarle un beso en la boca «con el mismo deseo que si se lo hubiera dado a una de mis hijas. Fue mutuo y consentido. Ella me subió en brazos y me acercó a su cuerpo. Me dijo ‘eres un crack’, y yo le dije ‘¿un piquito?’, y ella dijo ‘vale’», ha narrado.

Ha atribuido la campaña contra él al presidente de la Liga, Javier Tebas, y «al falso feminismo, una lacra para este país». Expresión que ha sido repetida por Rubiales y aplaudida por buena parte de los asistentes en más de una ocasión.

Rubiales, tras alertar de que «me quieren matar socialmente», ha arremetido contra representantes de Sumar Podemos, dando nombres propios como Yolanda Díaz, Irene Montero, Ione Belarra o Pablo Echenique, y ha adelantado que «me voy a defender en los juzgados, voy a ejercer acciones contra estas personas».

Y cuando parecía que iba a morir matando, que tras repartir palos iba a ratificar la dimisión que se había anunciado la víspera, ha sorprendido anunciando que «he hecho la mejor gestión de la historia del fútbol español, y por eso no voy a dimitir». Y lo ha repetido varias ocasiones, para que no haya dudas. «Quien me conoce sabe que voy a luchar hasta el final», ha añadido.

Rubiales ha seguido sacando pecho por su trabajo y por la posibilidad de que el Estado español sea sede del Mundial masculino de 2030, y ya lanzado ha ofrecido en vivo la renovación por cuatro años al seleccionador femenino Jorge Vilda, a razón de «medio millón de euros al año».

En su huida hacia adelante, junto a Rubiales se han situado otras figuras como el seleccionador masculino, Luis de la Fuente, que ha ovacionado su intervención.

Órdago de consecuencias imprevisibles

Habrá que ver ahora las reacciones de este órdago, porque el Gobierno español –que cuenta con la herramienta del Consejo Superior de Deportes– ya había pedido su cabeza y en este asunto cuenta incluso con el apoyo del PP, por mucho que Rubiales haya querido poner el foco en la izquierda de color morado.

Se daba por hecho que Rubiales iba a dimitir para que no lo cesaran, y eso podría facilitar una transición más o menos tranquila, pero su anuncio abre un cisma de consecuencias imprevisibles en el mundo del fútbol.

Ayer fueron la Federación Vasca y la de Gipuzkoa las primeras en darle la espalda, con un comunicado publicado en el que anunciaban que no iban a acudir a la cita de Madrid. Al poco secundó el texto la Federación de Araba, mientras que la de Bizkaia no se pronunció.

Unas pocas horas después de conocerse que Rubiales se aferraba a su puesto, Javier Landeta, presidente de la Federación Vasca, ha comunicado su dimisión como directivo de la RFEF. La Federación Guipuzcoana y la alavesa también indicaron que sus presidente, Manu Díez y Kepa Arrieta, respectivamente, renuncian a su cargo de directivo en la Asamblea de la Federación Española.

«Tras lo acontecido en la Asamblea de la Real Federación Española de Fútbol, el presidente de la Federación Alavesa de Fútbol, Kepa Arrieta, en base al comunicado emitido en el día de ayer, presentará su dimisión en la próxima reunión de la Junta Directiva de la RFEF, con el apoyo unánime de su junta directiva de la Federación Alavesa», recoge la nota emitida por el organismo alavés.
 
El presidente de la Federación de Nafarroa, Rafa del Amo, que era al mismo tiempo vicepresidente de la Española y presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino, ha presentado también su dimisión y, a su vez, ha pedido la renuncia de Luis Rubiales. Del Amo, que hace dos días, preguntado por el ‘affaire Rubiales’, optó por no mojarse y defender que «el presidente dijo lo que tenía que decir», ha sido  el único presidente federativo presente en la asamblea de este viernes en no dar su confianza al todavía presidente de la RFEF, convirtiéndose así en una excepción. Y es que las intervenciones posteriores a la de Rubiales han sido de tono elogioso a su gestión.

Es una decisión que Rafa del Amo ya presentó a sus vicepresidentes y tesorero el pasado miércoles, 23 de agosto, y que fue apoyada por estos. El navarro ha explicado esta mañana sus motivos al máximo representante, han comunicado fuentes de la Federación Navarra de Fútbol, de la que del Amo es presidente.

