Txalaparta celebra sus 35 años con nueva sede en Iruñea y ganas de «seguir ‘zirikiando’»
La editorial Txalaparta celebra este viernes sus 35 años de andadura con su amplia comunidad y una nueva sede en la calle Mayor de Iruñea. Con más de 1.500 títulos en sus fondos de autores de todo el mundo, afronta el futuro con ganas de «seguir ‘zirikiando’».
Con ganas de «seguir ‘zirikiando’» celebra este viernes la editorial Txalaparta sus 35 años de trayectoria, que inicia un nuevo capítulo con la sede que acaba de inaugurar en la calle Mayor 63 de Iruñea con el objetivo de ofrecer un punto de encuentro como librería, pero también como lugar para celebrar presentaciones, charlas o mesas redondas para «seguir impulsando el pensamiento crítico y el debate».
La presentación del nuevo local ha tenido lugar en presencia de Jose Mari Esparza, editor durante la mayor parte de la historia de Txalaparta, y a la que han acudido numerosos invitados, entre los que figuraban parlamentarios y concejales en Iruñea de EH Bildu, Geroa Bai y PSN, además del director de GARA, Iñaki Soto, y la directora de ‘Berria’, Amagoia Mujika.
En el acto, han tomado la palabra Mikel Buldain, coordinador, y Garazi Arrula Ruiz, editora, quienes han hecho en castellano y euskara un repaso a las más de tres décadas de la editorial, que se ha plasmado en la publicación de «más de 1.500 títulos, tanto en euskara como en castellano» y de campos tan variados como «ensayo político, temas sociales, literatura infantil y juvenil, crónicas históricas, narrativa local e internacional, libro ilustrado y cómic...».
Han recordado cómo en 1984, un grupo de amigos de Tafalla se volcó en «la recuperación de la memoria histórica de su pueblo, fundando la Asociación Altaffaylla y comenzando a editar».
Rescatar la memoria
Precisamente, del éxito de ‘Navarra 1936, de la esperanza al terror’, «surgió el germen de Txalaparta», unos inicios que han marcado estos 35 años de trayectoria, cuya columna vertebral ha sido y es «la memoria histórica, el pensamiento crítico, la defensa del libro como forma de comunicación, el internacionalismo, el asociacionismo». Todo ello buscando «dar respuesta a los debates y necesidades de cada época» y «rescatar la memoria de quienes lucharon porque era posible crear otro mundo más justo, más diverso, más libre».
Eso ha hecho que en su amplio catálogo figuren autores y autoras de todo el mundo para hacer «apología de las luchas pretéritas, de pacifistas y feministas, de Euskal Herria, de quienes han intentado cambiar el mundo». Una labor que ha sido posible «gracias a la comunidad que sostiene el proyecto».
Un apoyo que esperan seguir manteniendo para «seguir ‘zirikiando’», ya que «tenemos libros comprometidos e historias memorables para rato».
Muchos de esos libros y de otros muchos sellos se pueden conseguir en la nueva sede de Txalaparta en Iruñea, que alberga una librería que estará abierta de lunes a viernes en horario de 9.30 a 14.00 y de 16.00 a 18.00. Un espacio que quiere ser punto de encuentro en el que celebrar «presentaciones, charlas o mesas redondas, que sirvan para seguir impulsando el pensamiento crítico y el debate».
Este nuevo «punto de inflexión» en la historia de Txalaparta mantiene el rumbo de la editorial «desde su fundación» y que básicamente ha sido condensado en «difundir la creación literaria que ayude a transformar la realidad, que fomente la solidaridad entre los pueblos y vele la memoria histórica, que abra caminos hacia la diversidad, hacia las utopías...». Y todo ello «cuidando la red que nos sostiene: los lectores y lectoras, pilar fundamental del proyecto».