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La tormenta Daniel deja lagos visibles desde el espacio en el desierto de Libia

Una comparación de dos imágenes tomadas por el satélite Sentinel 2, datadas del 2 y el 12 de septiembre, muestran como la tormenta Daniel ha dejado amplios cauces inundados en el desierto libio, e incluso ha propiciado la aparición de grandes lagos en zonas antes cubiertas por la arena.

Comparativa entre las dos imágenes, del 2 y 12 de septiembre, que muestran el antes y el después del paso de la tormenta Daniel. (COPERNICUSEU | EUROPA PRESS)

La poderosa tormenta Daniel, que ha causado al menos 6.872 muertos y más de 10.000 desaparecidos en el noreste de Libia, según cifras provisionales, ha dejado más al sur lagos en pleno desierto, tan grandes que son visibles desde el espacio. Las áreas inundadas en el desierto libio han sido captadas en imágenes comparadas por el satélite Sentinel 2 del programa europeo Copernicus, tomadas el 2 y el 12 de septiembre.

La primera muestra el territorio desértico al sur de la Cirenaica completamente cubierto por la arena. Diez días después aparecen amplios cauces inundados que recorren el desierto hacia el sur, hasta crear en algunos casos grandes lagos de color azul intenso. En el desierto oriental de Libia, las precipitaciones alcanzan un promedio que en algunos casos no llega a 50 milímetros anuales.

La tormenta Daniel es un ciclón mediterráneo de larga duración que ha estado activo durante más de una semana desde que se formó como un sistema meteorológico de baja presión alrededor del 4 de septiembre.

«Eventos como la tormenta Daniel son relativamente raros y tienden a ocurrir con más frecuencia en la parte occidental del mar Mediterráneo que en la árida costa libia. Es más difícil entender el potencial de eventos extremos catastróficos en un clima árido, donde las lluvias son escasas y espaciadas, lo que hace que diseñar y construir infraestructuras resilientes sea un desafío», ha explicado en un comunicado la profesora de Riesgo Climático y Resilencia de la Universidad de Reading Liz Stephens.

Libia, «superada»

El ciclón Daniel ha sido «un desastre que supera las capacidades de Libia» tras dejar al menos 6.872 muertos y más de 10.000 desaparecidos a su paso, según las cifras provisionales, según ha explicado este miércoles el jefe del Consejo Presidencial del Ejecutivo de Tobruk (este), Mohamed al Manfi.

En un discurso televisado, Al Manfi ha insistido en la urgencia de la ayuda internacional, que comenzó a llegar este lunes, y ha asegurado que las autoridades estatales no escatimarán esfuerzos para asistir a los damnificados, especialmente en la ciudad de Derna, la más afectada.

«Hemos contactado con todos los actores y líderes del este de Libia para coordinar esfuerzos sobre el terreno», ha anunciado el responsable, que ha pedido a los políticos no sacar rédito de esta catástrofe, que ha reforzado la solidaridad entre ciudadanos y el rechazo a las diferencias ideológicas.

Actualmente, el poder ejecutivo está fragmentado en dos: el Gobierno de Unidad Nacional (GNU) de Abdulhamid Dbeiba, basado en Trípoli y reconocido por la comunidad internacional; y el Gobierno respaldado por el Parlamento y basado en Benghasi de Osama Hammad. Las autoridades de ambas partes pidieron este lunes a la comunidad internacional apoyo al extranjero y decretaron tres días de luto nacional en todo el territorio.

El Consejo de Ministros del GUN aprobó este martes la asignación de un presupuesto de 384 millones de euros para el fondo de reconstrucción de Bengasi y Derna y 96 millones de euros destinados a los damnificados una vez se realice un censo en las áreas declaradas siniestradas en Derna, Bengasi, Al Bayda, Al Marj y Soussa.

Derna, la cuarta más grande con 120.000 habitantes, está rodeada por una cadena montañosa, por lo que quedo inaccesible por vía terrestre tras las lluvias torrenciales del domingo que hicieron colapsar dos presas, vertiendo 33 millones de litros de agua en el centro de la ciudad y arrasando zonas residenciales enteras, puentes y carreteras.

En las imágenes difundidas en redes sociales se muestra el hospital de la localidad vecina de Shiha, donde varios cientos de cadáveres se amontonan en el patio exterior a falta de espacio en la morgue. La falta de recursos ha obligado a los rescatistas y voluntarios a extraer a las víctimas de los escombros con utensilios domésticos y enterrarles en fosas comunes en el cementerio de Martouba, a una veintena de kilómetros de distancia.

Tras azotar Grecia y Turquía, el ciclón Daniel fue degradado a tormenta subtropical el 9 de septiembre y comenzó a debilitarse este lunes cuando se dirigía hacia el vecino Egipto, según un informe del Centro Meteorológico Regional Árabe.