Respecto a los clubes punteros vascos, el presidente de la Real, Jokin Aperribay, remarcó en Radio Euskadi que «los hechos, todos, no solo el beso, son gravísimos, dañan la imagen del fútbol español. Este tema se tenía que haber terminado hace días y es una pena que estemos aún con ello. Cuando vi las imágenes, todas, de toda la celebración, sentí que Rubiales debía dimitir. Es una situación penosa».

El presidente de Osasuna, Luis Sabalza, también anunció que no acudiría. Lo hizo por la noche, en el descanso del Osasuna-Brujas, cuando apuntó que «no merece la pena». Antes había asegurao que «las disculpas que dio Rubiales no me terminaron de convencer».

Alavés, Eibar y Amorebieta adelantaron que tampoco asistirían. Había dudas por la postura del Athletic, ya que su presidente Jon Uriarte es al mismo tiempo directivo de la RFEF, pero finalmente se ha desmarcado y hacia las 19.00 de la tarde ha anunciado que el máximo dirigente del club «renuncia a ocupar su condición de miembro de la Junta Directiva de la RFEF» tras las últimas actuaciones del presidente de la Federación española, Luis Rubiales.

En el caso de los clubes de Primera, una larga lista se ha posicionado en contra de Rubiales.

Denuncia del CSD frente al TAD

A media tarde de este viernes, el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) , Víctor Francos, ha afirmado que su organismo denunciará este mismo viernes al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, frente al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) por hechos «muy graves» y que le suspenderá de sus funciones si dicha instancia le abre un expediente.

«Si el TAD incoa el expediente, yo, como presidente del CSD, tengo derecho a convocar la comisión directiva del CSD para instar la suspensión de Rubiales», ha explicado el máximo responsable del CSD en una comparecencia celebrada en la sede del Gobierno en Tarragona.

Reacciones: Fiscal y Gobierno español

Casi a la vez que se producía la declaración de Rubiales, la Fiscalía de Madrid anunciaba el traslado a la Audiencia Nacional de una denuncia por agresión sexual contra él. Ha sido presentada por el presidente de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol en España, Miguel Galán.

También hay una investigación en marcha en la FIFA. Y la disposición del Consejo Superior de Deportes a entrar en el asunto forzando que Rubiales se vaya. A ello apuntó el jueves el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta.

El propio presidente español, Pedro Sánchez, dijo entre semana que Rubiales debería dimitir. Y tras escucharle, la vicepresidenta Yolanda Díaz (Sumar) ha reclamado al Ejecutivo acciones directas.

Apoyo de las futbolistas a Hermoso

En el ámbito deportivo, la posición de Rubiales ha sido criticada por las propias jugadoras de la selección española. Irene Paredes, campeona del mundo y capitana de la selección antes comunicar a Vilda sus desacuerdos, mostró su total apoyo a Jenni Hermoso, sumándose al respaldo de otras compañeras, y posicionándose en contra el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, al que acusan de mentir.

«Todo el mundo vio lo que pasó. La víctima eres tú. Estoy contigo amiga», ha manifestado Irene Paredes.

Ainhoa Tirapu, exjugadora del Athletic y de la selección española –una de las que alzaron la voz contra el anterior seleccionador Ignacio Quereda, se ha mostrado preocupada «por el desfase entre la sociedad y la federación de fútbol».

Las jugadoras de la Real Amaiur Sarriegi y Nerea Eizagirre también han mostrado su apoyo a Jenni Hermoso y recuerdan por qué llegaron a renunciar a la selección hasta 15 jugadoras ante «un estancamiento con los métodos y decisiones del seleccionador».

 

Garazi Murua, capitana del Athletic, a la par de denunciar la actitud de Rubiales, ha cuestionado a la Liga F por su nula involucración cuando dos jugadoras del Alhama denunciaron a su entrenador por acoso, dando por sentado que lo de Rubiales no es un caso aislado.

 Otros referentes del fútbol español como Iker Casillas también han censurado la actitud de Rubiales. Y un futbolista, Borja Iglesias, del Betis, ha afirmado que no volverá a jugar en la selección en estas circunstancias.