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60 años de la conexión entre EEUU y la URSS a través del «teléfono rojo»

En plena crisis de los misiles, en 1963, la URSS y EEUU establecieron una línea directa de comunicación de crisis. En realidad no era un teléfono rojo sino un gran telégrafo con cables bajo el Atlántico.

Kennedy y Jrushchev. (GARA)

Hace 60 años se estableció por primera vez una línea directa de comunicación de crisis entre Estados Unidos y la URSS: el famoso «teléfono rojo».

Enviado de Washington a Moscú, el mensaje fechado el 30 de agosto de 1963 tenía más como objetivo poner a prueba todas las letras del alfabeto latino que evitar un conflicto inminente. «The quick brown fox jumped over the lazy dog’s back 1234567890» (El zorro marrón rápido saltó sobre el lomo del perro perezoso 1234567890) fue el contenido del mensaje de la Casa Blanca.

Desde entonces, la línea de comunicación ha permitido enviar mensajes de alerta entre Washington y Moscú.

La «línea directa» se estableció a raíz de la crisis de los misiles cubanos de 1962, cuando el presidente estadounidense John F. Kennedy y el líder soviético Nikita Jrushchev coincidieron en que el mundo había estado al borde de una guerra nuclear.

Béisbol y literatura

Al contrario de lo que se muestra en las películas de Hollywood, nunca fue un teléfono rojo. Originalmente funcionaba gracias a un imponente telégrafo y a cables fijados bajo el Atlántico que cada país probaba cada hora.

El Pentágono enviaba generalmente hechos triviales, como resultados de partidos de béisbol, mientras que el Kremlin prefería enviar extractos de literatura rusa, afirmaba en 2014 Howard Patrick, un lingüista que ayudó a manejar la primera máquina.

En una entrevista a “The Pioneer Press”, relataba la conmoción cuando se utilizó la línea por primera vez, en noviembre de 1963. El mensaje, procedente de EEUU, anunciaba a los soviéticos que Kennedy había sido asesinado.

Y la primera vez que se utilizó la línea para prevenir un potencial conflicto entre las dos potencias fue en 1967, durante la Guerra de los Seis Días entre Israel y los países árabes.

Lyndon B. Johnson se convertiría en un devoto del teléfono rojom y enviaría frecuentemente noticias sobre las misiones espaciales Apolo.

Guerra de Yom Kippur

La línea directa se volvería a utilizar en 1973 durante otro conflicto árabe-israelí, la Guerra de Yom Kippur.

Cuenta la anécdota que el entonces presidente estadounidense, Richard Nixon, no estaba en condiciones de responder a las peticiones del líder soviético Leonid Brezhnev. Según documentos posteriormente desclasificados, estaba ebrio, ante el colapso de su presidencia en torno al escándalo Watergate. Fueron los asesores de Nixon, encabezados por el jefe de la diplomacia Henry Kissinger, quienes decidieron entonces elevar el nivel de alerta de las fuerzas armadas estadounidenses.

El teléfono rojo no sólo servirá para evitar tensiones entre las dos superpotencias, sino para emitir advertencias. En 1979, el presidente Jimmy Carter envió a Leonid Brezhnev la denuncia de la invasión soviética de Afganistán. Al año siguiente, Carter advirtió a la URSS de «graves consecuencia» si invadiera Polonia para aplastar el movimiento sindical Solidarnosc. El Kremlin no intervendría.

En 2008, el teléfono rojo fue sustituido por una conexión de correo electrónico segura. En 2016, Barack Obama lo utiliza para protestar ante el presidente ruso Vladimir Putin por la supuesta interferencia de Moscú en las presidenciales estadounidenses.

Desde la invasión rusa de Ucrania, Washington ha restringido drásticamente sus relaciones diplomáticas con Moscú. Pero el año pasado, el asesor de seguridad nacional de Joe Biden, Jake Sullivan, aseguró que EEUU «tiene la capacidad de hablar directamente a altos niveles «con Rusia, y «de forma inequívoca».